Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente
Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

De Medellín al mundo: la revolución musical de SOG

El productor colombiano tiene entre manos un nuevo álbum lleno de colaboraciones de peso y con el sonido clásico que tanto lo caracteriza.

agosto 5, 2024

Cortesía

Conocido por su habilidad para fusionar ritmos tradicionales colombianos con el reggaetón y los afrobeats, SOG ha llevado su sonido único a escenarios internacionales. Desde sus humildes comienzos en Medellín hasta colaborar con gigantes de la música como Maluma y Blessed, su trayectoria es un testimonio de talento, perseverancia y visión artística. En esta entrevista exclusiva con Rolling Stone en Español, SOG nos habla detrás de su éxito, su proceso creativo y su apuesta por el talento emergente de Colombia.

El productor colombiano nos abre las puertas de su estudio y su mente creativa. Nos cuenta sobre su segundo disco, una apuesta audaz por el talento emergente de Colombia y colaboraciones internacionales con artistas de Puerto Rico, Chile y México. Este nuevo proyecto, que se perfila como un álbum colaborativo, refleja su evolución musical y la confianza que ha ganado tras años de búsqueda de su propio sonido. Desde sus inicios con “Tu cuerpo me llama” hasta su reciente éxito con “El ritmo que nos une”. Con un nuevo disco en camino, lleno de colaboraciones innovadoras, SOG está listo para redefinir el panorama musical y llevar el sonido colombiano a nuevas alturas.

Quiero enfocarme primero sobre todo en tu disco. ¿Cómo lo definirías? ¿Cómo abordaste los estilos y las colaboraciones? No me digas quiénes son, pero que me cuentes ahí cómo fue el proceso.

Me siento muy contento porque todos estos años había ido encontrando mi sonido. Yo llevo trabajando más o menos desde el 2010 que lanzamos ‘Tu cuerpo me llama’ que fue como mi primera canción importante y durante todos estos años venía trabajando. Me funcionaron varias canciones que hice, pero estaba encontrando mi estilo. Siento que no me había encontrado completamente hasta que ya empezamos con esta ola en el 2021, después de la pandemia, que salimos con ‘Lejanía’. Siento que ya me fui encontrando, que mi música funcionara me dio esa seguridad de que mi estilo gusta. Como productor a veces dudas: “¿Por qué no me pegará? o ¿Será que mejor hago esto para que pegue?” Te genera dudas, pero cuando ya pegas una canción ya te da esa seguridad y esa confianza para seguir trabajando. Este disco creo que me ha dado la suficiente seguridad para invitar a todos los artistas, pero a mi cancha. Tengo colaboraciones con Ryan, con Blessed, con Totoy El Frío, con Esteban Rojas y con amigos de Chile como King Savage. Tengo diferentes colaboraciones. Traté de traerlos a todos a ese estilo de reggaetón que me ha funcionado bastante bien y que todos se acomodaran un poco a mi esencia y les gustó. Se sentían súper cómodos. Hice mi disco prácticamente en un campamento por Medellín. Me metí en un campamento de tres semanas a hacer música y llamé a todos los artistas. Me dio mucha seguridad de que ahora tenemos esa fortuna de poder hablar a los artistas y ellos nos respaldan. Me llena de mucho orgullo poder levantar el teléfono a estos artistas tan importantes y que me hayan respondido. El disco es reggaetón, afrobeats, tiene esa esencia de música muy colombiana, el tipo de bajo que siempre me ha caracterizado, las baterías muy contundentes, muy buenas letras, todas las canciones tienen excelentes composiciones en cuanto a la letra. Me siento feliz y orgulloso porque estoy haciendo la música que me gusta. Musicalmente me siento completamente lleno. La ingeniería también que trabajo, estamos sonando muy bonito. Siento que tenemos un sonido con el que estamos apretando y compitiendo en el mundo.

¿Cómo logras ese balance entre lo que es tu sello sonoro junto con la esencia del artista con el que estás colaborando?

