Después de una larga ausencia de cinco años, Kendrick Lamar ha vuelto por fin. Mr. Morale and the Big Steppers es el tipo de viaje denso, complejo, contradictorio y emocionante a la mente de Pulitzer Kenny que estábamos esperando. Con más de 70 minutos de música, hay mucho que procesar, disfrutar y debatir. Nuestra reseña completa está en camino. Mientras tanto, aquí hay cinco observaciones de una larga noche de escucha profunda.
1. Mr. Morale and the Big Steppers es un álbum doble… más o menos
Mr. Morale and the Big Steppers es un álbum doble que recuerda a un disco de dos vinilos de la vieja escuela con una duración de una hora: 34 minutos para el disco 1: Big Steppers y 38 minutos para el disco 2: Mr. Morale. Con más de 15 minutos por cara, es comparable al primer álbum doble de la historia del hip-hop, el éxito de 1998 de DJ Jazzy Jeff & The Fresh Prince, He’s the DJ, I’m the Rapper. También contrasta con las casi dos horas de duración de los discos dobles de finales de los 90, como All Eyez on Me de 2Pac, Wu-Tang Forever de Wu-Tang Clan, Life After Death de Notorious B.I.G. y The Element of Surprise de E-40.
2. La lista de invitados de Lamar está llena de sorpresas impactantes
Mr. Morale está repleto de invitados como Blxst de Chosen, el hombre de hierro de Wu-Tang, Ghostface Killah, la sensación del R&B Summer Walker, la cantante caribeña Amanda Reifer, el cantautor británico Sampha y los artistas de pgLang Baby Keem y Tanna Leone. Pero quizá la mayor revelación sea Beth Gibbons, la voz del trío británico de trip-hop Portishead. Añade un canto espectral a Mother May I, la desgarradora y catártica exploración de Lamar de los abusos físicos y sexuales en su familia y en la comunidad negra. Es la contribución musical más destacada de Gibbons desde el último álbum de Portishead hasta la fecha, el brillante Third de 2008. Hasta ahora, sólo había hecho modestas apariciones con el proyecto JJ Doom de Jneiro Jarel y MF Doom y con los metaleros británicos Gonga (este último una evocadora versión de Black Sabbath de Black Sabbath). Junto con la actuación de reunión de Portishead durante un concierto benéfico en Ucrania el 2 de mayo, este mes ha traído una sorprendente oleada de actividad del famoso cantante, tímido en cuanto a publicidad.
Mientras tanto, Kodak Black tiene más tiempo de micrófono que casi todos los demás en el álbum. Algunos se preguntarán por qué Lamar hace plataforma a un rapero talentoso pero díscolo que ha sido condenado por agresión sexual y que ha generado numerosas controversias desde que el expresidente Donald Trump lo indultó en enero de 2021. Una respuesta llega cerca del final de Mother I Sober, cuando Lamar rapea: «I know the secrets/Every other rapper sexually abused/I see them daily burying their pain in chains and tattoos/So listen close before you pass judgement on how we move». [Conozco los secretos/Cada uno de los otros raperos abusados sexualmente/Los veo a diario enterrando su dolor en cadenas y tatuajes/Así que escucha atentamente antes de juzgar cómo nos movemos] Como se desprende del aclamado videoclip de Lamar
The Heart Part IV de Lamar, cree que el comportamiento del hombre negro es un amplio espectro que puede ser trágicamente heroico (Nipsey Hussle), frustrantemente errático (Kanye West), desgarradoramente decepcionante (Will Smith) y tóxicamente violento (OJ Simpson).
Otro momento incómodo de Mr. Morale llega en We Cry Together, donde Lamar y la actriz Taylour Paige, que hizo un memorable papel de estrella en el éxito de culto de 2020, Zola, se enzarzan en una fuerte discusión llena de crueles insultos. La canción recuerda a la favorita de los fans de RZA, Domestic Violence, de 1998. Aquí, Lamar le da a Paige una voz igualitaria, y ella consigue unas cuantas líneas buenas: «Always act like your shit don’t stink/Motherfucker, grow up!».[Siempre actúa como si tu mierda no apestara/Hijo de puta, madura].
