Dry Cleaning en Buenos Aires: una noche de misterio e hipnosis desde el Londres post Brexit

La banda británica se presentó en Niceto y dio muestras de su capacidad de evocar atmósferas sofocantes en clave post-punk

Por  JOAQUÍN VISMARA

mayo 17, 2023

Foto: Pablo Astudillo

Al igual que en sus discos de estudio, en vivo Dry Cleaning funciona como dos entidades que corren en paralelo y de algún modo se unen como parte de un todo. De un lado está el trío compuesto por Lewis Maynard en bajo, Tom Dowse en guitarra y Nick Buxton en batería, capaz de evocar atmósferas a partir de expresiones mínimas en repetición continúa; del otro, Florence Shaw, una vocalista que parece haberse materializado directo desde una jam de poesía y que hace uso casi exclusivo del spoken word, la palabra hablada, como recurso lírico. Entre un extremo y otro se materializa una de las bandas más misteriosas e hipnóticas del Londres post Brexit, capaz de acumular palabras hasta privarlas de sentido para luego darles una vida y forma nuevas en su mundo privado.

(Foto: Pablo Astudillo)

Con la banda en plan Motorik sobre una marcha constante. “Viking Hair” abrió show en Niceto con una muestra inesperada de melodismo por parte de Shaw para la primera prueba de su prosa surrealista (“Muchachos y papás, metan sus palabras en un jogging. No estoy diciendo esto solo porque deba hacerlo, puedo respaldarlo con hechos e información relevante”). “Kwenchy Cups” apeló a una cuota de optimismo a partir de la observación de la vida silvestre, unida de una manera extrañamente conceptual con “Gary Ashby”, el pedido de regreso a casa de una tortuga hogareña hecho canción (“Te dimos el apellido familiar, durante el aislamiento te escapaste”).

A la altura de “Her Hippo”, el show de Dry Cleaning comenzó a entrar en un terreno más lúgubre, con una pátina de felicidad que se evaporó al tema siguiente, “Hot Penny Day”, con la guitarra de Dowse esfumándose entre las colas de un pedal de delay. En oposición, “Swampy”, de su EP homónimo, tuvo una intención más pop, con un estribillo que solo repite el nombre del modelo más reciente de Playstation. Una cogida clandestina en los tiempos del COVID funcionó como motor de “No Decent Shoes for Rain”, un post-punk áspero a tono con la apatía sentimental de su letra (“Podrías tomar posesión de mi mente y de mi cuerpo en cualquier momento. ¿Por qué confío en vos? La respuesta es que no lo hago y nunca lo haré. Vamos a comer panqueques”).

De a poco, el clima sofocante comenzó a diluirse con la llegada de “Stumpwork”, una idea que cobró aún más fuerza con “Strong Feelings” y sus guitarras envolventes. “Conservative Hell”, en cambio, apostó a la fórmula que los platenses normA bautizaron rock2tonos, dos acordes en loop perpetuo mientras el tema cobraba velocidad para luego deshacerse en una coda en slow motion entre acoples, con Shaw soltando notas desde una melódica. Sobre esa atmósfera, Maynard convirtió a su bajo en el estandarte de “Liberty Log”, una canción en cámara lenta que se fue desinflando de a poco como un globo que pierde el aire.

(Foto: Pablo Astudillo)

Una de las reglas tácitas de Dry Cleaning es que no hay respuestas erróneas a la hora de buscar desde dónde edificar una canción nueva, algo que evidenció el ritmo avasallante de “Goodnight”, cuya letra está armada a partir de comentarios de los usuarios de YouTube en los videos de Aphex Twin. Shaw volvió a apelar a la armonía en la fugaz “Don’t Press Me”, que se evaporó antes de “Driver’s Story” y su marcha a paso de gigante, con la guitarra de Dowse vibrando como si sonase reproducida desde un vinilo ondulado.

Después de la pantanosa “Unsmart Lady”, “Scratchcard Lanyard” tomó impulso a partir de una caja de ritmos para inyectarle al tema un pulso citadino. A la hora de los bises, “Magic of Meghan” fue puro cut & paste literario, con una letra armada en base a fragmentos de artículos sobre la boda real entre Meghan Markle y el Príncipe Harry. Sobre el final, Buxton pasó al saxo para “Anna Calls From the Arctic”, un tema que también se fue construyendo de a poco hasta alcanzar su forma definitiva, una atmósfera sofocante convertida en un trance hipnótico que se diluyó con la misma sutileza con la que se había edificado. 

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