Con Lali, Emilia, Dillom y una avalancha de invitados, Miranda! armó un fiestón en Ferro

Ale Sergi y Juliana Gattas abrieron las puertas del Hotel Miranda! con un show que repasó su historia, y la presencia de Cristian Castro, Emma Horvilleur, Juan Ingaramo, Francisca y FMK

Por  HUMPHREY INZILLO

diciembre 8, 2023

Ale Sergi, en el aire, y Juliana Gatttas, un tándem imbatible.

Luana Gonzalez Kaiber y Gustavo Correa (Gentileza Miranda!)

Un bote gigante con forma de cisne irrumpe por el corner de la cancha de Ferrocarril Oeste. A la hora de los bises, después de casi dos horas de show, Juliana Gattas y Ale Sergi se ponen unos chalecos salvavidas de plumas amarillas, y como dos pollitos deciden salir a navegar por el campo, entre el mar de fans que poblaron el estadio de Caballito, mientras cantan “Iman”, uno de los clásicos seminales de su carrera, publicado en su primer disco, Es mentira (2002). Lo que reciben, desde ahí, es un abrazo colectivo, la culminación de una noche en que, como se oyó después a la salida del estadio, “lo dieron todo”. 

Ale y Juliana, un paseo en cisne entre un mar de gente. (Luana González Kaiber y Gustavo Correa).

Si a principios de los 80, a la salida de la dictadura grupos como Virus y Los Twist aportaron una cuota de modernidad, alegría y diversión en la escena del rock argentino (cuando para salir del agujero interior había que poner el cuerpo y el bocho en acción), Miranda! irrumpió en el under porteño en 2001, en medio de una de las peores crisis económicas y sociales de la historia argentina, como un soplo de aire fresco. Dos décadas después, es uno de los grupos más icónicos y respetados del pop en español. Han proyectado su música al resto del continente y, con la prepotencia de las canciones como bandera, alcanzaron la dimensión de estadios. 

Y aunque dieron una infinidad de recitales, se percibe una emoción especial en su mirada a esa multitud que los rodea y los abraza mientras cantan “¿Cómo pudo ser? ¿Cómo te aburrí? ¿Es él tal vez más listo que yo?”. 

Miranda! con Emma Horvilleur y Juan Ingaramo (Luana González Kaiber y Gustavo Correa).

El leitmotiv del concierto es la presentación de Hotel Miranda!, el disco que lanzaron a mediados de año en los que hacen de anfitriones de voces consagradas y emergentes de Argentina y Latinoamerica. Después del “Hotel California” de The Eagles y el Morrison Hotel de The Doors, Miranda! abre su propio emprendimiento, y la escenografía es una especie de versión art decó del Grand Hotel Budapest proyectado por Wes Anderson para la película homónima.

Con un plantel de actores y bailarines que hacían las veces de botones del hotel, Ale y Juliana encontraron el soporte ideal para sostener dos horas de show en continuado. El estadio Arquitecto Ricardo Etcheverri transformado en una inmensa pista de baile y una seguidilla inicial de hits (“Por amor al amor”, “Hola”, “743”, “Dice lo que siente”), hasta el primer invitado, Cristian Castro, que lució una boa de plumas turquesa para recrear “Prisionero”, con el glam trash como intersección estética entre ambos artistas.

Atuendos navideños para recibir a Goyo, de Bandalos Chinos (Luana González Kaiber y Gustavo Correa).

En consonancia con la estética que construyeron a lo largo de su carrera, Miranda! recreó para las pantallas de este concierto distintos espacios del hotel (pasillos, baños, gimnasio y peluquería, por caso), con un ballet de bailarinas maquilladas de modo grotesco, como si fueran personajes del programa de Antonio Gasalla en los 80. Fruto de una imaginería que incluye el universo melodramático del director español Pedro Almodovar, el libretista vernáculo Abel Santa Cruz, la pulsión de los íconos del pop y algunos aspectos del melódico internacional que también inspiró en parte a los Babasónicos, por ejemplo.

Como si fueran arbolitos de Navidad, Ale y Juliana lucieron unos chalecos de papel verde metalizado, con chirimbolos ad hoc, para recibir a Goyo Delano, de Bandalos Chinos. Y desde la pantalla, Andrés Calamaro en modo virtual sumó su voz, y su impronta, en “Tu misterioso alguien”.

Dillom en Ferro (Luana González Kaiber y Gustavo Correa).

Luck Ra se sumó en “Si me disculpo ahora”, pero la  irrupción en escena de Emilia (que llegaba de agotar 10 Movistar Arena para el 2024), para cantar “Uno los dos”, marcó un mojón en el concierto, por la infinidad de celulares que se alzaron, en el mismo instante, para registrar el momento. Parecía que la cantante emanara un brillo especial. Y casi sin solución de continuidad, se despidió Emilia y subió FMK para esa incursión en el reggae e impronta electropop, también con María Becerra en modo virtual desde las pantallas. 

Emilia, una de las más aplaudidas (Luana González Kaiber y Gustavo Correa).

  Otro tándem de lujo: Dillom, con una sonrisa magnética, se sumó en “Dos” y la chilena Francisca Valenzuela se impuso en “Enamorada”.

Luego, Ale y Juliana se elevaron en una plataforma para cantar “uran Duran”. En sintonía con la melancolía de la canción, las pantallas proyectaban sus imágenes en blanco y negro. Las lágrimas de Juliana, la emoción de Ale en esta pieza dedicada a su amigo y exmanager del grupo Damian Marvaldi, fallecido en 2020. 

Todos los fuegos, el fuego para el final del show (Luana González Kaiber y Gustavo Correa).

Con la batería de Ludo Morell y Gabriel Lucena en guitarra y bajo como soporte rítmico y melódico, Gattas y Sergi despliegan su arsenal de hits (“Mentía”, “Ritmo y decepción”) como preludio a otro momento alto: la participación de Emma Horvilleur y Juan Ingaramo en “Traición”, una reunión cumbre de los mejores frontman de la escena.Lali, la gran bestia pop, se sumó a “Yo te diré”, y cerró su performance, hipótica, a puiquitos con Ale y Juliana. Faltaban dos que no podían faltar, “Me gustas tanto” y “Don”. Y luego, el paseo en cisne entre la gente. Cerró la velada “Romix”, otra del primer disco que quedó tatuada en la piel de los fans. Y un show de fuegos artificiales que iluminaron el cielo de Caballito. Un cierre grandilocuente para un show pensado como una sesión de discoteca. Miranda! armó su propio Rockollection (Laurent Voulzy, 1977) con el repertorio imbatible que construyó a lo largo de su carrera, con Ale Sergi consagrado como uno de los grandes hitmakers de la región, con Juliana Gattas como una performer que le escapa a los cánones y destaca en la interpretación y con una propuesta estética (otros cisne inflable coronó el escenario al final del show) mucho más ingeniosa que grandilocuente. Miranda! nació en medio de una crisis y a fuerza de confeti y purpurina construyó un imperio, sostenido en las melodías, en la alegría montada en la pista de baile y en letras que esconden una profundidad muy por encima del cliché del pop como música superficial. Por eso, esta fiesta, en un contexto que recuerda al momento en que eran una promesa.

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