Cómo Meg Remy hizo el álbum más desordenado, divertido y ambicioso de U.S. Girls

La referente del avant-pop habla sobre su nuevo disco, Bless This Mess, que compuso mientras estaba embarazada de gemelos.

Por  JON BLISTEIN

febrero 24, 2023

(Foto: VANESSA HEINS)

Cuando Meg Remy volvió de la clínica con los mellizos, en su casa de Toronto la esperaba el sacaleche. Se lo había prestado una amiga, aunque Remy no estaba muy segura de que fuera a usarlo. Pero con dos bebes que alimentar, le cargó la batería, lo encendió y de inmediato escuchó un sonido gutural.

“Enseguida pensé: ‘¿Qué mierda es ese ruido?’”, dice Remy, de 37 años, líder y fuerza creativa detrás de la siempre evolutiva banda pop U.S. Girls. Decidió grabar el sonido del dispositivo y samplearlo para “Pump”, la última canción del nuevo disco de U.S. Girls, Bless This Mess.

Las estrofas del tema son básicamente “un reporte directo de (su) experiencia en el hospital”, a partir de la reconstrucción de una charla de Remy con una enfermera. Una segunda parte destila los pensamientos de Remy mientras pasaba horas conectada al sacaleche. “Cuerpos, nacimiento, muerte, máquinas”, repite. “Así pasaba mis únicos momentos sola, sacándome leche varias veces al día. Me preguntaba qué demonios estaba haciendo. ¿Por qué necesitamos máquinas que nos enseñen a hacer cosas que, en lo profundo, ya sabemos hacer?”.

U.S. Girls arrancó en 2008 como un proyecto under y avant-garde. Durante los siguientes quince años, se fue especializando más en esa delicada alquimia de rock, pop, funk y soul que combina elementos familiares del pasado con brillantes perspectivas de futuro y grooves bailables con letras lacerantes.
“So Typically Now”, single que lanzó el último verano boreal, suena a U.S. Girls de la primera hora y es un número impregnado de tecno acerca de neoyorquinos ansiosos de movilidad social ascendente en busca de algo que nunca alcanzarán. Lo que no significa que Remy no se haga cargo de su parte: “Necesito comprar más, no menos –canta-. Nos vemos en el paraíso”.

Remy compuso las canciones de Bless This Mess de manera remota con una variedad de colaboradores. Un proceso forzado por la pandemia, pero también bienvenido después de Heavy Light, de 2020, un disco registrado en vivo en estudio. “Lo hicimos en una semana. No quisiera hacer algo así otra vez”. En Heavy Light, Remy empezó a escarbar en su pasado con nueva intensidad, proceso que continuó con aún más audacia y vulnerabilidad en su libro de 2021, Begin by Telling. Es un texto breve y brutal, entre la teoría feminista y la crítica cultural a partir de una perturbadora revelación: su padre abusó sexualmente de ella cuando era chica.

Bless This Mess, confiesa, es una “reacción total” frente a aquellos dos proyectos. “Eran tan crudos y expuestos –dice-. Creo que fui un poco más lejos de lo que hubiera querido. Sigo apelando a mis experiencias de vida, pero necesito preservarme más”.

Pensó que haría un disco con guitarras, despojado. En lugar de eso, mientras se instauraba la cuarentena, se encontró entre instrumentos midi. A partir de cierta nostalgia por las pistas, se despachó con tracks encendidos como “RIP Roy G Biv” y “Tux”.

De cara al futuro, Remy denota algo de inseguridad. Quiere tocar en vivo, pero duda respecto del aspecto financiero, la distancia con la familia y los costos ambientales de tanto viaje. “No es culpa de la música –reflexiona-. La música es la mejor parte. Es todo lo demás lo que distrae. Tengo mi voz, puedo cantar. Eso no va a cambiar nunca”.