La belleza ha sido un término subjetivo que ha atravesado por diferentes significados dependiendo de quien la defina. En el imaginario colectivo se mantiene una idea generalizada de lo que conocemos sobre este concepto y, de esta misma manera, es como se ha clasificado al mundo en el que vivimos. La cirugía plástica llegó como una alternativa para “pulir” aquellos detalles que, por la razón que sea, nos hacen entrar en conflicto con nuestra imagen. Sin embargo, la cirujana subespecializada en microcirugía, Carolina Carvajal, intenta converger sus valores morales con la responsabilidad que significa su labor medicinal.
Egresada de la Universidad Militar Nueva Granada, educada por los mejores tutores en el campo de Colombia, Carvajal se dedicó a formarse como microcirujana en Taiwán para desarrollar habilidades estéticas y lograr reconstrucciones mucho más avanzadas. Como fruto de años de preparación, más adelante dio a luz su marca Carvajalcirugíaplástica, la cual ofrece una amplia gama de procedimientos quirúrgicos tanto faciales como corporales, invasivos o mínimamente invasivos, así como también productos de uso postoperatorios como fajas, cremas, entre otros. Siendo una profesional parte de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, Carvajal brinda asesoramiento a reinas de belleza, actores, influencers y músicos, siendo bautizada como “la cirujana de los rock star”, además de estar vinculada a fundaciones que se dedican a ayudar a poblaciones en estado de vulnerabilidad. Y aunque su vasta experiencia garantiza su conocimiento en el campo, sus objetivos priorizan un lado más humano para poder guiar a sus pacientes en un proceso tanto físico, como psicológico.
“Considero que hay muchas personas que pueden ser ayudadas con la cirugía plástica, tanto desde el punto de vista estético, como desde el punto de vista reconstructivo”, explica la especialista. A pesar de que usualmente la preocupación por la imagen personal puede ser connotada como “superficial”, la doctora rescata la importancia de dichos procedimientos como una posibilidad que impacta al paciente en su totalidad. Justo aquí es donde entra a jugar su percepción de la belleza con la responsabilidad que lleva someter a alguien a un cambio quirúrgico que puede repercutir en su salud mental y física.
“No es un tema económico, es un tema que implica que lo que tú hagas, marcará al paciente por el resto de su vida” Dra. Carolina Carvajal
Desde sueroterapias, hidratación láser de última tecnología, mesoterapias, tratamientos con toxina botulínica, ácido hialurónico, masculinización y feminización faciales, hasta rinoplastia, blefaroplastia, mentoplastia, marcaciones abdominales, liposucciones, y más, Carvajal ofrece un listado de servicios con resultados naturales y funcionales, adaptados a las estructuras físicas únicas de cada persona. En adición a esto, encamina sus conocimientos a ayudar a niños con malformaciones genéticas, como también hacer énfasis en la reconstrucción mamaria destinada a pacientes de cáncer de seno. Siendo Colombia un país en donde en el último año se han registrado un aproximado de 15 mil nuevos casos, este tipo de cáncer resulta ser el más común entre mujeres con una media de edad de 59 años. Carvajal se suma a los especialistas que buscan tender una mano a través de su conocimiento y experiencia a aquellas mujeres que la enfermedad les hizo perder una parte clave en el concepto de feminidad, con distintos procedimientos que se llevan a cabo a partir de la mastectomía que realicen dependiendo de cada caso.
Con tejidos locales, tejidos distantes o implantes, hay diferentes métodos que se pueden desarrollar en una reconstrucción mamaria con técnicas avanzadas para dar paso a un nuevo comienzo a una paciente que ha batallado con una enfermedad que indudablemente marcó un antes y un después en su vida. “Verse bien es sentirse bien”, añade.
Pero su profesionalismo trasciende sobre los resultados que todos buscamos a la hora de someternos en un procedimiento estético, pues la Dra. Carvajal cree importante el estudio particular de cada persona que atiende con el fin de no hacer de la belleza “una dictadura”. Este es su gran distintivo el cual denota su amor por su labor. “Yo quiero que también las personas conozcan que sí, la cirugía plástica es maravillosa, requiere mucho entrenamiento, requiere una curva de aprendizaje muy grande, pero también significa una exposición a riesgos gigantes tanto para el médico como para el paciente”.
Su formación integral no le permite ser una “fábrica de réplicas”, sino mantener la belleza única de cada ser, convergiendo sus habilidades de reestructuración con las necesidades específicas de cada uno de sus clientes, con un balance entre lo que quiere y puede hacerse. “Se trata de cambiar vidas con consciencia”, concluye, y abre las puertas a todas las personas que quieran mejorar su calidad de vida a través de tratamientos que no solo se enfoquen en resultados tangibles, sino que logren consolidar la virtud, la belleza y la medicina.
