Juan Ábalos: De nuevo guitarrista de Los Piojos al sueño de tocar en el Cosquín Folclore con los Gauchos of the Pampa

El guitarrista de Ciro y Los Persas, que será parte de la reunión piojosa en diciembre, se presenta este jueves con la banda con la que homenajea a Los Hermanos Ábalos

Por  SEBASTIÁN RAMOS

octubre 29, 2024

Lole Martínez

“¡Tardé quince años en entrar a Los Piojos! ¡Cómo no voy a estar contento!”. Juan Manuel Gigena Ábalos es finalmente por estos días el guitarrista de Los Piojos y no oculta su alegría. Quince años atrás, el guitarrista y director musical de Ciro y Los Persas se presentó a la audición que la banda de El Palomar llevó adelante para reemplazar a Piti Fernández, que había dejado al grupo días antes de una gira importante por el exterior. “Había que ir con tres temas sabidos y yo fui con la estructura pero no había sacado el detalle de las guitarras. Suponía que era interesante primero conocernos y saber que había onda, porque más importante que toques bien o mal, me parecía que era pegar buena relación. Imaginate que después con esa gente te tenés que ir veinte días de gira y estar todo el tiempo juntos. Me parecía que más allá de sacar un cover era mejor ver qué podía aportar. Fui con esa idea y me fue como el culo y terminó entrando Juanchi (Bisio). Después cuando Los Piojos se separan y Andrés me llama para armar Los Persas, me contó que Juanchi era refan de la banda y tenía los temas al detalle. Entonces ahí la vi por TV, en mi casa viendo a Los Piojos en Europa y a Los Piojos en River. Así que ahora cuando me confirmaron para tocar con ellos fue increíble. Yo estoy chocho. Ahora sé los detalles de los temas, ja”.

Juan es nieto de Machingo, el mayor de la agrupación Los Hermanos Ábalos, institución del folclore nacional, y desde hace tiempo se convirtió en una suerte de guardián del legado de la familia: después de ocho años de trabajo y preproducción, en 2018 estrenó el documental Ábalos, una historia de cinco hermanos, con Vitillo, su tío abuelo, como protagonista central; y ese mismo año fundó Gauchos of the Pampa, una agrupación que recorre el repertorio de los Ábalos, pero sumándole fiereza psicodélica. Recién llegado de una gira por Europa con Ciro y Los Persas y mientras ensaya diariamente con Los Piojos para el regreso más esperado del año, Juan Ábalos se presentará este jueves con los Gauchos en La Trastienda, Balcarce 470 (entradas acá), en lo que será una noche ideal para celebrar lo que para el músico es la noticia del año: los Gauchos of the Pampa participarán del Festival Cosquín, el folclórico, el original, en la edición de 2025.

“El repertorio que hacemos incluye algunas de las canciones más conocidas de ellos, pero también cosas como ‘Mi pachamama’, que es una zamba más escondida, que grabamos con Bruno Arias. Hace poco grabamos una vidala que tampoco es tan conocida, ‘Ya me voy, ya me estoy yendo‘, con Lula [Bertoldi] de Eruca, Facundo de Guasones y un solo del Tano Marciello que quedó tremenda. Ahora el desafío que nos impusimos es meter composiciones nuestras dentro del repertorio que hacemos. En La Trastienda vamos a tocar tres temas nuestros, con todo el riesgo que eso implica, no sé si de caradura o lo que sea, porque tenemos que meter tres canciones dentro de un setlist de hits. Es como si estuvieras haciendo un homenaje a los Beatles y en el medio ponés tres temas tuyos… o sos un boludo o los temas tienen que ser muy buenos. Nosotros confiamos en que están buenos y que van a ser bien recibidos y que tienen una lógica también de por qué están ahí. Creo que en un punto el proyecto va hacia ahí también, a incluir más temas propios”.

¿Te costó ponerte a componer para estar a la altura del proyecto?

