Pet Shop Boys en el Primavera Sound: Si no hay futuro, bailemos

El dúo británico descolló con un set que convirtió el predio del Parque Sarmiento en una disco

Por  AYELÉN CISNEROS

noviembre 27, 2023

FOTO: AGUSTÍN DUSSERRE

Los colores de la bandera de Ucrania oficiaron de telón de fondo para el arranque de Pet Shop Boys en Argentina, a manera de declaración de principios. El dúo británico formado por Neil Tennant y Chris Lowe nunca estuvo al margen de los posicionamientos políticos: ellos hacen pop, pero no solo para divertirse. 

En el escenario aparecieron los músicos con un look futurista: sobretodos que simulaban ser delantales blancos y unas máscaras como antenas para conectar con mundos desconocidos. 

“Let’s take a ride/ and run with the dogs tonight in suburbia/ you can’t hide/ run with the dogs tonight/ in suburbia” canta Neil Tennant junto a una melodía de teclado que todos conocíamos y los ochenta en Inglaterra (una entelequia que une sintetizadores, crisis económica, Margaret Thatcher y new pop) se apersonaron en pleno barrio de Saavedra. La canción -que formó parte de la banda sonora de la película Suburbia (1984)- fue inspirada en los disturbios de Brixton, lugar de tensión causada por el alto desempleo que sufría el pueblo británico a comienzos de esa década. 

Nada de lo humano le es ajeno a Pet Shop Boys, desde la política hasta las pistas de baile. Para este momento, el público volvió a encenderse luego del pico generado por el show de Beck, que realmente había dejado la vara alta a fuerza de hits y carisma. 

FOTO: AGUSTÍN DUSSERRE

Luego, una seguidilla de canciones llenas de ironía: “Opportunities” y “Rent”. Además, una para cantar sin vergüenza: el cover doble “Where the Streets Have No Name (I Can’t Take My Eyes Off You)” que versiona el tema de U2 y la canción de Frankie Vallie (inmortalizada por Gloria Gaynor). Mientras, el público aplaudía con efusividad y agradecía las canciones indestructibles en pleno horario pico del festival, a la espera del plato final, Blur. 

Con “I Don’t Know What You Want but I Can’t Give It Anymore”, se destacaron los otros músicos que completan la banda de Pet Shop Boys y que habían estado en segundo plano hasta ese momento: sus impresionantes coristas y percusionistas.

A continuación, el estribillo de “Domino Dancing” explotó el escenario Primavera de la mano del ADN synthpop y queer. El campo del festival ya se había transformado en una pista de baile y celebración. El casi cierre del festival merecía una banda que dejara la llama encendida. 

Entre tantos hits hubo lugar para una joya, “Paninaro”, un b-side sobre una tribu urbana fan del Ítalo Disco. El look del dúo había pasado a un traje negro con un gorro parecido a un marinero: las aguas del pop pueden tener olas altas que piden navegar con elegancia y estilo. 

Este show que la banda presentó en Argentina forma parte de la gira Dreamworld: The Greatest Hits Live, que repasa los grandes éxitos con algunos temas “más nuevos” como “Dreamland” (2020), que comparten con el trío británico Years & Years y “Vocal” (2013). Fueron, claramente, las menos coreadas por el público. 

El pop para las masas tiene la particularidad de ser eterno y despertar esa sensación de lugar seguro musical, ese al que se vuelve como el abrazo de un amigo. Así sonaron “You Were Always on My Mind”, “Go West” (la reversión del tema de Village People) e “It’s a Sin”. Hitazos que traspasan épocas y generaciones: los bailaron desde los más jóvenes, que llegaban de ver a Milo J, a los gen X que esperaban a Damon Albarn. 

En épocas turbulentas, de guerras y crisis, no hay sonido que maride mejor que el de un buen sintetizador que invite a mover los pies para escapar, pero no olvidar por completo. Con pocas palabras por fuera de los temas, pero con la potencia de los hits, Pet Shop Boys cumplió su compromiso: entregar melodías para conectar con el público desde el baile. Los bises con “West End Girls” y “Being Boring” fueron el cierre de oro para un show que demostró que el pop sigue siendo imbatible y necesario. 

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