Fran Healy, de Travis: “Todavía tenemos mucho que decir y qué cantar”

Antes de una nueva visita al país, el cantante de Travis habla de los peligros de vivir en Los Ángeles y de los ciclos de la vida

Por  JOAQUÍN VISMARA

octubre 13, 2024

Getty Images

En los últimos siete años, Fran Healy desarrolló un talento particular que le permite componer canciones de una sensibilidad notable, aún rodeado de un ambiente hostil. Lejos de su Escocia natal, el líder de Travis encontró en Los Ángeles su nuevo hogar en 2017, pero el arraigo parece haber sido más difícil de lo que esperaba. “Nunca viví en una ciudad en la que me sintiera tan en peligro, en ningún otro lugar del mundo me metí en tantos problemas”, explica desde una habitación de hotel en Nueva York.

“Estuve de gira los últimos dos meses, y volví por dos días a mi casa. En todo ese tiempo no había tenido ni una discusión con nadie, pero en esos dos días tuve tres episodios muy viscerales con distintas personas mientras manejaba mi auto. Pensé que el motivo del conflicto podía ser el auto en sí, pero estuve manejando en otras ciudades y no me pasó nada”, reflexiona el autor de “Sing”.

Tal vez por esto mismo, Los Ángeles se volvió el motor del nuevo disco de Travis, L.A. Times. En su portada, los cuatro integrantes del grupo aparecen apenas perceptibles en comparación con el horizonte de torres y edificios avasallantes que se pueden apreciar en el fondo de la imagen. “Es una ciudad muy loca, llena de gente enojada y alterada, y no es un lindo lugar en el que vivir. No me gusta, y estoy tratando de irme de acá”, reconoce Healy sobre el lugar que lo impulsó a escribir su mejor colección de canciones en años, y que traerá al grupo por cuarta vez a la Argentina el 7 de noviembre en el teatro Gran Rex.

En tus redes solés contar los conflictos con los que tenés que lidiar en Los Ángeles. ¿Cómo fue que terminaste en un incidente con un perro salchicha?

Estaba intentando salvar al perro de mi vecino de un choque y eso no salió muy bien. Casi pierdo mi dedo porque me atacó y quedó una cicatriz muy grande. Otras veces terminé en peleas: me encontré con gente sin techo dentro de mi casa y una vez casi me fui a las manos con un latino de musculosa y lleno de tatuajes. Parecía de alguna pandilla, se sacó sus zapatos para pelear conmigo. Puedo cuidarme, soy cinturón negro y puedo pelear, pero no me gusta hacerlo, siempre trato de calmar al otro.

Muchas de las canciones de L.A. Times comparten espíritu con las de The Man Who, su segundo disco, que cumplió 25 años en mayo. ¿Fue algo buscado?

Es loco. Así como hay 24 horas en el día, hay ciclos en la vida que tienen 25 años. Está la medianoche en el día, y The Man Who en mi vida. Cuando estaba llegando a ese disco, se murió mi abuelo, me separé de mi novia y despedí a mi manager. Me fui a vivir a Londres, y mi vida cambió en muchísimas maneras. Una vuelta al reloj después, mientras hacía este disco, perdí a uno de mis mejores amigos, despedí a mi manager y me separé de mi esposa después de habernos mudado a Los Ángeles.

A pesar de que sacaste un disco solista hace catorce años, no tenés una carrera por fuera de Travis. ¿Tiene que ver con esto?

Hacer esto fue algo muy bueno para mí y para la banda, porque tengo mucho para demostrar y creo que no estamos terminados todavía. Creo que todavía tenemos mucho que decir y qué cantar. Cuando hice ese disco fue porque todos los demás querían tomarse un descanso, pero yo ya había compuesto un álbum. Mi disco solista estaba destinado a ser uno de Travis, pero todos estaban ocupándose de sus cosas y teniendo hijos, y yo ya había tenido al mío cuatro años antes.

Travis mantiene intacta su formación desde su primer disco, de 1997. ¿Qué explicación le encontrás?

Tenemos suerte, nos llevamos muy bien. Nos hacemos reír un montón, hay un montón de risas y jodas entre nosotros y siempre estamos tratando de hacer reír al otro. Muchas bandas se forman en la secundaria y duran dos semanas, otras quizás tres meses, dos años o una década. Durás lo que puedas, es como un matrimonio. Cuando me separé de mi mujer, fue. “Terminamos, esto se acabó, esta conexión ahora es distinta”. Y no me importa lo que diga Michael Stipe, desde que R.E.M. se separó, ya no son más una banda. Creo que los integrantes de las bandas son sus órganos vitales, y cada uno cumple su función. Nada nos llevó a matarnos entre nosotros, así que todavía seguimos juntos y vamos a hacerlo todo el tiempo que podamos.