Bueno, tienes que tener la visión. El productor tiene que entender muy bien el sonido del artista para llegar a un punto medio. Obviamente que el artista no se salga de su cancha, ni de su estilo, ni sacarlo de su flow o su esencia, pero también tratar de traerlo un poquito a lo que me ha funcionado. Es tener una comunicación con el artista, tener los argumentos suficientes como para proponerle cosas al artista y que te crea. La credibilidad del productor es bien importante. Los artistas confían en mí, es lo más importante. A veces me tiran un verso y les digo si me gusta o no me gusta o que escriban un verso nuevo. El productor es quien dirige la obra y tienes que tener la suficiente confianza con el artista. También es muy importante la amistad y creo que todos los artistas con los que trabajé tenemos una gran amistad. Eso va por encima de la música. Donde hay amistad, hay música, y todos los artistas con los que trabajé son excelentes compañeros, amigos y colegas. Entonces la comunicación fue bastante fácil y fluida.

¿Tú te acuerdas de la primera vez que hiciste un beat?

Sí, no recuerdo el beat como tal, pero sí recuerdo la primera vez que abrí el Fruity Loops, el programa en el que hago los ritmos. Antes no había internet ni banda ancha, entonces me tocaba ir a los cafés internet a descargar los programas por partes. Recuerdo que el Fruity Loops pesa como 300 MB y en ese tiempo estaba como en 30 partes de 10 MB. Entonces me tocaba ir a diferentes horas al café internet, bajar todas las partes y luego las unía en mi computador. Cuando abrí el programa lo odié porque no entendí nada, lo detesté en el primer instante y lo cerré. Luego ya con más calma intenté abrirlo nuevamente y ya empecé a comprenderlo. Recuerdo que por ahí ya empecé a hacer los primeros sonidos, pero ya luego no sabía cómo sacarlo del programa ya era investigar a exportar y aprender el lenguaje. Fue autodidacta todo mi proceso.

Hoy en día, ¿cómo lo compararías? Te sientas frente a tu computadora, ¿y qué sucede?

No lo forzo. A pesar de que hacer música mi mente lo sabe hacer y es algo que seguramente de forma mecánica mi cerebro sabe hacerlo y crearlo, pero trato de que la inspiración me llegue en los momentos en los que menos me imagino. Trato de no forzarlo, hago otras cosas y cuando mi mente me dice: ‘Métete al estudio’ voy y en ese momento trabajo, pero trato de no forzarlo mucho. Me divierto, me gusta mucho hacer pistas solo y ya luego en las sesiones con los artistas mostrarles los ritmos que retumben en el estudio. Así hago la mayoría de canciones. Obviamente también tengo muchas que hemos creado de cero junto con el artista al lado mientras toco el piano y él canta, pero me gusta cuando llego a la sesión con pistas preparadas.

Cortesía

¿Cómo crees que tú has ayudado a forjar el nuevo sonido del género urbano en Colombia y el mundo? Yo creo que tú los últimos años has pegado una cantidad de discos y canciones que uno dice: ‘Esto es la nueva cuna del reggaeton colombiano al mundo’.

Bueno, como que te va dando confianza el pegar. Si pegas una canción dices bueno, eso tiene los códigos. He mantenido mi esencia, mi bajo es un bajo muy colombiano. Mi reggaetón es un reggaetón bien colombiano. Tengo amigos puertorriqueños que ellos mismos me dicen que ni siquiera en Puerto Rico se está haciendo ese reggaetón, en Puerto Rico se desvió un poco y ahora está muy trapero. Mientras que nosotros en Colombia nos mantuvimos con el reggaetón y lo fuimos evolucionando. A mí me gusta mucho explorar, divertirnos, hacemos lo que queremos, nunca me meto al estudio pensando que voy a hacer una canción como otra. Siempre hacemos lo que queremos y ‘Mujerieg’ es una canción que evidencia lo que es salirse de las reglas en un momento en el que solo estaba sonando reggaetón y salimos nosotros con un merengue que se nos fue mundial y no dimensionamos. Lo hicimos solamente riendo, casi que una parodia y saber que se convirtió en una de las canciones más importantes que tenemos. Creo que la clave es explorar, confiar en uno mismo y hacer música para nosotros. Si a la gente le gusta y se identifica bien, pero como que tratamos de hacer música que nos haga sentir felices a nosotros.

