A medida que avanzaba la campaña presidencial de este 2024, y Joe Biden cedía su puesto a Kamala Harris, el expresidente y candidato Donald Trump pronto se vio rezagado. Fue entonces cuando su retórica se volvió más agresiva y absurda que nunca. No es extraño que esta sea su estrategia. Desde que fue presidente, sus discursos públicos estuvieron cargados de tergiversaciones, verdades amañadas, ataques discriminatorios y en otros casos mentiras puras y duras.
Ahora, impulsado también por su fórmula vicepresidencial, el republicano JD Vance, y tal vez porque su estilo chabacano le sigue generando popularidad, Trump, de 78 años, ha recurrido a declaraciones absurdas para captar la atención del electorado. Esto ha incluido desde difundir afirmaciones ridículas para muchos, pero muy populares en las profundidades de plataformas como X (antes Twitter) y otras redes sociales de nicho de grupos libertarios y de ultraderecha, hasta salidas en donde los rumores y las teorías conspirativas prosperan.
Estos son algunos de los momentos más absurdos de su campaña presidencial:
1. Ataques a Kamala Harris
La vicepresidenta Kamala Harris ha sido objeto constante de burlas por parte de Trump. Usualmente no es extraño que en una contienda presidencial haya ataques, pero los límites para Trump son cada vez más difusos. En un mitin en Pennsylvania, por ejemplo, instó a la multitud a expresar su descontento hacia Harris, diciendo que “es una mierda de vicepresidenta”. Además, en Wisconsin, insinuó que Harris tenía una “discapacidad mental” desde su nacimiento.
2. Un largo e imprevisto baile
En un encuentro en Pensilvania, Trump interrumpió el evento donde los asistentes le hacían preguntas, para bailar durante 40 minutos y tararear canciones como ‘YMCA’ y ‘Hallelujah’. Debido a un par de interrupciones iniciales por problemas de salud de los asistentes, Trump decidió bailar: “No hagamos más preguntas. Escuchemos música. Hagamos música. ¿Quién demonios quiere oír preguntas, verdad?”, dijo. La gobernadora Kristi Noem, que lo acompañaba, se vio visiblemente confundida mientras el expresidente se dejaba llevar por la música.
3. Prohibición de la carne roja… y de las ventanas
Así de absurdo como suena, durante un mitin en Nevada, Trump lanzó una acusación descabellada contra Kamala Harris y los demócratas por supuestamente querer declarar ilegal la carne roja, sugiriendo que eso significaba que “no iba a haber más vacas”. Continuó afirmando que los demócratas tenían planes “absurdos”, como eliminar ventanas de los edificios. Así, sin más contexto, dejó esas ideas en el aire, lo que reafirmó las preocupaciones de muchos por su lucidez.
4. Cambio de sexo express en las escuelas públicas
Trump acusó a las escuelas públicas de realizar cambios de sexo en los niños de forma casi instantánea, sin autorización de sus familias: “Tu niño se va a la escuela por la mañana y vuelve por la tarde y lo han transformado en niña”, declaró, avivando temores infundados sobre la educación sexual integral, tan necesaria para las infancias y en contra de la protección de los derechos de las personas trans.
5. El invento de las mascotas desaparecidas
Trump afirmó, sin fundamento, que inmigrantes de Haití estaban desapareciendo mascotas en Springfield, Ohio, para comérselas. Esta acusación, cargada de xenofobia, dejó a muchos boquiabiertos por la ligereza de una afirmación tan estigmatizante contra la población migrante haitiana: “Se están comiendo a los perros, se están comiendo a los gatos, se están comiendo a las mascotas de la gente que vive allí. Esto es una vergüenza”.
6. Afirmaciones falsas sobre el aborto durante el debate presidencial
Durante el debate presidencial contra Kamala Harris, Trump hizo una irresponsable afirmación al decir que algunos “bebés estaban siendo sometidos a ejecuciones”, esto para referirse al tema de aborto. La moderadora del debate, Linsey Davis, tuvo que intervenir para aclarar que “no hay ningún estado en este país donde sea legal matar a un bebé después de su nacimiento”, subrayando la desinformación lanzada por Trump.
7. Apoyaría el uso de fuerzas militares contra ciudadanos estadounidenses
El expresidente Trump ha usado en un par de oportunidades la idea de “el enemigo interno”, aunque resulta ambiguo a quién o quiénes se refiere, lo concreto es que afirmó que apoyaría el uso de la fuerza militar estadounidense contra lo que describió como posibles “agitadores externos” que intenten afectar el proceso electoral. Las afirmaciones han preocupado por el nivel de amenaza y violencia que puedan suscitar.
8. El atentado que generó cientos de teorías conspiratorias
En julio, durante un mitin en Pensilvania, el expresidente y candidato Trump fue herido por disparos cuando un hombre atacó el escenario. Trump fue evacuado de inmediato, mostrando sangre en su oreja, pero fue declarado fuera de peligro tras ser trasladado al hospital. Este ataque desató una avalancha de teorías de conspiración en redes sociales, donde surgieron preguntas sobre la seguridad del evento y cómo el atacante pudo acceder al lugar, amplificando la controversia en torno a si el incidente era real o solo un montaje.
9. La burla contra Puerto Rico
A pocos días de las elecciones del 5 de noviembre, el comediante Tony Hinchcliffe desató una nueva controversia al calificar a Puerto Rico como una “isla de basura flotante” durante un evento de campaña de Trump en Nueva York. En respuesta a la ola de críticas, Trump llegó a un mitin posterior en un camión de basura y vestido como recolector, pero al ser cuestionado sobre las declaraciones de Hinchcliffe, aseguró no conocerlo, y afirmó “amar a Puerto Rico”. Esta situación llevó a algunos puertorriqueños que previamente habían apoyado a Trump, como Nicky Jam, a retirar su respaldo.
Estos momentos extraños no solo han entretenido a los medios, sino que también han planteado serias preguntas sobre la veracidad y la responsabilidad en el discurso político en una eventual nueva presidencia de Trump. A medida que avanza la campaña, es evidente que la mezcla de humor y desinformación seguirá siendo una estrategia central para Trump que ya ronda los 80 años. La lógica detrás de sus declaraciones se pierde entre la risa y la incredulidad, aunque en el fondo estas fantasías contribuyen a normalizar una narrativa peligrosa.
A través de estos actos públicos, muchos ven una mezcla de las facetas del Trump “payaso” y el Trump violento, evidenciando una estrategia que, aunque parece absurda, busca consolidar su figura en un electorado cada vez más polarizado. La fusión de la exageración y la desinformación plantea un desafío inminente para el proceso democrático en EE.UU. y el respeto de los derechos de poblaciones vulnerables.
10. Deudas pendientes
“Todavía estamos esperando que Trump pague el medio millón de dólares que debe”, dijo recientemente Tim Keller, el alcalde demócrata de Albuquerque, Nuevo México. Todo parece indicar que en 2019 la campaña de Trump dejó en esta ciudad una deuda de que supera los U$200.000 por servicios de seguridad; esta suma, con intereses acumulados, hoy llega a casi U$450.000. Se supone que esto se ha repetido a lo largo de esta contienda, y que en varias ciudades se han dejado de pagar cientos de miles de dólares. Es justo indicar que aparentemente en 2016 ocurrió algo similar con la campaña de Hillary Clinton, aunque con cifras menores.