Gracias a su destacada participación en diversos torneos de freestyle a lo largo del continente, Akapella resaltó y se ganó el cariño del público y el respeto de la industria. Aunque decidió alejarse por un tiempo de estos escenarios, el músico venezolano ha confirmado su regreso al freestyle, y por si esto fuera poco, el pasado 26 de noviembre llegó a todas las plataformas Goldo Funky, su más reciente producción discográfica. A lo largo de este álbum, Pedro Elías Aquino Cova cuenta su vida a través de hipnóticos ritmos que reafirman su ascendencia caribeña, misma que lleva orgulloso y defiende en cada ocasión que se le presenta.
En esta entrevista con Rolling Stone México, Akapellah nos narra cómo las difíciles circunstancias en Venezuela lo han inspirado a seguir escribiendo, cómo encontró en México un segundo hogar y cómo busca cambiar la realidad de su nación y sus compatriotas a través de su música.
- ¿En qué se diferenció esta producción de tus anteriores trabajos?
Es un disco de hip-hop obviamente pero hay canciones de géneros totalmente distintos. Mis discos anteriores habían sido de hip-hop y siempre había respetado mucho mis producciones discográficas y cuando colaboraba con otros géneros o artistas lo hacía en los discos de ellos. En este disco hay ritmos muy nuevos y poco comunes o habituales en mi repertorio musical.
- Este álbum arranca con un mensaje para los que no creyeron en ti ¿Qué le dirías a ese joven Akillah que escuchaba esas críticas?
La inseguridad siempre está presente, en lo particular en el mundo del hip hop. De donde yo vengo no es lo mismo querer ser futbolista o ingeniero -que siempre va haber alguien de ejemplo- a decirle a tu mamá ‘quiero ser rapero cuando sea grande’, siempre habrá alguien que te va a decir que no es lo correcto, y suena medio rayado ya, pero creo que el que persevera e intenta lograr su sueño termina logrando grandes frutos. A mí me funcionó no prestarle atención a mi entorno y simplemente intentarlo hasta que se me dio. - Qué diferencias encuentras en la industria de Venezuela y en la industria mexicana? Qué puede aprender una de la otra?
Hay una exportación de talentos en Venezuela impresionante. La generación actual de músicos venezolanos/urbanos creo que es la más brutal que ha existido en todos los tiempos. Tenemos antecedentes impresionantes de artistas de la talla de Canserbero pero nunca hubo una generación de músicos urbanos con la estabilidad o proyección que hay ahorita, pero al mismo tiempo, y para nadie es sorpresa, que por la situación que está atravesando el país no tenemos una plataforma propia ni los medios en Venezuela para que la música sea consumida por los mismos venezolanos. Todos los artistas venezolanos que están siendo exitosos lo han hecho a través de otro público u otro país. La crisis del país hace que todos los artistas venezolanos tengan una proyección un poco más internacional porque no tenemos quien pague Spotify, ese niño que pueda pagar Apple Music o cualquier plataforma entonces eso lo hace particular.
En cambio México me parece un país sumamente gigante, que le da abasto a cualquier artista para tener una carrera para hacer giras y ser exitosos sin salir de México. El consumo de música es masivo. Aparte la raza es bien fanática, cuando tú pegas en México pegas en toda Latinoamérica. - Desde hace varios años hay una crisis muy fuerte en Venezuela, y ahora, se le suma la pandemia, ¿cómo ha afectado esto a la industria musical y cómo te ha afectado a ti?
Yo no estoy en Venezuela, pero tomando en cuenta todas las calamidades que se viven allá, es inoperativo. Casi todos los artistas venezolanos que conozco, que están en la palestra, no están viviendo en Venezuela. Es casi obligatorio salir del país para ejecutar el plan. De todas maneras sigue habiendo muchísimo talento, todos los días me dicen “mira, escucha a este chico, escucha esta niña, este niño” y provoca firmarlos a todos y ponerlos en otro sitio. Pero bueno, no sé, creo que todo va a pasar. - En el disco hablas sobre el gran problema del racismo en Latinoamérica, ¿cómo lo has sufrido tú?
Hay una situación, que para nadie es sorpresa, en la que los venezolanos hemos tenido que emigrar hacia otros países. Hay como un odio colectivo, pero también acepto y entiendo que los venezolanos han sido un poco invasivos en ciertos países. Creo que es un choque cultural muy fuerte en países que estaban acostumbrados a un estilo de vida y que de repente aparezcan comunidades grandes de venezolanos en estos países. El venezolano es muy particular, el venezolano es caribeño, entonces esto hace que exista un rechazo por parte de ciertas comunidades hacia los venezolanos que residen en dichos países, eso me parece repugnante y me duele mucho. A veces me toca aceptar y decir «bueno sí, los venezolanos se han portado mal, han hecho cosas malas” pero experiencias personales he tenido algunas, y eso sí, de inmediato subo la voz y le digo a las personas «yo no soy ningún inmigrante, yo soy artista, y si lo fuera, igual respétame». Pero por supuesto que me ha pasado. En Latinoamérica, no en Estados Unidos ni en Europa, imagínate lo alrevés que está el mundo. - «Condenados» nace a partir de una situación que viviste en Instagram que se convirtió en un desastre. Aquí aseguraste que no querías volver a pisar ciertos países por su trato tan despectivo hacia tus paisanos, ¿qué debería pasar para que reconsideres regresar a estos lugares?
Al momento quizá era lo que sentía. Ya luego uno siempre reflexiona, siempre puede más el amor, la cantidad de venezolanos diciendo “¡No!, ¿¡Cómo es posible!? ¡Claro que tienes que venir!” Es lo malo de las redes sociales, que cualquier cosa que dices puede ser usada en tu contra. Obvio no me arrepiento, todo lo que digo, lo digo con bases, argumentos y criterios, y tenía mis razones; han habido una serie de videos de actos xenofóbicos hacia los venezolanos en dichos países entonces yo simplemente me expresé, quizá no de la manera correcta pero soy un ser humano, siento, padezco y me duele mi gente, y fue mi reacción al momento pero ya lo reflexioné y lo ideal sería todo lo contrario: llevar a esos países mi música para que sepan que no todos los venezolanos son lo que opinan, al contrario, llevar algo de Venezuela que sea bueno y cambien de opinión.
- ¿Qué mensaje le das a tus compatriotas en este momento tan difícil?
A pesar de lo que está atravesando ahorita, Venezuela fue de los países más cotizados, millonarios y visitados en tiempos anteriores. El venezolano tiene una particularidad de figurar ante los demás y ahorita hay una gran cantidad de venezolanos regados en todo el mundo con emprendimientos brutales y yo simplemente soy un venezolano más de esos que consideran que haciendo cosas buenas, por el buen camino, estamos reivindicándonos y mostrándole a las personas que piensan que somos una amenaza para su país, que podemos aportar a cualquier sociedad y que podemos convivir en cualquier sociedad. Pero lo importante de todo es que así nos haya tocado emigrar, espero que algún día podamos volver a Venezuela. Invito a los venezolanos que están afuera a hacer lo bueno para demostrarle a las personas que están en contra que somos mucho más que inmigrantes.
Escucha aquí Goldo Funky, el más reciente álbum de Akapellah: