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Brian Welch, de Korn, y el camino de regreso

Hablamos con el guitarrista sobre sus años de adicción, la salvación espiritual y sus nuevos caminos musicales

Por  IGNACIO MAYORGA ALZATE

abril 19, 2017

Cortesía

“2005 es como un manchón. Estaba consumiendo tres tipos de metanfetamina. Solo sé que no era feliz”, con estas palabras Brian ‘Head’ Welch describe los pasos que lo llevaron a abandonar Korn en el documental Reconciliation de 2013. “No me gustaba estar en la banda, no me gustaban la mayoría de los miembros y no me gustaba yo mismo, más que nada. Ser un drogadicto al que no le gusta su entorno, tratando de criar una hija al mismo tiempo, realmente no funciona”. Sentado en una iglesia cristiana aún con la resaca química recorriendo cada poro bajo su saco de capota, Brian Welch se reencontró por primera vez con las palabras de Mateo 11:28: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana”. El 22 de febrero de 2005, tras regresar de la gira de promoción de Take a Look in the Mirror, Brian Welch abandonó a Korn, después de haber encontrado a Jesucristo y decidido limpiarse de todas las sustancias que habían convertido su existencia en un verdadero infierno.

Durante un tiempo, el guitarrista estuvo dedicado a sus propios proyectos. Tres años después de salirse de la banda, Welch lanzó su primer álbum solista Save Me From Myself, una fulminante descarga de industrial y metal cristiano en el que miraba de frente al rostro a los demonios de la adicción y el odio propio. Uno de los videos de este trabajo, Flush, recibió fuertes críticas por dos modelos que se movían una encima de la otra de manera sensual. Al final, la industria de la música cristiana es más compleja que la del rock masivo. Si bien los discos que produjo en solitario y con su siguiente banda Love and Death no alcanzaban la emoción de Korn, los esfuerzos que adelantó para sincerarse frente a su nuevo público valen la pena en el sentido de que presentan un mensaje de esperanza sin necesariamente imponer un sermón a las audiencias del metal. Simultáneamente, Welch empezó a escribir sus memorias. Cada uno de los cuatro tomos narra su salida y reintegro a Korn a la luz de su nueva perspectiva espiritual.

Ahora, doce años después de esa primera epifanía y cinco después de que se reencontrara con Jonathan Davis, James ‘Munky’ Shaffer, Reginald ‘Fieldy’ Arvizu, y el baterista Ray Luzier, Brian Welch toma el teléfono al otro lado del Atlántico mientras se prepara para un concierto en una plaza de toros de Lisboa. Este show hace parte de la gira de promoción de The Serenity of Suffering, su segundo álbum con Korn después de reintegrarse a la alineación en 2013 para The Paradigm Shift. Quizás se deba al efecto de no ver el rostro del interlocutor, pero su voz resuena con el poder de una fuerza natural, con la entereza de una montaña ancestral o un volcán dormido que ya no tendrá nunca más que explotar entre flamas, magma y ceniza. Casi puede escucharse que sonríe al otro lado de la línea.

Comencemos hablando sobre la intención de The Serenity of Suffering, ¿cómo funcionan estas canciones dentro del catálogo más extenso de Korn?

Queríamos regresar al sonido pesado de guitarra, de ambas guitarras sonando. Ahora que habíamos regresado como banda tenía sentido hacer un disco más enfocado en la guitarra. Se sienten muy bien en el catálogo porque hicimos esas canciones pensando en los conciertos y queríamos que se tradujeran bien en vivo. Con eso en mente logramos nuestro cometido porque van muy bien en frente de un público y puedes sentir la energía de los fans.

Cuando empezaron en 1993 los definieron como una banda de nu metal. ¿Cómo te sientes con respecto a esa etiqueta?

Lo que sea que nos quiera llamar la gente está bien. Pero nunca dijimos ser eso. A alguien se le ocurrió el título de nu metal. Te toca aceptar la forma en que la gente decida llamarte. Creamos el género, así es que estamos felices y honrados de que la gente nos llame así. Es algo genial porque en realidad inventamos un nuevo sonido.

