The Black Crowes y su rock and roll directo y a todo volumen

La banda de los hermanos Robinson volvieron a tocar en el país luego de veintisiete años, con un lucimiento especial del guitarrista argentino Nico Bereciartua

Por  SEBASTIÁN RAMOS

marzo 17, 2023

FOTO: AGUSTÍN DUSSERRE

Chris y Rich Robinson volvieron a pisar un escenario porteño veintisiete años después de su debut por estas tierras, cuando actuaron como teloneros nada más y nada menos que de Robert Plant y Jimmy Page, referentes indiscutidos para su banda, The Black Crowes. Por aquel entonces, el grupo comandado por estos hermanos nacidos y criados en Atlanta se pavoneaba como la sangre joven del rock and roll clásico de los Estados Unidos y a pesar de un set corto, dejaron una gran impresión en el público local. Demasiada agua corrió por las vidas de los Robinson desde entonces, con una gira con el mismísimo Page como guitarrista, el desarrollo de sus respectivas e intermitentes carreras solistas, reuniones esporádicas con constantes cambios de integrantes, largas pausas del grupo y una pelea que los llevó a no hablarse por casi una década. Pero a pesar del tiempo y el espacio transcurrido, si algo confirmó el concierto que ofrecieron anoche, en el Luna Park, es que la esencia del sonido de The Black Crowes se mantiene intacta.

De izquierda a derecha: Bereciartua, Sven Pipien y Chris Robinson. FOTO: AGUSTÍN DUSSERRE

Ni siquiera un vuelo postergado desde Brasil, donde actuaron dos días antes, que no les permitió presentarse en Buenos Aires con sus equipos e instrumentos pudo opacar un concierto que le brindó tributo a su primer y aclamado álbum, Shake Your Money Maker (1990), interpretado de principio a fin y en su orden original, y que cerró con algunos de sus clásicos de los primeros años del grupo. Una celebración a puro rock sureño, que tuvo como plus para la historia vernácula del género la participación como primera guitarra de Nico Bereciartua, el crédito local que se sumó para esta gira, hijo del “Canciller” Vitico, bajista de Riff y héroe nacional del rock del país (ayer se paseó orgulloso entre el público, que lo reconocía y lo felicitaba).

Bereciartua se lució y cumplió el sueño de girar con The Black Crowes. FOTO: AGUSTÍN DUSSERRE

Bereciartua cumple un rol clave en el engranaje aceitado del grupo, con solos y contrapuntos a la altura de una banda sin rodeos, de rock directo y a todo volumen, con guiños al soul y al góspel y referencias ineludibles a The Faces y The Rolling Stones (especialmente en esas baladas estiradas, que suelen terminar en zapadas ruidosas). Del otro lado, Rich Robinson y su guitarra en plan pared de sonido. En medio de ellos, Chris Robinson haciendo de las suyas, contorneándose y demostrando que su voz aun llega donde tiene que llegar. Detrás, la base conformada por el bajista Sven Pipien y el baterista Brian Griffin. Y en la periferia, las coristas Lesley Grant y Mackenzie Adams, y el tecladista Erik Deutsch. Es solo rock and roll, por supuesto, pero estos muchachos saben cómo hacerlo.

Chris Robinson mantiene intacta su performance como showman. FOTO: AGUSTÍN DUSSERRE

Temas como “Twice As Hard”, “Jelaous Sister”, “Hard to Handle” y “Struttin’ Blues” cobran nueva vida en escena a más de treinta años de su creación y la gente lo agradece tirando pasos en el Luna. Tras repasar su primer álbum, habrá tiempo para “No Speak No Slave”, “Wiser Time”, “Thorn In Pride” (con Chris en armónica) y el festejado “Remedy”. El único bis, como para cerrar el círculo pensando en Argentina como República Stone por excelencia, fue con “Rocks Off”, el tema que abre Exile On Main Street, probablemente el álbum de The Rolling Stones que más hayan escuchado en su infancia los hermanos Ronbinson, mientras soñaban con convertirse en estrellas de rock and roll.

Los hermanos sean unidos: Rich y Chris, otra vez juntos en escena.

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