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Desempolvar éxitos, ¿un “nuevo camino” para el futuro de la música?

La nostalgia, incluso por las cosas que no hemos vivido, parece funcionar como un resorte, capaz de dar nuevo impulso a la industria y a muchos artistas consagrados.

Por  RICARDO DURÁN

abril 18, 2024

Ilustración: Santiago Sanabria Uribe

Fotos: Cortesía. Ilustración: Santiago Sanabria Uribe

Es probable que, para algunas personas, todo haya comenzado a principios de este siglo con CSI, cuando la famosa serie de investigación forense (en su franquicia de Las Vegas) utilizaba ‘Who Are You’, el inmenso clásico de The Who, como tema musical para sus créditos iniciales.

O tal haya sido la banda sonora de Donnie Darko, la famosa y críptica cinta de culto que ayudó a desempolvar música de artistas como Duran Duran (‘Notorious’), INXS (‘Never Tear Us Apart’), The Church (‘Under the Milky Way’)o Tears For Fears (‘Head Over Heels’), mientras Donnie Darko (Jake Gyllenhaal) nos deja ver sus misteriosos encuentros con un tipo disfrazado de conejo aterrador.

Sin embargo, podríamos ir un poco más atrás, a 1992, cuando Quentin Tarantino presentaba Reservoir Dogs y rescataba de los 60 y 70 canciones como ‘Magic Carpet Ride’, ‘Hooked on a Feeling’, ‘Stuck in the Middle with You’ o ‘Coconut’. Después, en 1994, con la bomba que fue Pulp Fiction para el mundo del cine, el director llevó las cosas más lejos, y dio nueva vida a maravillas como ‘Misirlou’ (Dick Dale & His Del-Tones), ‘Jungle Boogie’ (Kool & the Gang), ‘Let’s Stay Together’ (Al Green), o ‘Son of a Preacher Man’ (Dusty Springfield), además de entregarnos la espléndida versión que Urge Overkil hizo de ‘Girl, You’ll Be a Woman Soon’, una canción que Neil Diamond había lanzado en 1967.

Los antecedentes pueden ser muchísimos, y nos muestran que la industria de la música siempre cuenta con el pasado para asegurar su futuro, por eso tantas figuras vienen vendiendo sus catálogos a grandes corporaciones que necesitan esas canciones para proyectar aún más lejos sus negocios.

El siglo XXI llegó hace mucho tiempo cargado de tributos y miradas a la historia, pero normalmente se trataba de reinterpretaciones de viejas canciones. Sin embargo, en los últimos años hemos visto cómo las audiencias más jóvenes se encuentran con viejos temas en sus versiones originales, y los convierten en tremendos éxitos, llegando en ocasiones a superar el alcance que tuvieron originalmente.

Stranger Things, ambientada en los 80, ha sido una abanderada de esta tendencia, y el caso más sorprendente se relaciona con ‘Running up that hill’, de Kate Bush. Esta canción de 1985 fue rescatada en la cuarta temporada de la serie, y 37 años más tarde se convertía en Número Uno; “Pensé que la canción obtendría cierta atención. Pero nunca imaginé que sería así, es muy emocionante”, dijo Bush a la BBC.

Nora Felder, supervisora musical de la serie de los productores ejecutivos Matt y Ross Duffer, se dio a la tarea de convencer a la artista británica para que concediera el permiso de utilización, y le hizo llegar imágenes y partes del guion para que pudiera ver cómo se utilizaría su canción, porque Bush, aunque es admiradora de Stranger Things, es muy selectiva a la hora de autorizar este tipo de usos. Además, se ha dicho que la actriz Winona Ryder, que interpreta a Joyce Byers en la producción, siempre ha sido fanática de Kate Bush, y que habría pedido que se incluyera su música en la serie.

El título completo de la canción, que también apareció en una recopilación de covers de Placebo en 2003, es ‘Running Up That Hill (A Deal With God)’, y el personaje de Max Mayfield se conectaba muy bien con la letra por su simbolismo.