3. Sí, Kendrick Lamar ha estado leyendo las noticias
Hay varias letras en Mr. Morale. Habla en Father Time de cómo Drake y Kanye aplastan su “beef” que el año pasado le “confundieron”, para darse cuenta de que él mismo necesita aprender compasión y perdón. «Guess I’m not as mature as I think/Got some healing to do»[Supongo que no soy tan maduro como creo/tengo que curarme], añade.
Otro momento que generará titulares en Internet llega en el tema destacado Savior, cuando parece criticar al escolta de los Brooklyn Nets y destacado antivacunas Kyrie Irving: «See the Christians say the vaccine the mark of the beast/Then he caught Covid and prayed to Pfizer for relief/Then I caught Covid and started to question Kyrie». [Los cristianos dicen que la vacuna es la marca de la bestia/Entonces cogió el Covid y rezó a Pfizer para que le aliviara/Entonces cogí el Covid y empecé a cuestionar a Kyrie]. También hace referencia al presidente ruso Vladimir Putin en el mismo tema («Vladimir making nightmares»[Vladimir haciendo pesadillas]).
4. Auntie Diaries es candidata a canción del año
Con Auntie Diaries, Lamar se convierte en la rara superestrella del hip-hop que honra a la comunidad transgénero. Como todo lo que hace Lamar, es complicado. Revela que su tía “es un hombre” ahora y que su prima es “Mary Anne ahora”, pero no puede evitar nombrar a ambas con el nombre de su identidad antes de la transición. Admite que utilizaba con frecuencia la palabra “maricón” cuando era más joven. Sin embargo, Lamar llega a un lugar muy diferente al de Dave Chappelle, que intentó el mismo truco de desplegar un lenguaje intolerante en su especial de 2019 Sticks & Stones, pero finalmente no pudo dejar de lado sus prejuicios. El eventual abrazo de Lamar a los miembros de su familia queer se siente sincero y ganado, y para los oyentes que recuerdan cómo el tormento cristiano de fuego y piedra ha sido central en su trabajo anterior, es emocionante escucharlo reflejar un ethos espiritual que es más inclusivo. Auntie Diaries es el punto culminante de un álbum que lo encuentra evolucionando de manera apurada más allá de los miedos, la misoginia y los deseos de vagabundear de su pasado a favor de una vida “moral” más rica y positiva.
5. Kendrick Lamar contra “Cancel Culture”
Los oyentes de Mr. Morale ya están analizando varias letras de Lamar que parecen abrazar la “cultura de la cancelación”, un concepto que muchos argumentarían que no existe. En Savior, rapea: «Bite they tongues in rap lyrics/Scared to be crucified about a song but they won’t admit it/Politically correct, that’s how you keep an opinion». [Se muerden la lengua en las letras de rap/Miedo a ser crucificados por una canción pero no lo admiten/Políticamente correcto, así es como se mantiene una opinión]. N95 le encuentra afirmando: «I am too real/I’m done with the sensitive taking it personal». [Soy demasiado real/Harto de que los sensibles se lo tomen como algo personal]. Para Worldwide Steppers, ofrece: «N**gas killed freedom of speech/Everyone’s sensitive» [Los negros mataron la libertad de expresión/Todos son sensibles].
Sin embargo, merece la pena escuchar las letras de Lamar en el contexto de todo el álbum. Mr. Morale lo encuentra aprendiendo a dejar de lado sus prejuicios juveniles, una evolución no sólo provocada por su ausencia durante años de la escena del rap (salvo por un puñado de invitados como family ties de Baby Keem) y una pandemia mundial, sino también por su deseo de ser un mejor padre, pareja romántica y ciudadano de la comunidad negra, todo ello mientras aprende a aceptar un nivel de fama que hace que los fans se conviertan en un enjambre cada vez que se le ve en público. Es mucho que procesar, y en la canción que da título al disco dice que a veces tiene “miedo de mi mente abierta”. Sólo quiere ser honesto sobre su viaje. Además, no es que pretenda estar por encima de las críticas: «Kendrick made you think about it/But he is not your savior». [Kendrick te hizo pensar en ello/Pero no es tu salvador].