Bhavi: “No se me dio fácil, recién ahora empiezo a llenar lugares”

Con 25 años de edad y cinco de carrera en la música, el trapero nacido en Bélgica consiguió su primer estadio Obras y va por más

Por  MARTÍN SANZANO

mayo 3, 2023

Foto: Ignacio Arnedo

Mientras termina de desprenderse con muchísimo cuidado de una especie de déshabillé de textura muy “trippy”, como la describe en voz alta, Bhavi no quita la vista de la pantalla de su celular. Está arreglando los últimos aspectos de uno de los trabajos más duros que encaró en el último tiempo: hacer su primer estadio Obras. Planearlo, ensayarlo, producirlo, venderlo y ejecutarlo. Y estar en cada uno de los detalles.

Para que los looks del show estén a la altura de las circunstancias, el trapero nacido en Bélgica –vivió allí hasta los siete años– acudió a uno de los suyos, el diseñador belga-argentino Juan Hernández Daels, y citó a ROLLING STONE en su estudio, Sadaels, para ser capturado en plena prueba de vestuario. Desde uno de los probadores, Indra Bhalavan, su verdadero nombre, dispara mensajes de voz con indicaciones de todo tipo. Está pensando en su propio outfit, pero también en el de los bailarines.

El músico de 25 años tiene todo en la cabeza. Ahora está vestido con un traje blanco que parece venir del futuro. Es el mismo con el que, días más tarde, abrirá el concierto en Obras. Una pieza de diseño a medida que lo hace ver inmaculado. Durante la sesión de fotos para la revista, los rayos de sol que se cuelan por el techo vidriado del estudio dan directo en sus ojos verdes agua y lo obligan a fruncir el ceño. Para sortear el obstáculo y no ponerse de malhumor recurre a una solución rápida: gafas y una gorra. “¿Te gusta así? ¡Esto es alta costura con urbano!”, dice orgulloso y recibe la aprobación del autor de la obra. La mezcla espontánea tiene sentido en el universo de Bhavi. Es la misma frescura que dejó fluir en Abducción, su último EP, que grabó en apenas una semana y fue soltando de a poco, tema por tema, como pide la industria.

Un rato más tarde, sentado en la barra de un exclusivo restaurante de sushi del barrio porteño de Belgrano, explicará que “en Estados Unidos los artistas sacan un disco cada dos o tres años porque ganan mucha más plata. Acá no ganás tanto como afuera, entonces tenés que hacer más”. Y proyectará: “Eso hace que, en 10 o 20 años, cuando miren toda esta época, va a haber un montón de música porque a los artistas no les quedaba otra”. También dirá que Abducción en realidad comenzó siendo una idea para el show, pero que las puntas a las que fue a indagar lo llevaron a hacer música nueva.

“Terminé armando todo un proyecto alrededor del show. Lo hice en una semana, volví de viaje y lo grabé. Es fresco, eso es lo que más me gusta. Son canciones para acompañar la gira y es la primera vez que saco música así, tan fresca”, cuenta Bhavi mientras muele un poco de wasabi para darle un touch de picante a la comida. “Esto es pesca argentina, materia prima de calidad”, remarca. La escena es prácticamente la misma que se puede ver en el videoclip de “Fantástico”, el tema con que dará el puntapié inicial el sábado por la noche.

Aunque dio sus primeros pasos musicales en 2018 –con los hits “Piso”, junto a Ecko, y “Mojaa”, de la mano de Duki–, las cosas sucedieron bastante rápido en la carrera de Bhavi. En 2019 grabó con Bizarrap y Halpe la primera BZRP Music Sessions de la historia. Más acá en el tiempo, hace exactamente un año, llevó a cabo su primer Niceto Club. Y hace seis meses se fue de gira por primera vez fuera de la Argentina. Cuando este número de la revista llegue a los kioscos, estará comenzando su segundo tour internacional, que lo llevará por Uruguay, Chile, Paraguay, México y también por Europa. “No se me dio fácil –aclara–. Tampoco fue algo muy rápido, para nada. Hace como 10 años que hago música, vivo de esto hace cinco y recién ahora estoy empezando a llenar lugares”.

La única previa del show de Bhavi en Obras fue un mantra sonoro en clave ambient que sirvió para alinear los chacras de un público con muchas ganas de saltar. “Yo les dije que el show de hoy iba a ser aeróbico. El que avisa no traiciona”, dice el artista luego de una primera tríada arrolladora y usa el pie para cantar “Aeróbico”, otro tema de su último EP. Es un concierto de trap puro y duro planeado para seguir subiendo en intensidad, pero sin dejar de lado la narración de una historia. Por eso antes de “Butaka”, uno de los temas más celebrados de la noche, la abducción se hace realidad con un juego de luces láser. La idea primigenia que nació como tapa del EP y luego se hizo cartel en toda la ciudad, cristalizada este sábado de abril que Bhavi difícilmente olvidará.

(Foto: Rodrigo Muñoz)

Días atrás, con la mirada fascinada por las diferentes preparaciones que la sushiwoman le acercaba a su plato, Indra hacía hincapié sobre su relación con los sábados citando a “Sabbot”, el tema que produjo el rumano radicado en España Nadddot: “Lunes es sábado, martes es sábado/ Todos los días son sábado/ Así lo logré, materializando lo que de chico soñábamos”. Mientras recitaba cada verso asentía con la cabeza, convencido de estar viviendo el sueño del pibe. También habló sobre la importancia de aprender a disfrutar cada momento, de ser agradecido y de no ofuscarse cuando las cosas no salen. “No sirve enojarse, me parece muy poco inteligente. Hay que balancear la mente y el corazón, si sólo te dejás guiar por el corazón no está bueno”. El sábado, en Obras, se tomará una pausa entre tanta adrenalina para darle un discurso similar a su público. Y para agradecerle una vez más por la energía que le brinda en cada show.