El pasado 24 y 25 de mayo se llevó a cabo Baum Festival, uno de los eventos más grandes de música electrónica en Colombia. Carlos David Ruiz, un joven de 25 años, fue uno de los miles de asistentes que acudieron al espectáculo que tuvo lugar en Corferias durante el fin de semana. Sin embargo, el festival estuvo marcado por una serie de sucesos que condujeron a la muerte de Ruiz y que, de momento, siguen siendo investigados.
Los hechos se desarrollaron en el recinto ferial, en donde, poco antes de la culminación del primero de dos días de festival, Carlos David se alejó de sus acompañantes tras recibir una llamada telefónica. Sin embargo, nunca regresó.
Durante las primeras horas desde su desaparición, sus acompañantes acudieron al equipo logístico de Baum para pedir acceso a las cámaras y lograr dar con el paradero de Carlos David, sin embargo, y como afirman a los medios, los organizadores del evento no cooperaron en dar continuidad al caso. “Lo único que pedíamos del Baum Festival era que miraran las cámaras, publicaran su desaparición en redes, que permitieran a mis amigos buscarlo ese día, a ver si había quedado allá”, comentó una de sus amigas en declaraciones públicas.
El padre de Carlos, Álvaro Ruiz, viajó desde Valledupar, ciudad natal de Ruiz y su familia, a Bogotá tan pronto como supo de la desaparición de su hijo. A través de una conversación telefónica con El País, Álvaro describió a Carlos como un joven “alegre, jovial y responsable”, que “practicaba deportes, iba al gimnasio y se transportaba en bicicleta a su trabajo. No tenía novia oficialmente, pero salía con varias amigas”. Y con su voz quebrada, agregó: “Uno no espera enterrar a sus hijos. Uno quiere que lo entierren a uno primero”.
Álvaro Ruiz explicó que contactó a Hernán Cayetano, uno de los socios fundadores del Baum Festival, solicitando revisar las cámaras de seguridad y las instalaciones. Y, aunque Cayetano prometió iniciar la búsqueda, Álvaro decidió notificar a las autoridades locales y activar una investigación oficial con la Policía.
En la tarde del domingo, la Fiscalía afirmó que el cuerpo de Carlos había sido encontrado en uno de los tanques de agua que sirven como contrapeso de los escenarios. “Los tanques tienen una tapa con un pequeño hueco. Me parece muy raro que no hayan visto nada antes, ni un reguero de agua ni nada. No entiendo cómo pudo caer allí”, comentó Álvaro Ruiz, quien sigue sin poder comprender cómo su hijo llegó a ese lugar. Los organizadores del evento contactaron a Álvaro la noche del domingo, afirmando no haber encontrado a Carlos, además de mencionar que se dirigían a Chile para otro festival. Sin embargo, para ese momento, la Fiscalía ya había localizado el cuerpo del joven.
El padre descartó la posibilidad de un suicidio, describiendo a su hijo como un joven sano y alegre. “Esperaré el dictamen de la Fiscalía”, dijo, añadiendo que aún no había visto los videos de las cámaras de seguridad que captaron el momento en el que el joven de 25 años caía, aparentemente, de manera accidental en el tanque en el que fue encontrado. Una vez se obtengan los resultados de la investigación, Álvaro planea trasladar el cuerpo de Carlos a Valledupar para su entierro. “De mi parte, solo quiero la verdad”, concluyó.
Los registros de las cámaras de seguridad recopilados por Corferias y entregados a la Policía Nacional presuntamente muestran a Ruíz evadiendo la seguridad y logística del evento, ingresando a una zona exclusiva de personal autorizado y cayendo “accidentalmente” al tanque, “sin terceras personas en el lugar de los hechos”. Como afirman fuentes a medios nacionales, el cuerpo “no presentaba signos de violencia”.
Carlos David Ruiz fue encontrado sin vida cerca a la puerta tres del recinto ferial, cuando operarios encontraron sus restos casi 40 horas después de haber sido visto por última vez. Pero a medida que avanza la investigación, tanto familiares como asistentes, personas y funcionarios públicos cuestionan cómo alguien pudo morir “ahogado” en tanques de 120cm de altura y cubiertos por rejas para impedir cualquier incidente.
