El Balón de Oro, una decisión muchas veces nublada 

Elegir al mejor jugador y jugadora de la temporada nunca ha sido tarea fácil, ya que además del factor deportivo, el marketing y la estigmatización hacia los delanteros nubla el juicio.

AFP

Al pasar de los años el premio entregado por France Football ha reconocido al mejor jugador y jugadora de la temporada, además de diferentes premios como al mejor portero o al mejor jugador joven. 

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Durante la ceremonia celebrada en París, donde destacó la ausencia de jugadores del Real Madrid, Rodri y Aitana se alzaron como los mejores jugadores de la temporada 2023-2024, dejando en claro que el fútbol español está pasando por un muy buen momento, además del premio al mejor jugador joven que recibió Lamine Yamal. 

Dentro de la lista de ganadores de la noche destacaron Emiliano Martínez como mejor portero por sus destacadas apariciones con la selección argentina y el Aston VIlla, Harry Kane y Kylian Mbappé como los mejores goleadores y Carlo Ancelotti como mejor director técnico del fútbol masculino, dejando atrás la hazaña historia de Xabi Alonso junto al Bayer 04 Leverkusen. 

Al anunciarse los ganadores, las críticas, elogios y demás comentarios respecto a las decisiones no se hacen esperar, y este año no ha sido la excepción. Por ello, presentamos algunas perspectivas que seguramente ofrecerán un nuevo punto de vista a la hora de calificar a los jugadores y jugadoras.

¿Por qué la última vez que un defensor se consagró como el mejor jugador de la temporada fue hace 18 años? También hay que añadir que, en toda la historia, solo un portero ha tenido el honor de recibir el premio, en 1963. Los delanteros y centrocampistas tienden a ser considerados los mejores futbolistas, ya que se encargan de la faceta ofensiva de los equipos y es fácil estigmatizarlos como los mejores al celebrar sus goles y maniobras con el balón, lo que a menudo nubla el trabajo silencioso de la defensa. Un despeje de un defensor no se celebra con la misma euforia que un gol, pero hay que preguntarse: ¿de qué sirve hacer un hat trick si mi equipo va perdiendo 4-0?

Cuando se piensa en fútbol, el gol es lo más importante, pero nunca ha sido sinónimo de un buen juego. “El que no los hace, los ve hacer” es un refrán clásico que refleja que no siempre el que juega mejor es el que gana, y muchas veces se nos olvida que el Balón de Oro premia al mejor jugador, no al que hace más goles.

Sumado a la euforia del gol, el marketing juega un papel fundamental en la carrera de un futbolista. Hay que recordar que los deportistas terminan siendo talento que se compra y se vende, y cada jugador tiene un precio de mercado, donde los más caros siempre han sido los delanteros, principalmente por el dinero mediático que pueden generar. Messi fue un excelente negocio para el Inter de Miami, no por lo que hace en la cancha, sino por lo que vende fuera de ella. En Colombia, el caso de Falcao es otro ejemplo; llegó al final de su carrera, propenso a lesiones, y ha jugado muy poco, pero solo con su anuncio vendió un número récord de boletos para su club.

Por eso, también se debe tener en cuenta que el jugador más costoso y mediático no siempre es el que mejor rinde a nivel deportivo para consagrarse como el ganador del Balón de Oro. Pero, ¿cómo se puede comparar entonces a un delantero con un defensor o un portero?

Los números, por obvias razones, no pueden ser el único dato de análisis. Un jugador cuyo propósito es marcar goles seguramente tendrá mejores estadísticas que uno cuyo objetivo es impedirlos. Por eso, es necesario pasar a un análisis subjetivo donde se deberían hacer las siguientes preguntas: ¿Cumple a la perfección su papel en el campo de juego? ¿Qué le aporta a su equipo, además de sus funciones? ¿Anímicamente es una ventaja o una desventaja para el equipo? ¿Qué tan regular fue durante toda la temporada?

Un gran acierto en la más reciente edición del Balón de Oro ha sido negarle el máximo galardón en la categoría masculina a Vinicius Jr., un jugador que, mediáticamente, era el favorito, y aunque ha demostrado ser un jugador de clase extraordinaria y merece estar en el podio, en el análisis subjetivo que proponemos, no genera respuestas sobresalientes por su bajo nivel jugando para la selección de Brasil y su comportamiento dentro de la cancha que en muchas ocasiones deja mucho que desear. Otorgar el trofeo a Rodri es un gran avance en dejar de lado la idolatría por los delanteros, pero aún se sigue nublando la visión por estadísticas y medios que jamás favorecerán a aquellos jugadores que, sin duda, aportan mucho a sus equipos de una forma no medible.

Si para un defensor central, cuya función principal se puede medir estadísticamente en cuanto a balones recuperados, es casi imposible ser merecedor del Balón de Oro, imagínense para un defensor lateral como Dani Carvajal.

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