“La pelícana y el androide”, del flamante La lógica del escorpión, es una de las canciones compuestas por Luis Alberto Spinetta, en 1984, para el proyecto trunco de álbum conjunto con Charly García. De aquellos fugaces pero ardientes encuentros surgieron temas como “Rezo por vos” (luego ambos grabaron y publicaron sus respectivas versiones: Spinetta en Privé, de 1986, y García en Parte de la religión, de 1987, “Una sola cosa” (también incluida en Privé), “Hablando a tu corazón” (en 1986 publicada en Tango, el disco de Charly junto a Pedro Aznar) y “La pelícana…” (Privé).
“El tema habla de aquello que ha logrado transformarse hasta dejar atrás su realidad originaria (…) La idea central era que no solo se podían enamorar una pelícana y un androide, sino que además podían tener hijos, y esos hijos simbolizan el producto de esa metamorfosis (…) Es una reflexión sobre la indiferencia y el desdén del mundo ante estas metamorfosis. Hay quienes sostienen que algo así no es posible, como si no estuviéramos ya constituidos por partes imposibles”, le dijo Spinetta a Juan Carlos Diez (Martropía: conversaciones con Spinetta, Bs. Aires, Editorial Aguilar, 2006), sobre la única canción mid-tempo de aquel álbum solista del Flaco, que incluía el sample, entre otros ruidos y ruiditos, de un gol relatado por José María Muñoz.
En una de las tantas tardes/noches de pandemia en las que García se sumergía durante horas en el océano de YouTube, el músico se encontró con los audios de un “disco pirata” suyo, con los demos de sus canciones de la década del 80. Allí fue que descubrió una versión temprana de “La pelícana…” con la que terminó obsesionándose.
“Verlo a Charly trabajar sobre ‘La pelícana…’ me hizo dar cuenta de lo que es la sensibilidad de un artista”, dice Sznaider. “Charly vio ese tema como una posibilidad certera para el disco mucho tiempo antes de que cualquiera de nosotros realmente lo pensara. En esa época estaba fascinado con YouTube y cuando encontró esos out-takes propios y escuchó ‘La pelícana…’ quedó en shock”.
Charly tomó el demo y lo editó una y otra vez, quitó partes y extrajo la voz de Spinetta. Luego armó toda una instrumentación con sus teclados y copió el mismo pattern con samples de la misma batería electrónica utilizada originalmente, una Yamaha RX 11, y convocó a Fernando Kabusacki para que grabara unas “guitarras etéreas”. “Charly me contó que esa versión la habían grabado en los 80, en su casa de Coronel Díaz”, continúa Sznaider. “Me dijo que el tema era de Luis, que él no cantaba y que tocaba apenas un poco y por eso decidió, más allá de grabar algunos vocoders y refuerzos, darle un lugar predominante a la voz de Spinetta. Creo que el descubrimiento de ‘La pelícana…’ fue el momento más emotivo del disco. Él estaba radiante de poder usar esta pieza”.
Kabusacki asegura estar maravillado con todo el proeceso de la grabación del tema. “No sé si muchas veces en el rock argentino se logró algo tan, pero tan power como esta versión. Cada vez que la volvía a escuchar me emocionaba. Haber podido meter mi guitarra ahí es realmente un superlujo. Siempre es un lujo estar con Charly y siempre que estoy con él siento que estuve con Van Gogh o con Beethoven o con los Beatles todos juntos, ¿se entiende? No es que siento que estuve con Paul McCartney, siento que estuve con los cuatro Beatles”.