Al verles (y escucharles) no es difícil imaginar que el génesis de la banda estuvo atravesado por un tema de The Cure. Victoria De Biasio (bajista) publicó una historia en Instagram buscando chicas para formar un grupo. Martina “Martu” Sampietro (voz) contestó y le envió un audio cantando el clásico de Robert Smith y compañía “Just Like Heaven” y así empezó a gestarse Nenagenix, nombre que tras la incorporación de Laura Ferreira (guitarrista) surgió de la combinación de las palabras nena y genética.
“Escribimos una lista de palabras favoritas dentro de un generador de nombres y como resultado nos dio ‘nenagenics’. Enseguida nos encantó y luego nos pareció que quedaba bien si le poníamos la x final”, cuenta Martu.
La banda, que empezó como trío exclusivamente femenino y ahora se completa con Blas Bulacio (guitarrista) y Francisco Peña (baterista), acaba de presentar su primer álbum, Lo más cercano de caer (en 2020 habían publicado el EP Flash Memory).
“Tenemos influencias del emo, del rock alternativo, del-post-rock, tintes de shoegaze o dream pop, pero creo que lo que realmente define nuestro estilo es la vuelta cancionera que les damos a estos géneros. La búsqueda por una canción memorable, una estructura un tanto progresiva, está presente en cada canción que hemos compuesto para este disco. Es la idea de brindar ese tacto personal o bajar más a tierra toda esa escena sonora. A su vez, sentimos que nos define la estética tan marcada que tenemos, que ayuda a contextualizar aún más el ‘universo Nenagenix’”, dicen.
Con una cuidada estética visual y sonora que bucea en la introspección, el grupo transita el underground porteño en busca de una salida existencial.
