Estrenada en la sección Artes y Oficios de la última edición del BAFICI, Catálogo para una familia es tanto una biografía del escultor Jorge Michel como una autobiografía de su nieto, Iair Michel Attías, el cineasta detrás de cámaras que jamás llegó a conocer a su abuelo. En su ópera prima, Attías parte de la incógnita personal para reconstruir un retrato de las corrientes vanguardistas argentinas nucleadas en el Instituto Di Tella. Y en el centro de todo está la figura de Jorge, en todas las dimensiones que lo constituyeron en el vitral de su personalidad: el marinero lector, el publicista renegado, el burgués infiltrado, el amigo que estuvo, el padre que no.
Además de rescatar simbólicamente a Michel, y de elevarlo al panteón del que nunca debió haber sido postergado, Catálogo recuenta también el rescate literal de sus obras, que se vieron extraviadas con el pasar de los años. Entonces, la tensión dramática de la película termina construyéndose alrededor de dos grandes interrogantes, uno de interés público y otro de índole privado. ¿En qué depósito del planeta se encuentran juntando polvo las obras perdidas de Jorge Michel? ¿Y a qué se debió la disolución paterno-filial entre el abuelo y el papá del narrador? Es en ese tironeo donde quizás se termine de definir la película, en la diferencia entre museo y mausoleo.
No es casual que la única incógnita despejada a lo largo del visionado sea la primera. De hecho, la relación de consanguinidad sobre la que se sostiene la premisa de Catálogo para una familia poco termina incidiendo sobre el discurrir del relato, y el distanciamiento con el que Iair Michel Attías se aproxima al material (sus intervenciones, por ejemplo, aparecen bajo la forma de placas de texto en lugar de la narración en off) pareciera sugerir que hubiese sido indistinto tener a un narrador sin parentesco de tipo alguno. Es un alejamiento que, a la vez, dota al material de una objetividad en desmedro de cualquier reproche incriminatorio.
En todo caso, si Catálogo para una familia adquiere un sentido personal, es en el paralelo metatextual que se revela entre el oficio de Michel como escultor y el de Attías como montajista. Egresado de la ENERC y colaborador de Lucrecia Martel, Iair (que editó el filme en conjunto con Verónica De Cata) compone con la sofisticación de alguien que piensa específicamente en términos cinematográficos: la elección de planos y material de archivo se siente delibera y minuciosamente concebida para su disposición final en el metraje. La fluidez de las transiciones y la sonorización de las imágenes terminan conformando así una totalidad perfectamente armoniosa, generadora de un gran placer estético. Hasta las tomas filmadas en el exterior, registradas (presumiblemente) sin el acompañamiento de un equipo de rodaje, lucen acabadas y sin asperezas. Ese no es un logro menor.
Al igual que Clorindo Testa de Mariano Llinás, pero desde una posición decididamente menos liberal, Catálogo para una familia se posiciona como un muy sólido trabajo de arqueología personal y social, en defensa de la preservación y realizado con la misma delicadeza con la que Jorge tallaba sus troncos. Los pasajes en La Celeste, que ponen en relieve a Josefina Robirosa, son los que anudan la confluencia de estas dos líneas. También los que más conmueven.
Funciones confirmadas
Malba Cine: viernes 6, 13, 20 y 27 de octubre y viernes 3 de noviembre, todas a las 20hs.
Cine Gaumont: del jueves 12 al miércoles 18 de octubre, a las 16.15hs.
Cine El Cairo (Rosario): sábado 14 de octubre, a las 20:30hs, con presencia del director; jueves 19 de octubre, a las 18hs; y sábado 28 de octubre, a las 22:30hs.
Teatro Auditorium – Sala Gregorio Nachman (Mar del Plata): martes 17 de octubre, a las 18hs.
Cine Teatro Helios (El Palomar): miércoles 25 de octubre, a las 20hs.