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Brian Molko, el amor siempre termina en lágrimas

Brian Molko nos cuenta algunos secretos del inicio de Placebo y los detalles de 'Loud Like Love'

Por  ROLLING STONE

diciembre 10, 2020

Salvador Bonilla

EXTRAÍDO DE RS123 AGOSTO 2013

Brian Molko, uno de los personajes más representativos de lo andrógino, contestatario y lo desesperadamente honesto de las últimas generaciones –desde mediados de los años noventa– se abre a conversar con nosotros con su personalidad misteriosa, imponente, etérea, ecléctica y desenvuelta. Nos plática sobre su álbum Loud Like Love, pero para esto es necesario voltear hacia atrás y plantearnos lo que Placebo hizo para llegar a este punto.

Desde 1996, Placebo ha demostrado lo fuerte del poder de la mente. Lo sanadoras y tranquilizantes que pueden resultar sus melodías y letras, aún siendo tan crudas y reales. Han sabido entrar y ser el sustituto perfecto de aquello que dejó un vacío, ya sea por una pérdida sentimental o ideológica, y que no pretende regresar. Cada uno de sus discos logran entrar por los oídos para que con sus letras se quede debajo de la piel y forme parte de las vidas, historias, corazones rotos y la lucha contra lo injusto. Se han convertido en el espejo de la naturaleza humana que lo hace todo, cada día, más oscuro. Nada de lo sucedido durante estos años, ni la influencia masiva que ha tenido, ni la consecuente conexión con gran parte contracultural y el espíritu contestatario de cada generación, estaba planeado. 

Luego de que Brian se mostrara bastante alivianado y con ganas de establecer una plática entretenida, me pidió unos segundos antes de seguir con nuestra conversación. Encendió un cigarrillo; y así, se declaró listo y cómodo, para seguir platicando. El líder de la banda contó cómo percibe el camino que Placebo ha vivido durante todo este tiempo: “Todo es muy diferente ahora, son más de 20 años de diferencia. Éramos muy inocentes, muy inmaduros (risas). No puedo ni siquiera empezar a describir todo lo que ha pasado y cambiado. En ese entonces no teníamos idea en realidad de todo lo que iba a suceder. Nuestra única motivación era, ciertamente, no conseguir un trabajo ‘de verdad’ (risas), era sólo eso. Nos bastaba tener suficiente dinero para pagar la renta, comprar comida y no tener que conseguir otro trabajo. No teníamos ningún interés en convertirnos en rock stars, sólo queríamos evitar entrar al sistema”.

La realidad es que al comenzar sólo con la simple intención de no ser parte del sistema, lo fue todo. Sin esperar respuesta tocaron temas y puntos clave sobre sexualidad, homosexualidad, drogas, las confusiones de la vida, el mínimo interés de escoger un camino “recto”, las ganas de hacer daño al otro, de defender lo justo, dejar de esconder lo que pedía a gritos atención; y todo esto describía la misma situación en la que se encontraban, socialmente, millones de jóvenes en el mundo, mismos que se identificaron; logrando escapar un poco, al escuchar a una banda que se mostraba igual de vulnerable que ellos, y de una forma completamente honesta, ante las ataduras asfixiantes, políticas o morales, que les exigían definirse o dar el siguiente paso de la vida, “sólo porque así  tenía que ser”. En una edad dónde no tienes idea de nada y lo más difícil es definir tu futuro.

Placebo camina de la mano de una generación que se encontraba cansada de todo y de cumplir por el simple hecho de obedecer en lo moral, religioso y político, justo como sus padres lo hicieron y les exigían hacerlo. Una generación que comenzaba a creer y manifestar la posibilidad de otras opciones de vida. Una generación que abría los ojos ante las consecuencias de la decadencia y el seguir los impulsos de la naturaleza humana. Esa empatía generada con lo claro y honesto de compartir su lado más oscuro les dio la fuerza para ser una de las bandas más representativas de un mundo en crisis, que de una u otra forma sigue girando, de un mundo con el corazón más que roto. “Lo que pasó con la banda y el primer álbum fue demasiado rápido, completamente inesperado. Creíamos que era suerte y que tarde o temprano la gente se iba a desentender de nosotros, el truco acabaría y nos iban a dejar de prestar atención, pero siguió creciendo”, comenta el frontman de penetrantes ojos azules. “Para mí eso quiere decir que están haciendo algo realmente bien, ¿no crees?”, pregunté. “Creo que simplemente hemos tratado de ser lo más honestos posible en cada momento”, contestó el vocalista.