No, porque fue algo natural. Hice un tema para Vitillo, pero que se venía cocinando desde hace tiempo. Con mi tio abuelo hacía algo que después terminé haciendo con Ciro, que es el chacaloop, en donde lupeo unos ritmos de chacarera con una melodías y Vitillo en un momento, a los 90 años, se paraba y zapateaba. Para mí era hacer la música que escuchaba desde chiquitito y transformarla en algo psicodélico, pero con Vitillo ahí. Eso ahora lo hacemos con Gauchos y Cacho, que es el bombista y que es bailarín también, lo zapatea. Bueno, esa melodía que ya tenía, después la hice canción, entonces ahí es donde se me armó una cosa lógica y supernatural. Y después los chicos (Cacho García en bombo y danzas, Nelson Giménez en voz, y Martin Lohrengel en piano) también tenían sus composiciones y estaban buenísimas y las sumamos.

Ábalos sostiene que sigue sorprendiéndose no solo de cómo reciben las nuevas generaciones la música de Los Hermanos Ábalos, sino también todo un grupo de público que nunca antes había consumido folclore, tanto de aquí como del extranjero. “La vez esa que tocamos para los músicos de Guns´n´Roses, que nos invitaron para un encuentro íntimo que les preparó la producción local, veíamos que los tipos paraban la oreja porque son ritmos que desconocen. No conocen el sonido del bombo leguero, ¿viste? Y cuando le pegás también despide el olor del animal y es una cosa impresionante. Y por otro lado, lo nuestro tampoco es folclore tradicional. Para mí el folclore tradicional es solamente para el que escucha folclore, porque en un punto se repite todo el tiempo: la chacarera es más o menos siempre igual y después se cambia la letra, y la zamba lo mismo. Sonoramente todo termina siendo lo mismo y yo siento que si no tenés una costumbre o no tenés las raíces de eso, te puede costar más conectar. Necesitás como otra educación familiar.

Juán Ábalos, con Ciro y Los Persas en el teatro Colón (Nacho Arnedo/Archivo RS).

Así como los Ábalos llevaron el folclore argentino a Europa, días atrás Ciro y Los Persas pasearon su rock nacional por el Viejo Continente: 11 shows en 23 días. “Si bien la mayoría de los que nos van a ver allá son argentinos, hay algo en la fusión que hicieron Los Piojos, y que Ciro también hace con nosotros, que llama la atención en Europa. Hacer un tema como Balneario… en Londres, con ese candombe y esa fusión latinoamericana, me parece que logra un aporte”.

Y para los argentinos es como llevarle un poco de su país allá, ¿no?

Allá nosotros somos el Fernet y la milanesa, digamos, ja… La gente es una locura, se abraza, llora y estalla de alegría, todo al mismo tiempo.

Hablando de Los Piojos, ¿te lo esperabas este regreso?

Si bien desde que estamos con Los Persas el público canta lo de que se vuelvan a juntar y eso, nunca realmente se supo si iba a pasar realmente. Tomó más fuerza este último año, pero yo me enteré hace muy poquito que iba a ser parte. Estaba la posibilidad, pero no estaba del todo firme, porque también se podría haber hecho una audición de guitarristas, por un montón de razones. A mí se me terminó confirmando durante la gira por Europa.

A diferencia de lo que te pasó quince años atrás, ahora vas a reemplazar a Tavo…

Sí, y estoy haciendo toda una revisión compleja, porque Tavo era muy detallista y muy de buscar algo particular en la forma de tocar las canciones. No te clavaba un sol solo, sino que le ponía un chimichurri, que dentro del quilombo de lo que están tocando todos es difícil detectarlo, ¿viste? Entonces estoy como viendo de vuelta todo eso y estoy encontrando cositas. Además, tengo una suerte de memoria muscular de estar tocando los temas de Los Piojos con Los Persas, que inicialmente la idea era tocar algunas cosas lo más parecido posible pero sonoramente despegarnos y ahora estoy como pegándome a las canciones lo más posible.

¿Cómo viste lo de Micky, que decidió no sumarse a la reunión?

De verdad no entiendo nada de lo que está pasando. Entiendo sí que todos pueden tener sus razones, pero yo no sé la interna. Por lo que sé, sin meterme mucho, creo que las puertas están abiertas y eso sería espectacular, porque todo este momento de la reunión de Los Piojos se está viviendo como si fuésemos campeones del mundo, esa es la energía que se vive alrededor, como si fuese un mundial que ganamos, y estaría bueno que todos los piojosos puedan disfrutarlo.

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