Originalmente publicado en marzo de 2014
‘Through The Never’, la extravagante película en 3D que Metallica lanzó en 2013, contiene lo que se ha denominado los “Greatest Bits” de la banda; un escenario en el que se recrean las portadas de todos sus álbumes mientras la banda recorre su discografía en medio de un impresionante despliegue de potencia interpretativa y tecnología de punta. Al ver esta producción en estos días es inevitable establecer un vínculo con la gira Metallica By Request, que tuvo su primera presentación en Colombia, como inicio del tour.
Los fans de todo el mundo votan por las canciones que quieren ver en vivo, y sus deseos son órdenes. Eso mismo parece ocurrir (sin tener el carácter “democrático” de la gira) en Through The Never; los grandes clásicos cobran vida en medio de las tumbas de Master Of Puppets, la silla eléctrica de Ride The Lightning y la presencia de Doris, la estatua que representa a la justicia en …And Justice For All. La banda, que ya completa más de treinta años en el negocio, puede hacer hoy cualquier cosa que se le ocurra, y lo ha venido haciendo, a pesar de las críticas.
Muchas cosas se han dicho sobre Metallica en los últimos años; ser una de las bandas más importantes del mundo implica estar en boca de todos. Lo interesante es que esas bocas tienden a cerrarse cuando Lars Ulrich y compañía pisan el escenario porque su puesta en escena es siempre arrolladora y hace que el público caiga rendido a sus pies. En Bogotá, durante la noche del 16 de marzo de 2014, eso fue exactamente lo que ocurrió.
Cuarenta mil espectadores que escogieron el repertorio del concierto se entregaron durante dos horas y media en las que James Hetfield (guitarra y voz), Kirk Hammett (guitarra), Trujillo (bajo) y Lars Ulrich (batería) dictaron cátedra por enésima vez. Rodeados por enormes pantallas, explosiones, fuego y fanáticos enloquecidos, ofrecieron un show inolvidable en el que interpretaron los temas más populares de su catálogo y estrenaron una canción (Lords Of Summer) que podría hacer parte del álbum proyectado para 2015.
En ese contexto, la figura de Robert Trujillo es fundamental para que el sonido de la banda sea cada vez más contundente, sólido y arrasador. El virtuoso californiano es sin duda uno de los más grandes bajistas del rock en el mundo, un gigante que fuera del escenario se muestra amable, humilde y comunicativo. Tuvimos la oportunidad de hablar con él en los camerinos de la banda pocas horas antes del espectáculo.
Metallica siempre ha corrido grandes riesgos creativos: Load, St. Anger, Some Kind Of Monster, Lulu, y ahora Through The Never. ¿Crees que se ha convertido en una de las bandas más grandes del mundo justamente por correr esos riesgos?
Yo creo que en cualquier manifestación artística, sin importar si se trata de música, pintura o cine, una persona que corra riesgos y se apasione corriéndolos, aunque no tenga dinero, se convierte en un mejor artista, en alguien que siempre llegará más lejos.
Esto pasa porque tu energía creativa es la que te empuja; no estás pensando en el dinero, estás pensando en qué quieres convertirte, en lo que será tu obra; no importa si es buena o mala, de eso se trata el riesgo. Indudablemente, Metallica ha hecho eso. Creo que tiene mucho que ver con el hecho de que Lars es una persona que no acepta un “no” como respuesta. No le gusta pensar que no puede hacer una cosa o que algo es imposible. Creo que ese es el espíritu, el corazón de esta banda, ese reto constante.
En los años que he estado en Metallica nos hemos propuesto muchos desafíos; algunos han tenido resultados buenos, en otros hemos asumido posiciones artísticas que no han tenido éxito. Sin embargo, nosotros no medimos el éxito por la cantidad de dinero que genera cada proyecto. Por ejemplo, Lulu, el álbum que hicimos junto a Lou Reed –descanse en paz y nos bendiga a todos… Un hombre adorable– fue una oportunidad maravillosa que nos permitió experimentar un reto increíble. Es probable que mucha gente hubiera estado esperando otro disco de Metallica, y obviamente habrá un nuevo álbum de la banda, pero creo que correr ese tipo de riesgos es lo que nos hace grandes.
Me gusta cuando los artistas enfrentan retos y experimentan con cosas diferentes. Creo que de eso se trata el arte. No creo que deba existir un estilo definido. Muchas veces los fans tratan de imponer reglas a la banda, y una cosa que evitamos es crear reglas para nosotros mismos. Amamos a nuestro público y nuestro público nos ama también, pero aunque nos amen o nos odien, siempre vamos a hacer buena música y a correr riesgos.
Es probable que si las nuevas bandas no corren riesgos, gente como ustedes deba mostrarles la mejor forma de hacerlo…
Estoy de acuerdo, y espero que lo estemos logrando. A veces creo que estoy loco porque vivo tratando de experimentar cosas nuevas, por ejemplo, con Through The Never. Al embarcarnos en el proyecto de esa película, a veces me pregunto qué estoy haciendo, pero me apasiono mucho por esas cosas y así somos todos con todo lo que hacemos. Pienso en Kirk, él siente esta gran pasión por su colección de objetos de horror, por toda esa memorabilia de monstruos y películas de terror; está haciendo un festival con eso por todos los Estados Unidos y lo hace porque eso es lo que ama, está haciendo algo nuevo que nunca había hecho, y eso me parece maravilloso.
