Jenny Lewis sabe que no es realmente sureña. “Vamos, seamos sinceros”, dice la mujer de 47 años, ícono del indie-rock, en un Zoom. “Soy una chica judía californiana trasplantada a Nashville, no soy ninguna cowgirl forajida”. Es cierto: en Tennessee, donde Lewis ha alternado su tiempo con Los Ángeles desde 2017, la única ley que rompe es fumar faso. Además, es alérgica a los caballos y las fogatas. “Soy la más nerd y cobarde de todo Nashville”, confirma. Aun así, su nuevo álbum, Joy’All, es su momento más… Nashville, lleno de cálidas melodías y exuberantes guitarras steel. Incluso hay una canción titulada “Giddy Up”. Durante nuestra entrevista, Jenny no dejará de traslucir cierta sabiduría de lugareño en la mecedora del porche. “Podés mirar afuera todo lo que quieras –dice–. Pero realmente tenés que agarrar tu propio poni y cabalgar”.
En “Puppy and a Truck” cantaste: “Los cuarenta me están pateando el trasero/ Y me devuelven en una copa de margarita”. ¿Todavía te sentís así?
Absolutamente. Quiero decir, mis veinte y mis treinta también me patearon el trasero. Ese es mi karma. Cada diez años, algo importante sucede en mi vida y me desarmo. Pero persevero. Ahora la gente sabrá siempre cuántos años tengo porque digo [en la canción], “Tengo 44 años en 2020”. Así que sólo tenés que hacer la cuenta.
¿En qué te cambió conseguirte un cachorro y un camión?
Estaba en un momento difícil. Estuve aislada más de un año, en cuarentena total, y necesitaba encontrar motivos para salir de casa. El camión me dio eso. No tengo hijos, pero este perro me abrió de muchas maneras, haciéndome responsable de un alma a la que cuidar, fuera de mí misma. Algo obvio, pero antes no tenía idea.
Tu anterior álbum parecía muy catártico. Este suena como si te estuvieras divirtiendo.
Este disco es una pequeña oración a mí misma. Cuanto más toco estas canciones, me doy cuenta de que todo tiene que ver con mi relación conmigo misma y mi poder superior. Además, hay algo en eso de poner un título positivo en lugar de algo tipo Muerte en el valle.
Cuando abriste para Harry Styles, actuaste para 20.000 personas que no te conocían bien. ¿Fue un desafío divertido?
Estaba lista para eso. De algún modo fue el tour independiente más grande del mundo. Porque, al final, cada uno estuvo dentro de su respectiva burbuja. No había prensa frente al escenario ni nadie más en el back. Me sentí como en las giras old school con [su vieja banda] Rilo Kiley antes de que se inventaran los celulares. Era un clima bastante intimista a pesar de las dimensiones de los lugares. Me sentí libre como la mierda.
¿Con qué programas de tele te enganchaste durante la pandemia?
Vi todo lo que hay vinculado con Ryan Murphy. Todo American Horror Story, que me encanta, y todo lo adyacente. Sarah Paulson es mi actriz favorita.
Fue una excelente Linda Tripp en Impeachment hace un par de años.
Buenísima. Pero no podés grabar a tus amigos todo el tiempo. No aprecié a Monica Lewinsky en su momento. Pero cuando realmente llegás a conocer la historia, entendés que Clinton es un maldito idiota.
¿Viste Yellow Jackets?
Sí, la primera temporada. Me encantó. Realmente estamos en pleno revival de los noventa. Yo misma desempolvé un viejo par de Doc Martens…
¿Qué te parece que los chicos de ahora entiendan mal de esa era?
Por suerte, parece que la ceja única se lleva de nuevo. No volvería a depilármelas como lo hice en los años noventa porque nunca volvieron a crecer completamente. No puedo creer que esté hablando de los noventa, parezco un invitado al canal VH1.
OK, ¿qué tal los comienzos de los 2000? Tu disco The Execution of All Things recientemente cumplió veinte años y estás a punto de hacer una gira aniversario de Postal Service. ¿Cómo te sentís con esas efemérides?
Es raro. El tiempo vuela, disfrutalo. Yo lo hago, me encanta todo: los discos, las bandas, las buenas canciones, las mediocres, los intentos fallidos, que creo que es lo que hace a un artista interesante. Tenés que hacer tu Trans, el disco de Neil Young que todos odiaron en ese momento. Pero es un gran disco. El tiempo dirá.
¿Imaginás una reunión de Rilo Kiley?
Estoy abierta a eso, seguro. Se tienen que dar la alquimia y el momento adecuados. Nos debemos volver a tocar esas canciones.