Juan David Quintero, concejal de Bogotá por el partido Nuevo Liberalismo y primo lejano de Carlos, expresó su escepticismo sobre las circunstancias de la muerte. “Me mandaron una foto del tanque, y no sé cómo podría meterse ahí. Tiene una ranura pequeña por donde cabe una manguera”, comentó Quintero. El concejal señaló la aparente falta de acción por parte de los organizadores del festival, quienes continuaron con el evento a pesar de que se reportó la desaparición de Carlos desde un primer momento.
Y continuó: “Las versiones, hasta ahora, han indicado que apareció dentro de un tanque de agua en Corferias. Inicialmente nos habían dicho que él había salido de Corferias, pero la realidad es que nunca salió del sitio de la fiesta”.
Esta no es la primera vez que Baum Festival enfrenta cuestionamientos por incidentes ocurridos durante su desarrollo. En 2022, una joven falleció después de asistir al evento, con la Secretaría de Salud atribuyendo su muerte a una condición grave posiblemente relacionada con el consumo de sustancias psicoactivas. “¿Por qué no hay protocolos de prevención de alto impacto proporcionales al riesgo? Si hay una persona desaparecida, ¿por qué se demoran hasta el domingo para revisar las cámaras? Si es verdad que hay un video, ¿por qué no lo vieron el sábado?”, cuestionó Quintero.
Miguel Santacoloma, director de Comunicaciones de Páramo Presenta, la empresa organizadora de Baum Festival, informó que ningún miembro de la organización dará entrevistas hasta obtener el reporte final de la Fiscalía. En un comunicado publicado en la cuenta de X del evento, lamentaron profundamente la muerte de uno de sus asistentes y aseguraron que, según la información disponible hasta el momento, no se trató de un caso de violencia física ni se sospecha de la ocurrencia de un delito. El comunicado también destacó que están colaborando plenamente con las autoridades en todos los requerimientos para la investigación.
No obstante, en las últimas horas se ha dado a conocer una declaración clave que podría dar un nuevo rumbo al caso. Según afirmó un empleado de la logística del evento a Blu Radio, los organizadores habrían tenido conocimiento de la muerte del joven desde la mañana del sábado 25 de mayo, pero habrían optado por mantenerlo en secreto para no interrumpir el festival. El empleado relató que los rumores sobre la presencia de un cuerpo en el recinto ferial comenzaron a circular entre el personal del evento desde el sábado en la mañana.
“Me dijeron: ‘Hay un muerto en Corferias, pero no quieren que lo sepa la Fiscalía, ni que lo sepa el periodismo para no tirarse nada’”, confesó el empleado, quien prefirió permanecer en el anonimato.
El testimonio sugiere que los organizadores priorizaron la continuación del festival ya que se tenía previsto un mayor número de asistentes el sábado. “Como faltaba la mitad del evento, los organizadores prefirieron no informar lo que había sucedido; justamente el sábado 25 de mayo los asistentes al evento eran más que el día anterior”, explicó el trabajador.
Y añadió: “Yo sé que hay una familia que está llorando en este momento a un muchacho, que por locura o no locura, que por droga o no droga, pero no merecía morir así”, declaró al programa radial.
La escena de la música electrónica en Bogotá ha estado marcada por casos similares al que el colectivo Baum se encuentra involucrado. Además del incidente de 2022, en 2019, un joven estudiante de 19 años murió en el festival de música electrónica que se llevó a cabo en el desierto de La Tatacoa, en Huila. Aunque ambos incidentes están relacionados con el consumo desmedido de sustancias psicoactivas, los casos también apuntan a algunas negligencias en el manejo de este tipo de situaciones.
Casos similares han evidenciado la necesidad de la creación de protocolos que reduzcan los daños y garanticen el mínimo vital de agua en todos los eventos masivos de cualquier género musical. Y si bien gran parte de la responsabilidad recae en los asistentes y su participación en un consumo responsable de cualquier tipo de sustancia, así como en el cuidado del otro, los eventos deben velar por el bienestar del público, sobre todo en situaciones donde una vida se encuentre en peligro.
La investigación de Carlos David Ruiz, de momento, se encuentra en manos del CTI de la Fiscalía, órgano que determinará los sucesos que llevaron al deceso.
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