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Algo Azul

En este rom-com absolutamente predecible, una chica obsesionada con casarse, descubre que su pareja no es la indicada

Mariel García Spooner 

/ Liz Grimaldo, Carlos Torres, Andrea Pérez Meana, Ana Alejandra Carrizo

Por  ANDRÉ DIDYME-DÔME

Cortesía DE SANTA BÁRBARA FILMS

El término Bridezilla es una combinación de las palabras Bride (novia) y Godzilla (monstruo tóxico), que se usa para describir una serie de conductas femeninas de tipo maníaco que se relacionan con la necesidad compulsiva de contraer matrimonio sin importar con quién y de controlar con meticulosidad cada uno de los detalles de la boda. Al parecer, este síndrome quijotesco es producto de una sobredosis de cuentos de hadas y telenovelas latinoamericanas. 

Luego de iniciar el año con dos insoportables comedias románticas (la horrible Cásate conmigo y la esperpéntica El libro del amor), llega a las salas de cine una tercera, titulada Algo azul. Curiosamente, esta producción colombo-panameña no posee grandes estrellas y tampoco es una buena película, ni mucho menos. Pero es la mejor de las tres.

La razón de su peculiar encanto se centra en su protagonista, interpretada con mucho carisma por la cantante panameña Liz Grimaldo. Ella interpreta a Ana, una bridezilla que trabaja como asistente en un lujoso hotel.  Grimaldo nos recuerda muchísimo a Ana María Orozco, la actriz que encarnó a aquella inolvidable mujer torpe, ingenua, patética y graciosa, conocida como Betty la fea.

Ana se dispone a casarse con su novio, pese a que Natalia (Ana Alejandra Carrizo), su mejor amiga y colega en el hotel, le advierte que ese matrimonio puede constituir una grave equivocación. Ana abandona su trabajo para ir a recoger su vestido de novia, pero una serie de eventos desafortunados termina dejándolo hecho trizas una semana antes de su boda (¡Oh! ¡El horror!). Uno de esos eventos tiene que ver con el encuentro fortuito con Rodrigo (Carlos Torres), un exnovio que le rompió el corazón, pero al que todavía ama (ya sabemos qué significa esto en una comedia romántica). 

Por casualidades del destino, a Ana se le asigna la función de asistente de Lucía de la Fuente (Andrea Pérez Meana), una odiosa pero popular presentadora de la televisión, quien va a contraer matrimonio con todos los lujos y el máximo cubrimiento mediático. En un momento de deliro, Ana se prueba el vestido de Lucía, y al ser descubierta por la dueña, esta termina huyendo con el vestido puesto como si fuera una novia fugitiva a la inversa, y decide casarse ese mismo día, antes de que la arresten por el robo.  Algo azul es una cinta ridícula, estereotipada, predecible y tonta a más no poder. Pero posee un encanto hipnótico y una fotografía ensoñadora a cargo de Jeico Castro Ferrari. Pero la razón que la convierte en todo un placer culposo, está en la actuación de Grimaldo. Su bridezilla se roba nuestros corazones.

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