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Batman

El vampiro se convierte en murciélago y el murciélago en detective, en la nueva versión de Batman

Matt Reeves 

/ Robert Pattinson, Zöe Kravitz, Paul Dano, Jeffrey Wright, Colin Farrell, John Turturro, Andy Serkis

Por  ANDRÉ DIDYME-DÔME

Cortesía de Warner

Avergonzado de Crepúsculo, Robert Pattinson subió a la cima de una montaña y juró solemnemente nunca volver a hacer una mala película en su vida. 

Lo anterior es tan cierto como la existencia de Batman. Sin embargo, esta anécdota producto de la ficción, encierra una realidad. Cosmopolis, The Rover, Maps to the Stars, Queen of the Desert, Life, The Lost City of Z, Good Time, High Life, Damsel, The Lighthouse, The King, Waiting for the Barbarians, Tenet y The Devil All the Time, son la evidencia de un actor imparable, que se reta y evoluciona con cada nuevo papel que asume, y que hace mucho tiempo dejó atrás su estatus de niño bonito e ídolo juvenil. 

Por otra parte, el director Matt Reeves, quien comenzó su carrera en el cine con el pie izquierdo (las insulsas The Pallbearer y Cloverfield), logró enderezar su camino con un remake sobre vampirismo tan impactante como la versión original (Let Me In) y luego con dos potentes entregas de la subvalorada trilogía de El planeta de los simios

Reeves es el encargado de continuar el legado iniciado en 1939, permitiendo que Pattinson sufra una metamorfosis. El joven vampiro ya no existe. Larga vida al nuevo Hombre Murciélago.

La nueva cinta de Reeves bien pudo haberse llamado Batman’s Greatest Hits. El director, en conjunto con el guionista Peter Craig (The Town, The Hunger Games: Mockingjay), recogen lo mejor de lo mejor del arquetípico personaje de los cómics, creado por Bob Kane y Bill Finger. Los fieles seguidores del antihéroe, van a encontrar guiños y referentes a la película de Batman de 1966 (basada en la serie de televisión), a las películas de Burton, a la trilogía de Nolan e inclusive a las infames cintas del fallecido Joel Schumacher y el malogrado universo extendido de Zack Snyder (en algunos momentos, Pattinson ataviado con la máscara, luce como un joven Ben Affleck).  Es también indudable la influencia de The Batman Adventures (la serie animada expresionista de los noventa) y la serie Gotham (con su mundo plagado de corrupción y delincuencia).

Pero quizás lo más interesante de este nuevo Batman, es que recupera al Detective murciélago de Neil Adams, Jim Aparo, Steve Englehart, Marshall Rogers y Alan Grant, con el que crecimos los lectores de cómics de las décadas de los setenta y ochenta. Este Batman mucho más cerebral que las versiones que nos ofrecen el cine y la televisión, es una especie de Sherlock Holmes inserto en un violento universo Noir, quien junto con el comisionado Jim Gordon (el equivalente de Watson), resuelven crímenes brutales (no es gratuito que Batman haya sido creado para una revista llamada Detective Comics).

En esta ocasión, el criminal no es el acostumbrado Joker sino The Riddler, el villano creado en 1948 por Bill Finger y Dick Sprang, y que dista mucho de las bufonescas versiones encarnadas por Frank Gorshin en la serie de los años sesenta y por Jim Carrey en Batman Forever. El Riddler interpretado magistralmente por Paul Dano, es una especie de terrorista que busca vengarse de las autoridades de Ciudad Gótica, eliminando a sus elementos más corruptos. El personaje encarnado por Dano recupera la psicopatía de la versión elaborada por Cory Michael Smith en Gotham y se amalgama con Hush, el villano creado por Jeph Loeb, Jim Lee y Scott Williams en el 2003, el cual mantiene varios nexos con The Riddler en los cómics y en las películas animadas.

Las influencias de Reeves y Craig no se detienen en la historia y el universo de Batman. Esta cinta le debe mucho al cine de David Fincher, especialmente las películas Se7en y Zodiac, esas oscuras y perversas cintas detectivescas que incluyen grandes dosis de cine de terror. Es imposible no ver la similitud entre el Batman de Pattinson y el torturado David Mills interpretado por Brad Pitt, así como el Gordon de Jeffrey Wright con el detective William Somerset encarnado por Morgan Freeman en Se7en.  Asimismo, el Riddler de Dano es también hijo del desquiciado e inteligente John Doe encarnado por Kevin Spacey y del escurridizo asesino del zodiaco que existió en la vida real.

El personaje femenino en el nuevo Batman marca el regreso de Catwoman, con una Zöe Kravitz que nos recuerda a Julie Newmar, Eartha Kitt, Lee Meriwether, Michelle Pfeiffer, Halle Berry, Anne Hathaway y Carmen Bicondova, todas en una. Su ambigua relación con Batman, reúne elementos tanto de la serie de los sesenta, como del dibujo animado de los noventa (pasando por Batman Returns y la mencionada Gotham).

Por fin encontramos en el cine a un Pingüino cercano a los cómics y este es encarnado por un irreconocible Colin Ferrell. Su Pingüino no es el villano de la risa excéntrica confeccionado por Burgess Meredith. Tampoco es el cuasimodo abandonado encarnado por Danny De Vito o el psicópata con complejos edípicos interpretado por Robin Lord Taylor. Esta versión es la de un gánster poco agraciado, quien es un experto en las artes de la manipulación, la hipocresía y la traición, y que está a las órdenes de Carmine Falcone, el perverso mafioso que oculta más de un secreto (John Turturro). 

Andy Serkis, el actor mejor conocido como Gollum, King Kong y César el chimpancé, deja a un lado la captura de movimiento para interpretar a uno de los mejores Alfred en la historia del Batman cinematográfico y televisivo (superando a Alan Napier, Michael Gough, Sean Pertwee, Jeremy Irons y Jack Bannon, pero que queda justo por debajo del magnífico Alfred de Michael Caine). Y lo mismo sucede con el Gordon de Wright, que supera a Neil Hamilton, Pat Hingle, J.K. Simmons y Ben McKenzie, pero que no llega a superar a la heroica versión de Gary Oldman. 

Definitivamente, la originalidad no es el fuerte del nuevo Batman, que también bebe mucho de los cómics Batman: Year One de Frank Miller (aunque este sería “Batman año tres”), The Long Halloween de Jeph Loeb y Tim Sale (que gira alrededor de una conspiración) y Batman Year 100 de Bill Pope y José Villarubia (con un Batman falible, sucio y minimalista). La extensión del metraje también constituye un problema (sus casi tres horas de duración se sienten como una extenuante maratón de series más que una película de cine). Y la revelación sorpresiva pero innecesaria que involucra a Gatúbela, es casi imperdonable. 

Pero las estupendas actuaciones de todo su elenco, su énfasis en la corrupción de las instituciones políticas y sociales (que la acerca al Batman de Christopher Nolan y al Joker de Todd Phillips), así como su atmósfera sórdida y decadente, la convierten en una de las mejores adaptaciones de Batman de todos los tiempos, quedando justo por debajo de The Dark Knight.

P.D.: Hay una micro escena post créditos que se puede pasar por alto si el espectador parpadea, pero que se extiende si se entra a la página www.rataalada.com. No pregunten.  

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