¿Cómo te sientes con respecto a la diferencia que existe entre tu forma de tocar con Infectious Grooves o Suicidal Tendencies y el estilo que empleas junto a Metallica?
Es muy diferente. He tenido la suerte de tocar con Ozzy Osbourne, que es muy distinto a Metallica, o estar con Jerry Cantrell (Alice In Chains), Infectious Grooves o Suicidal Tendencies… Es muy distinto, pero ese es mi trabajo, es lo que hago, lo que me apasiona. Me gusta mucho aprender cosas nuevas y lo he podido hacer junto a Metallica. Se utilizan tempos y técnicas diferentes que he tenido que aprender. También he tenido que acomodarme a tocar en vivo porque en concierto algunos temas van más rápido; Lars sube un poco la velocidad de algunas canciones y me obliga a replantear la estructura de mis técnicas. Eso me gusta porque me ayuda a convertirme en un mejor músico.
Hace poco, más o menos mes y medio, hice un show junto a Infectious Grooves. Fue muy divertido porque disfruté mucho tocando en ese estilo y la pasé muy bien. No es que nunca vuelva a tocar así, todavía lo hago cuando no estamos muy ocupados con Metallica. Todo eso hace parte de mi experiencia porque me gusta el jazz, me gusta la fusión y todos los estilos de música. No es que yo pueda tocar todos los tipos de música, pero trato de hacer siempre lo mejor.
¿Qué música escuchas cuando está en medio de una gira como esta?
Escucho un montón de estilos diferentes: me gustan algunas cosas viejas, como Jimi Hendrix. También algunas cosas que no son tan populares, como una banda de Florida que se llama Torche, me gusta muchísimo.
Recientemente he estado oyendo mucho a Weather Report con Jaco Pastorius, crecí escuchando esa música, pero también crecí con Black Sabbath, Led Zeppelin o James Brown, y siempre trato de volver a esas cosas. Hace poco me enganché nuevamente con Pink Floyd… Cada cierto tiempo regreso a su música. He estado metiéndome mucho con las primeras cosas que hicieron con Syd Barrett y fui adicto a eso durante toda una semana [Risas].
Yo paso por diferentes etapas dependiendo de la energía de cada momento. Creo que la buena música es buena música, no importa cómo quieras verla: debes tomarla, sumergirte en ella y disfrutarla.
Lars ha dicho que Metallica habita en una especie de burbuja creativa, ¿cómo describirías esa burbuja?
Definitivamente se trata de una burbuja, pero creo que eso es lo que hace especial a Metallica. Lars y James han sido capaces de coexistir en ese lugar tan especial y yo he tenido la fortuna de trabajar con ellos, colaborando para ser parte de esa magia. A veces me sorprendo al ver la forma en que desarrollan sus ideas y tengo la oportunidad de ser una especie de intermediario en el proceso.
También soy compositor. En Infectious Grooves tocaba mi música. Compuse junto a Ozzy, pero ver a Metallica componer es una experiencia completamente diferente porque yo componía a partir de la improvisación, e iba creando sobre la marcha. Por otro lado, en esta banda la composición es más un proceso en el que las canciones van creciendo, se van nutriendo. No hay nada malo en ello; ese método hace especial a Metallica, es el camino que siempre han seguido, el que ha funcionado, y es maravilloso.
Parece ser un proceso más planeado…
Sí, implica más tiempo y experimentación. Cuando hablo de nutrir las canciones me refiero a probar cosas diferentes, alejarse un poco de ellas para retomarlas más adelante y volver a construir sobre esas bases. A veces se parece a la construcción de una casa que se levanta muy lentamente: tumbas una parte y la reconstruyes hasta que te gusta, y el resultado final es un álbum de Metallica. Así funciona. Es lo mejor para esta banda y no hay nada de malo en ello.
Tenemos entendido que pronto empezarán a grabar de nuevo, ¿qué puedes contarnos acerca del nuevo disco?
Empezamos a componer el año pasado y ha sido muy divertido. El punto de partida es que tenemos cientos de riffs y de ideas que pasan por un proceso de eliminación. Trabajamos con esas ideas, y si funcionan, si suenan bien y nos gustan, sobreviven. A lo largo de ese proceso podemos tener cuatro canciones que acaban convertidas en una sola.
Ahora estamos ensayando una cantidad de ideas y hemos compuesto una canción de la que nos sentimos muy orgullosos. Probablemente la toquemos esta noche. Para mí lo mejor es que la estamos pasando muy bien y este álbum podrá ser una extensión muy positiva y poderosa de Death Magnetic. Esta es solo mi opinión. Es posible que James o Lars piensen diferente.
Creo que ahora somos una banda mejor; hemos vivido muchas experiencias a lo largo de los siete años que han pasado desde que grabamos Death Magnetic. Todo eso hace que el nuevo álbum vaya a ser muy poderoso, con mucho groove. Empezamos a ensayar hace unas tres semanas y estoy muy emocionado. Es posible que dentro de un año tengamos un nuevo disco de Metallica.