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Cinco grandes películas venezolanas

Un repaso por algunos títulos indispensables de la cinematografía venezolana

julio 24, 2024

Samuel Lange Zambrano es 'Junior' en Pelo malo

Cortesía de Cinema Tropical

En la década del 50, en Venezuela, el gobierno de Marcos Pérez Jiménez promovió el cine con la creación de instituciones como Bolívar Films. Durante esta época, se realizaron importantes producciones, entre ellas La balandra Isabel llegó esta tarde (1949) de Carlos Hugo Christensen, y en la década posterior surgieron directores influyentes como Román Chalbaud, quien comenzó a explorar asuntos sociales y políticos en sus películas.

El cine venezolano comenzó a caracterizarse por una fuerte inclinación hacia estas temáticas, reflejando la turbulenta situación del país. Películas como Soy un delincuente (1976) de Clemente de la Cerda se convirtieron en referentes del cine de denuncia social. En los años 80 se consolidó la industria con la creación del Fondo de Promoción y Financiamiento del Cine (Foncine), apoyando a cineastas emergentes. Sin embargo, la industria cinematográfica venezolana sufrió una crisis debido a la inestabilidad económica y política. Sin embargo, surgieron algunas producciones destacadas como Macu, la mujer del policía (1987) de Solveig Hoogesteijn.

En el nuevo siglo, el cine venezolano experimentó un renacimiento con películas que alcanzaron éxito nacional e internacional. Punto y raya (2004) de Elia Schneider, Desde allá (2015) de Lorenzo Vigas, ganadora del León de Oro en el Festival de Venecia, y La familia (2017) de Gustavo Rondón Córdova, trabajos que abordan una amplia gama de temas, desde lo social y político hasta lo personal e íntimo y que reflejan la realidad sociopolítica del país, que incluye a la pobreza, la violencia, la corrupción y la crisis de identidad como las problemáticas principales.

Estas son quizás cinco de las mejores películas hechas en Venezuela:

5. La casa del fin de los tiempos
Dir. Alejandro Hidalgo
2013

Dulce (Ruddy Rodríguez), es una mujer que vive en una antigua casa donde suceden fenómenos paranormales, y que es acusada de asesinar a su esposo y de la desaparición de su hijo. Tras pasar 30 años en prisión, Dulce regresa a la casa, donde empieza a descubrir la verdad detrás de los eventos que ocurrieron décadas antes. El director Hidalgo utiliza una combinación de técnicas de suspenso y terror clásico con elementos innovadores, creando una atmósfera tensa y escalofriante. La casa, como escenario principal, se convierte en un personaje más, con su arquitectura y sus sombras contribuyendo al ambiente ominoso.

4. Secuestro Express
Dir. Jonathan Jakubowicz
2004

Una película intensa y provocadora que ofreció un retrato brutal y sin concesiones de la violencia cotidiana en Caracas, poniendo de relieve la crisis de seguridad que ha afectado a la ciudad. Carla y Martin son una pareja joven que es secuestrada por un grupo de delincuentes. Los plagiarios son tres jóvenes de los barrios pobres de la ciudad, que ven en el secuestro una oportunidad rápida para ganar dinero. Durante el transcurso de una noche, Carla y Martin son llevados por toda la ciudad mientras los secuestradores intentan extorsionar a sus familias. A medida que pasa el tiempo, la tensión aumenta y las diferencias de clase, así como la desesperación y la violencia, se hacen evidentes. El gobierno de Venezuela en su momento criticó la película por su representación negativa del país, argumentando que exageraba la violencia y la criminalidad. Pero a pesar de las críticas internas, la película recibió elogios en varios festivales de cine internacionales por su audaz narrativa y su realismo crudo.

3. Postales de Leningrado
Dir. Mariana Rondón
2007

Su enfoque poético y estilo narrativo único la convierten en una de las películas más importantes del cine venezolano contemporáneo. Cuenta la historia de una niña, hija de guerrilleros, que crece en la clandestinidad durante la década de 1960 en Venezuela. La narración se da a través de los ojos de esta niña y su primo Teo, quienes crean un mundo imaginario lleno de fantasías y aventuras heroicas para lidiar con la realidad de la guerra y la ausencia de sus padres. La historia mezcla hechos históricos con la imaginación infantil, creando una cinta a la vez conmovedora y surrealista al estilo de El laberinto del fauno de Guillermo del Toro.

2. El pez que fuma
Dir. Román Chalbaud
1977

Una película fundamental en la historia del cine venezolano, conocida por su crítica social e incómoda ante las dinámicas de poder y las desigualdades con su representación realista de la vida en un burdel en Caracas. ‘La Garza’ es la madama del ‘El pez que fuma’, la casa de lenocinio situada en una zona portuaria de Caracas; Jairo es el joven y ambicioso amante de ‘La Garza’ que aspira a tomar control del burdel; y Antonia es una de las trabajadoras que se convierte en la nueva protegida de ‘La Garza’, generando celos y conflictos. A través de las dinámicas de los personajes se explora cómo el poder puede corromper y cómo las jerarquías se establecen y se perpetúan tanto en el macrocosmos como en el microcosmos.

1. Pelo malo
Dir. Mariana Rondón
2013

Junior es un niño de nueve años que vive en un barrio pobre de Caracas está obsesionado con alisar su cabello rizado, que él llama “pelo malo”, para lucir como un cantante de moda en la foto de su escuela. Su madre, Marta, es una joven viuda que se enfrenta a la presión de mantener a su familia mientras lucha con sus propias preocupaciones y prejuicios. A medida que Junior insiste en su deseo de alisar su cabello, Marta empieza a temer que su hijo pueda ser homosexual, y la tensión entre ellos crece, exponiendo las profundas heridas y las expectativas sociales sobre la masculinidad y la identidad en la sociedad venezolana. La película de la directora más importante del cine venezolano ha sido objeto de discusión y análisis por su representación honesta y sin adornos de los problemas sociales en Venezuela y es una película poderosa que invita a la reflexión sobre la identidad personal y las expectativas sociales, a través de un relato emotivo y realista.