¿Cómo sería tu visión respecto a la música urbana hacia el futuro?

Hay muchos ritmos que están por ahí que me coquetean y gracias a Dios he tenido la oportunidad de salir de mi país y darme cuenta que en el mundo suenan diferentes tipos de música que en Colombia nunca vamos a escuchar. Trato de absorberlo y aplicarlo a mi música, pero siento que eso va a evolucionar muchísimo. El reggaetón y la música urbana tienen muchas vertientes, está el trap, está el thrill, está el reggaetón y se puede hacer de todo tipo de canciones. El reggaetón es solo un patrón rítmico, pero puedes hacer los acordes que quieras con el BPM que quieras y con las temáticas que quieras. Es un género que tiene todavía mucha vida seguro, van a implementarse otros sonidos. Por ahí vemos el jersey también que es otro tipo de ritmo más electrónico. Creo que creo que va a evolucionar, pero ya el reggaetón es un género que se quedó y ya hace parte de la lista de géneros mundiales. Entonces creo que en unos años es pura evolución. Creo que los cantantes, las letras, la interpretación, van a aparecer nuevos productores y nuevas voces que le dan un refresh a esa exploración sonora.

En esa exploración sonora, ¿qué te ha volado la cabeza últimamente? Respecto a los ritmos y esas cosas.

Hay un artista que me gusta mucho de Estados Unidos que se llama Central Cee, es un rapero de allá que hace afrobeats con trap con thrill. Es como un híbrido de muchos géneros y me llama bastante la atención porque creo que es un ritmo que si le absorbo los códigos y lo aplico a nuestra música, la gente lo va a saber digerir. Creo que a la gente le va a gustar muchísimo porque es música de fiesta. Ahora está funcionando bastante bien la música que te haga parar a bailar y que te haga sentir bien. Entonces creo que la música que te causa esa sensación es la que funciona.

Sí, estamos viviendo como un EDM rival.

Exacto, los productores con un sonido bien electrónico también. También ha funcionado trabajar cosas de la cuna, absorbiendo cosas de antes y que suene como antes, pero con la evolución de ahora. Que suene como a reggaetón de antes, pero hecho ahora por muchachos ahora y reggaetón del futuro. Me caracteriza mucho que trato de hacer reggaetón original de hace años. Trato de que sea un reggaetón fuerte como el original cuando empezó esto.

A ti como productor, ¿cuál ha sido la maravilla de la tecnología que más te ha servido o que tienes ahora en 2024 y que hace 10 años no tenías?

Yo amo el Melodyne, que es una herramienta para afinar las voces y los instrumentos. Siempre que lo abro con colegas, digo: ‘Dios mío, ¿quién se habrá inventado esto’ Que le den un premio a quien inventó el Melodyne, quien inventó el autotune, el Fruity Loops y Pro Tools. Esas cuatro herramientas son mi vida. Con esas herramientas son con las que trabajo y llevo la comida a la casa.

Para cerrar quiero hablar de ‘El ritmo que nos une’. Creo que es algo que no se puede ignorar de todas formas. ¿Cómo viste lo que sucedió con esta canción y cómo fue el proceso de crearla?

Súper felices, hermano. Llevo muchos años trabajando, 13 años más o menos. Que hoy en día pueda decir que tengo una canción en el Top 50 Mundial cuando cada viernes salen como 20,000 o 50,000 canciones y que sepas que abres el Top Global y que tu nombre está ahí en el número 30 y algo entre las 50 canciones más escuchadas del mundo. Eso te da un orgullo y un sentimiento tremendo. No hay forma de escribirlo, solo da una alegría inmensa y ganas de seguir trabajando. Ahí es donde te da esa confianza y esa fuerza porque da esa seguridad de que si un tema pegó, esto es infinito. ‘El ritmo que nos une’ ha sido una bendición. Doy muchas gracias a Dios siempre por todas nuestras canciones, como ‘Mujeriego’, una canción que nos trajo muchas bendiciones a nuestras vidas.