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Buen consuelo para los fans de Guns N’ Roses

Su legendario guitarrista consolida el sonido de esta conspiración

Por  MARCELA GUERRERO

GIBSON/ROSS HALFIN

Slash feat. Myles Kennedy & the Conspirators

4

Pocos guitarristas han logrado entrar con su primer disco en las listas de los grandes en su instrumento; Slash y Eddie Van Halen son dos ejemplos perfectos. Desde el lanzamiento de Appetite for Destruction en 1987 con Guns N’ Roses, el hombre del sombrero se ha ganado un lugar entre los más carismáticos y respetados intérpretes de las seis cuerdas; en estos 35 años ha compartido estudios y escenarios con artistas tan importantes y diversos como Lemmy, Michael Jackson, Lenny Kravitz, Ozzy Osbourne y Rihanna.

Slash y sus guitaras Gibson han sido siempre sinónimos de rock & roll clásico y versatilidad, algo que ha venido demostrando a lo largo de sus trabajos con Myles Kennedy & the Conspirators. Si bien sus álbumes están bien enmarcados en los patrones más tradicionales del género, Slash ha logrado dar vuelta a su sonido para plasmarlo en canciones potentes y divertidas que no recurren a la sombra de Axl W. Rose.

4 es el más reciente ofrecimiento de este proyecto, y empieza con ‘The River Is Rising’, un sencillo poderoso, capaz de abrirse paso en la radio comercial para inyectar algo de la fuerza que el rock del siglo XXI tanto necesita.

GIBSON/ROSS HALFIN

Myles Kennedy es un cantante de alto calibre y hace un gran trabajo cuando logra alejarse de la similitud que su timbre tiene con la voz de Steve Perry, cantante legendario de Journey. Las notas más bajas de su registro le dan la oportunidad de fortalecer una identidad que podría darle mucho más carácter a la banda.

De cualquier modo, este es un disco al que se llega por Slash, donde su interés por explorar la guitarra es palpable, y es algo que agradecemos de cara al futuro del instrumento en tiempos de sonidos prefabricados, con escalas y armonías a la venta. Acá el sonido apunta al de una verdadera banda, no se limita a convertirse en vehículo para solos interminables, sino que busca canciones sólidas, épicas en algunos casos (‘Fall Back to Earth’), y muy pegajosas en otros (‘Fill my World’), con todo el potencial para que nuevos fans se suban al tren del buen rock & roll y conozcan el legado de Aerosmith, Led Zeppelin o AC/DC. Un tren que jamás podrá detenerse.

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