“Crecí en un ambiente netamente musical y artístico”, aclara de entrada Francisco Baccega, a quien se lo conoce artísticamente como Dease (se pronuncia “des”), un joven cantante, compositor, modelo y actor de 22 años rebosante de ideas. Su papá es Ildo “El Tano” Baccega, guitarrista de Ella Es Tan Cargosa y desde chico se vio atraído por los instrumentos. Especialmente, por las personas que lograban hacerlos sonar. Empezó con el bajo y al poco tiempo también se animó a cantar. La unión de esos dos canales de expresión fue lo que lo metió de lleno en la música.
“Me considero un creador de universos”, se define Dease con bastante precisión. Y desarrolla algunas de sus ideas: “Para mí, todo parte de un sentimiento de extranjería para con el mundo externo. Siempre digo que el mundo, tal como está hecho, no es soportable. Por eso necesito de la luna, de la felicidad, de la inmortalidad, de la música o de la poesía. Me parece vital animarse a vislumbrar otros universos donde habitar”.
Su ópera prima, Anfis Bena (2023), es un manifiesto urgente de su forma de ver el mundo. O los mundos. Todos esos que imagina en forma de canciones electropop que no se andan con demasiadas vueltas. “Mis canciones, después de todo, se reducen a tópicos que son muy personales, por eso son cosas que podemos compartir. Sentimientos o sensaciones. Mi música creo que logra el punto híbrido entre lo popular y lo extraño, por eso siempre la defino como un pop alternativo. Es el pop que está detrás del pop. Lo que no se ve. El background cósmico”.