Los años han pasado pero la vida sigue jugando con  todos los que caminamos, día a día, a través de ella. Más generaciones se han unido e identificado con cada producción de la banda, desde el disco homónimo (1996), hasta Battle for the Sun (2009) y el EP de 2012, B3EP, que anunciaba lo que está por llegar; producciones que parecen haberse congelado en el tiempo con sencillos que se convertieron en himnos atemporales, como “Teenage Angst”, “Special K”, “Sleeping With Ghosts”, “Pure Morning”, “Without You I’m Nothing”, “Song to Say Goodbay” e “Infra-Red”, entre otros. En cada uno de sus materiales, Placebo se ha dedicado a fotografiar lo que ve en el mudo conforme sus experiencias y caminos de vida les permite. “Ese es el reto al que nos enfrentamos cada vez que componemos y creamos un nuevo material, ¿cómo crear una nueva atmósfera sin dejar de voltear atrás y recordar lo que nos hace ser intrínsecamente Placebo? Es una constante lucha, uno espera poder lograrlo y se busca cada vez que grabamos”, dice Brian. Las respuestas de sus seguidores siempre son positivas ante cada material que presentan. Sin embargo, no por eso dejan de hacer el trabajo más puro y desde el corazón.

Ahora, después de más de 20 años de carrera, Placebo está por lanzar su nueva producción Loud Like Love, el 16 de septiembre. Mientras tanto, el primer sencillo, “Too Many Friends” ya se encuentra a la venta de forma digital. “El álbum está listo, saldrá dentro de poco y en el momento que sale a la venta deja de pertenecernos por completo. En ese momento le pertenece a los fans, a todos aquellos quienes lo escuchan y lo aman, ¿sabes?. Es un poco triste de cierta forma porque en el disco va implícito mucho tiempo invertido y muchísimo trabajo de nuestra parte para tratar de hacer el álbum lo más perfecto posible. Pero es normal, y se hace más fácil para nosotros cuando sabemos que vamos a compartir vida en los corazones de las personas que lo hagan suyo”, señala Brian Molko, vocalista de la banda.

Loud Like Love trae consigo la experiencia de una banda que sin esperarlo, ni proponérselo, ha hecho giras por todo el mundo y se ha consolidado en ventas, de tal forma, que han obtenido Discos de Oro desde su primer álbum. Este nuevo material muestra un Placebo aún firme en las mismas convicciones de aquellos inicios en donde simplemente no quería pertenecer al sistema. Sin máscaras, con sentimientos puros, honestidad y la conciencia que los caracteriza, pero al mismo tiempo un Placebo sónicamente más maduro y con un juego agridulce y variedad en las sensaciones del mismo. Parados en un lugar distinto de la vida con mucho más que expresar. “Este material resultó mucho más ecléctico, tanto en sonidos como en letras. Siempre le damos un rumbo a nuestras canciones, logramos esa variedad e incluso con muchas texturas, auditivamente hablando, con muchas capas. Encontramos un sonido emocionalmente mucho más honesto”, afirma Brian. Sin embargo, aún moviéndose a distintos lugares y espacios siempre logran permanecer con ese sonido con tintes de punk, electrónica y, un ambiente de tristeza etérea que les caracteriza.

En esta producción, Placebo juega por primera vez con una inyección de ilusión y felicidad en el tema de inicio, mismo que le da nombre al disco, pero sólo con la intención de recalcar lo oscuro de su propósito y la realidad efímera de las fantasías. Conforme los tracks de Loud Like Love avanzan te deja caer en el remolino de sensaciones que se experimentan en el amor, más allá de la simple energía e ilusión inocente de un inicio, la incertidumbre, en la desesperación de los celos, los momentos donde la agresividad sale a relucir, el dolor inminente de entender que una relación no da para más y aferrarse a ella, hasta separarse, romper los lazos por completo y llorar en el recuento de lo perdido. “Es una expresión desde la esquina más oscura del amor. Desde la obsesión, el deseo, la ausencia del amor, celos y un corazón roto. Aunque el primer track es feliz, de inmediato regresamos a la oscuridad (risas). Es lo que es, sólo eso. En realidad el disco termina en lágrimas, pero sólo dejamos ver lo real de la vida. El amor por lo regular termina en lágrimas”. Esa ha sido una constante en la historia de Placebo. Ha logrado mantener una conexión a través de un manejo crudo y letal cuando se trata del amor en cualquiera de sus etapas y variantes. Sin embargo, es esto mismo lo que funciona como calmante y consuelo para sus seguidores cuando no queda más que respirar y creer.

A lo largo de la plática, Brian Molko mostró la misma honestidad que defiende a cada paso, así como una capacidad intelectual que adorna con sentido del humor lleno de sarcasmos y una sencillez que devela sólo después de que uno se atreve y logra cruzar esa capa del misterioso rock star.

Esta divertida plática está por terminar y sólo queda saber si volverán a pisar tierras aztecas, dada la gran conexión que tiene la banda con la gente en México a lo que sin dudar contesta: “Sí, definitivamente volveremos. Los fans mexicanos han sido muy generosos con nosotros y continuamente nos demuestran su aprecio. Estamos muy agradecidos por eso. Por lo mismo, nos encanta tocar en México. Lo disfrutamos mucho”, finaliza el vocalista.

Escucha Loud Like Love:

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