Para hacernos una idea del impacto que tuvo el uso de ‘Running Up That Hill (A Deal With God)’ en la serie, podemos ver que en el perfil de Spotify de Kate Bush aparece con más de mil millones de reproducciones, mientras la segunda canción más escuchada (‘Wuthering Heights’), cuenta “apenas” con unos 190’000.000 de streams.

Otro caso que tuvo mucho eco en los medios y en las audiencias fue el de ‘Master of Puppets’ en la misma serie. En otro episodio de la cuarta temporada, el personaje de Eddie Munson toca este clásico de Metallica para espantar a los monstruos, y pocos días después ‘Master of Puppets’ se colaba entre las canciones más reproducidas a nivel global en Spotify. Hoy es el tercer tema más escuchado de la banda en esta plataforma, superado solamente por ‘Enter Sandman’ y ‘Nothing Else Matters’. El cuarteto manifestó su alegría y gratitud a la serie por el impulso que dio a su música y por el uso que tuvo la canción en esta escena emblemática.

La ambientación ochentera de Stranger Things ha representado una oportunidad perfecta para desempolvar la música de la época, y canciones como ‘Should I Stay Or Should I Go’ (The Clash), ‘Ghostbusters’ (Ray Parker Jr.), ‘Every Breath You Take’ (The Police), ‘Material Girl’ (Madonna), o ‘Separate Ways (Worlds Apart)’, de Journey, han conformado la banda sonora de esta exitosísima serie, dando nuevas oportunidades al público y los artistas para encontrarse.

Sin embargo, la televisión no ha sido el único camino para estos “rescates”, y el caso de ‘Dreams’, de Fleetwood Mac, que en un par de semanas fue escuchada más de 200’000.000 de veces gracias un video de TikTok en el que Nathan Apodaca, un hombre de Idaho, se grababa patinando mientras sonaba la canción y bebía de una gran botella de jugo. Esto llevó a que montones de personas en todo el mundo, incluyendo algunos miembros de Fleetwood Mac, crearan sus propias versiones del video en las redes sociales y este clásico estallara por todos lados. En esos días, las reproducciones del catálogo de la banda aumentaron un 68%, y se alcanzó a triplicar su alcance de cara a las audiencias menores de 27 años.

Indiscutiblemente, TikTok se ha convertido en una plataforma ideal para generar contenidos donde se desentierran canciones que sobresalen por un sonido que rompe con las estéticas vanguardistas de la moda. Recordemos, por hablar de un solo ejemplo, lo que pasó con Belanova y ‘Rosa pastel’, que para algunos terminó siendo un nuevo himno generacional sobre los sueños frustrados. La lista sería casi infinita porque día a día surgen nuevas creaciones musicalizadas con espíritu de añoranza.

Este es un reflejo de la naturaleza humana en la medida en que la nostalgia siempre hace parte de nuestros impulsos y motivaciones, y la industria del entretenimiento entiende eso a la perfección. Por eso abundan las giras de reunión de bandas icónicas, por eso Netflix hizo una serie sobre Luis Miguel, y otra sobre la historia de Fito Páez en el marco del aniversario de El amor después del amor, por ejemplo. Por eso, también, la gira de reunión de RBD ha sido tan increíblemente exitosa. No importa si tienes 20 años o 60, siempre hay cosas que echas de menos, para bien o para mal.

Al final, es un todo parte de una industria que tiene en sus catálogos un activo gigante, que vale millones y millones de dólares, fortunas que no pueden quedarse quietas e improductivas, y que tienen la capacidad de empujar hacia adelante el trabajo de muchísimas personas. Recordemos, una vez más, y ya para cerrar, que, en 1985, en Volver al futuro, Robert Zemeckis le estaba dando nueva vida a ‘Johnny B. Goode’, el clásico que Chuck Berry había lanzado tres décadas antes, en 1958, y que Michael J. Fox tocaba para celebrar el romance de sus padres.

No hay nada más natural (y rentable) que la nostalgia, un sentimiento tan arraigado, que incluso sentimos nostalgia por montones de cosas que nunca alcanzamos a vivir. Por más raro que parezca, la nostalgia también nos proyecta hacia el futuro porque en este mundo todos estamos parados sobre los hombros de gigantes.

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