Julieta Rada ya tiene listo su nuevo disco, Candombe, en el cuál revisita clásicos de la música afro-uruguaya. Como adelanto de ese álbum, que sale el 26 de septiembre, acaba de publicar “Adiós a la rama”, un clásico de su padre, el benemérito Rubén Rada, que incluye la participación de Fito Páez.
La admiración y el cariño de Páez a Rubén Rada (y por caracter transitivo a toda su familia) es superlativo. Así que cuando Julieta le contó que quería invitarlo a cantar, su respuesta fue instantánea y entusiasta.
“Adios a la rama” fue compuesto por Rubén Rada a principios de los 80, casi diez años antes del nacimiento de Julieta. “Amo a esta canción, me parece preciosa. Cuando la cantamos en vivo, la gente se re prende para cantarla. Es un candombe, pero tiene algo de balada también. Entonces, me lo había imaginado como algo orquestal, como si fuera la música de una película. Por eso los violines… Me parecía que le iba muy bien a Fito esa onda”, explica Julieta desde Nueva York, la ciudad en la que reside desde hace varios años y en la que está construyendo una fructífera carrera.
El amor de Julieta por las canciones de Fito Páez viene de larga data. Ya a mediados de los 90, siendo una niña, cantaba hits como “Mariposa Tecknicolor”.
Este año, Julieta había participado en el ciclo Portal Sessions, versionando “Botija de mi país”, un clásico de Rubén Rada, junto a su padre, Bill Laurence y Michael League (del Snarky Puppy), una sección de cuerdas dirigida por Javier Casalla y Marcelo Woloski en la percusión.
