Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente
Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

Ben Howard le robó el aliento al Teatro Metropólitan

En su primera presentación en México, el británico conectó de manera excepcional con su público.

agosto 17, 2024

OCESA/Pablo Deyta

El pasado 17 de agosto, el Teatro Metropólitan de la Ciudad de México se transformó en el escenario perfecto para una noche inolvidable. Ben Howard, el talentoso cantautor británico, ofreció su primera presentación en México, cerrando con broche de oro su gira “Is It?”. La velada prometía ser especial y, sin lugar a dudas, cumplió con creces.

Desde el primer acorde, quedó claro que Howard no estaba aquí solo para cumplir una fecha en su agenda. La propuesta visual que acompañaba su actuación era un espectáculo en sí mismo, complementando y realzando la intensidad de su música. Las proyecciones y la iluminación, cuidadosamente sincronizadas con las melodías, creaban una atmósfera envolvente que capturaba la esencia de cada canción, haciendo que el público se sumergiera en un viaje sensorial.

Howard, acompañado por una banda de músicos excepcionales, demostró una coordinación impecable. Cada nota y cada ritmo estaban perfectamente alineados, evidenciando la química entre él y su grupo. Los arreglos musicales eran tan sofisticados como accesibles, lo que permitía que tanto sus nuevos temas como los clásicos resonaran con una frescura vibrante.

Sin embargo, lo que realmente marcó la noche fue la conexión palpable entre el artista y su audiencia. Cada asistente en el Teatro Metropólitan estaba profundamente inmerso en la música, creando una atmósfera de respeto y admiración. Los momentos de silencio entre las canciones se sentían cargados de expectación, y el entusiasmo del público se traducía en una atención casi reverencial, sin distracciones como teléfonos o conversaciones.

Ben Howard logró, en una sola noche, no solo ganarse el corazón del público mexicano, sino también demostrar por qué su música sigue tocando almas alrededor del mundo. La experiencia fue, sin duda, un recordatorio de la magia que ocurre cuando la música y el público se encuentran en perfecta armonía.

CONTENIDO RELACIONADO