Pensando en un video como el de Falling Away From Me, vemos que Korn siempre ha servido como una especie de catarsis para los fans…

Es muy bueno escuchar eso y que los fans nos lo digan porque Korn ha sido una banda para procesar el dolor. Nuestra música le ayuda a lidiar con el dolor a los jóvenes e incluso a los adultos. Los fans están envejeciendo y nosotros también. Todos en Korn hemos afrontado mucho dolor, como la mayoría de las personas en la vida. Es genial. Es más que música; es algo que va más allá para la gente. Les ha dado luz. Está en la música, y en la voz y en la letra así es que eso significa mucho para mí, saber que estamos haciendo algo que va más allá que la música.

En ese sentido, ¿cómo ha sido tu experiencia como cristiano renacido con tus fans? ¿Buscas tener un contacto en ese sentido con ellos?

Yo comparto mi historia con ellos. No puedes hacer que la gente siga tu consejo. Pero sí comparto mi historia y muchos de ellos se han abierto. Ya sabes, la religión ha apartado a la gente de Dios y siento que Dios me ha buscado para mostrarles a las personas que él no es la religión, que él quiere una relación con nosotros. Una relación personal. Pero no obligo a nadie: así es como soy ahora.

¿Cómo te sientes con relación a las canciones viejas de Korn? En aquel entonces todos tenían problemas de abusos dentro de la banda.

Las canciones que interpretamos me hacen sentir muy bien porque ya hace bastante regresamos a tocar todos juntos. El año pasado tocamos todo el primer disco de Korn. Se sintió bastante oscuro para todos, incluido Jonathan. Son canciones de un momento en que la mayoría éramos drogadictos. Fue oscuro pero a los fans de aquellos días les encantó. Vinieron y nos apoyaron, fue genial para ellos; realmente por eso lo hicimos.

Ahora parecen más una familia. Quizás nunca los habíamos visto tan unidos.

Es asombroso. Tienes razón, me encanta que se pueda ver, porque es cierto. Nos llevamos bien los unos con los otros. Somos más como una familia y escogemos hacer el show y enfocarnos en todas las partes. Hemos aprendido a enfocarnos más en la parte del negocio y, si alguien tiene alguna dificultad lo ayudamos. Podemos ser amigos de nuevo. Todos nos llevamos bien y nadie tiene ningún problema con nadie por lo que haya podido pasar en el pasado. Es realmente genial estar en relaciones sanas. Nunca había sido así. Todos somos mayores y no a todas las bandas les pasa eso. Algunas crecen y no pueden olvidar los problemas o entenderse. Me siento muy afortunado de que todos en Korn podamos entendernos humildemente desde el arte y hacer que todos nos sintamos cómodos en la banda. Es difícil girar durante dos años seguidos luego de lanzar un disco. Hacemos cosas que nos unen más en lugar de destruirnos, buscamos fortalecer nuestras relaciones. Es algo muy bonito de ver y sé que los fans lo han sentido. Realmente estamos en un muy buen lugar en este momento.

¿Cómo aportó Love and Death a tu experiencia con Korn?

Love and Death me ayudó mucho. No había tocado mucho la guitarra desde que dejé a Korn. Hice mi álbum solista pero escribí la mayoría en un teclado y luego le metí la guitarra. Tocaba de una manera diferente y creo que Love and Death me ayudó a volver a tocar para luego regresar a Korn. Creo que fue un paso en mi camino para regresar a la banda porque me devolvió el amor por mi guitarra, a tocar mucho más y a volver a escribir con ella de nuevo. Ahora que lo recuerdo puedo ver que fue un viaje perfectamente planeado para regresar. Quisiera volver a lanzar otro álbum con Love and Death, tal vez lo hagamos este año.

¿Cómo ha sido tu relación con Ray Luzier? Él ingresó a la banda mientras tú no estabas.

Como te explicaba, todos somos humildes y nos apoyamos mutuamente. David (Silveria) ha estado diciendo muchas cosas por Internet y han sido unos años de negatividad y de enemistad. Es una de las razones por las que no podemos contar con él. Ray es una gran persona. Se le mide a cualquier patrón de batería que le pidamos. Es una energía fantástica en el estudio. No se queja por trabajar de más. Eso es realmente importante porque tenemos que confiar en él estando de gira, y realmente necesitamos a alguien que sea así de positivo. Desafortunadamente David tiene algunas cosas que son muy negativas. Estamos muy felices con Ray, nos reímos mucho, es genial y muy divertido. Algunos de los fans quisieran ver a todo la alineación original completa, pero si tan solo vieran toda la negatividad que sentimos, podrían entender. Lo único que necesitamos es energía positiva.

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