La industria musical ha cambiado muchísimo en los últimos años; los formatos y medios en los que se consume han cambiado radicalmente y seguramente veremos muchos más cambios con la llegada de la inteligencia artificial.
En estos procesos de cambio, algunos formatos se han visto afectados por diferentes circunstancias, como la nueva forma de hacer música y la calidad vocal de sus intérpretes, lo que ha causado que formatos que antes eran vistos con cotidianidad, como los discos grabados en shows en vivo, estén desapareciendo.
Alci Acosta, el cantante más importante de los boleros hechos en Colombia, nació en Soledad, Atlántico, hace casi 86 años. Trae consigo un disco grabado el año pasado en su pueblo natal, durante un concierto en el que estuvo acompañado de su hijo Checo Acosta y algunos de sus nietos, dejando plasmado en esta nueva producción todo el talento que lo ha caracterizado durante sus 60 años de carrera, y dándole a la industria musical una muestra de lo que se puede hacer si hay talento y dedicación en Para siempre (En vivo).
“Esta es una de tres grandes producciones que tenemos pensadas con mi papá antes de su retiro, el próximo año pensamos sacar una grabación de estudio de sus más grandes éxitos, y también un disco en donde este acompañado de varios invitados. Mi papá quiere retirarse por todo lo alto, dejando una imagen impecable”. Checo Acosta
Con un vestido azul oscuro y una corbata negra, con la elegancia de siempre, entra a la habitación el maestro Alci Acosta, que se sienta y pide un tinto, ya que lleva levantado desde las cuatro de la mañana.
Los artistas que puedan lanzar un disco en vivo a los 85 años son contados con los dedos de una mano, ¿por qué decidió lanzar Para siempre (En vivo)?
Era una idea complicada, porque hacer un video y grabar el audio en vivo por cuestiones técnicas es muy difícil, pero al final se hizo. Por supuesto, hay detallitos, [Risas] además, fue la primera vez que hago una producción como esta, pero como dijo Checo, era una gran producción que queríamos hacer antes de mi retiro, además de grabarlo en Soledad, y la gente lo está recibiendo con mucho cariño.
Recuerdo una vez que hice un solo número con nuestro querido amigo Andrés Cepeda, en el teatro Colón, aquí en Bogotá, donde cantamos y se grabó la canción ‘Amor gitano’ en vivo.
El próximo año vamos a tener una gran gira de despedida, pero ya lo tomamos con mucha calma, lastimosamente no he estado muy bien físicamente. y esto ha causado que mi retiro sea un poco más pronto… me da mucha tristeza decirlo y sentirlo, todavía tenemos cosas por hacer.
Volviendo al disco, obviamente es motivo de orgullo y de mucha alegría hacer un disco en vivo. Ya me lo habían propuesto mucho tiempo atrás, pero en ningún momento quise hacerlo, es algo muy complicadito, la verdad, pero mi familia, mi hijo Checo, me convencieron, y creo que hicimos algo importante. Hoy en día analizo el trabajo y me siento feliz y orgulloso de mí mismo.
Tuve el honor de verlo hace como dos años en un concierto en un teatro en Bogotá, y su voz no ha perdido la potencia y sentimiento que siempre lo han caracterizado, ¿cómo ha sido el cuidado de su voz durante más de 60 años de carrera?
Es algo bastante exigente, déjame decirte, afortunadamente soy poco tomador, trasnocho muy poquito, soy poco parrandero, a pesar de que soy costeño. Esas buenas costumbres, creo yo, son las que me han permitido seguir cantando. A mí lo que más me tumba la voz son las gripas, y justamente ahorita me está empezando una que me tiene preocupado porque nos vamos a unos conciertos a Estados Unidos, me va a tocar ir al médico.
Pero si, el cuidado de la voz es fundamental, y más ahora con este disco en vivo; para hacer una grabación así toca tener buena garganta.
¿Recuerda la primera vez que tocó el piano? ¿Qué significa el piano en su vida?
Caramba, profesionalmente tenía 18 años cuando empecé a ganarme mis primeros pesitos tocando el piano. El piano es mi amigo fiel, gracia a él y a mi voz he llegado a donde estoy hoy en día, el piano para mi es todo… Desafortunadamente hoy en día por mi problema con las piernas y una cirugía que me hicieron hace un año, no puedo volver a tocar el piano y debo cantar sentadito, me hace mucha falta… Tengo ahora unos pianistas que me acompañan, unos buenos y otros regulares [Risas], pero es incómodo y triste, porque como te decía el piano es mi complemento.
“Entonces cuando no estaba trabajando de pianista, mi hobby era el piano, pero como bolerista”
El piano de la versión original de ‘La pollera colorá’ fue el suyo, usted está involucrado totalmente en la historia de la música colombiana. ¿Qué lo llevó a pasarse de la música tropical a los boleros?
Lo que pasa es que yo antes de ser cantante fui pianista, la verdad es que yo nunca pensé en ser cantante, yo fui el pianista de distintas agrupaciones en Barranquilla, y ahí lo que se tocaba era pura música bailable, cumbia, porro, guaracha, merecumbé, pero yo siempre fui amante de los boleros, de los pasillos.
Entonces, cuando no estaba trabajando de pianista, mi hobby era el piano, pero como bolerista, y un día llegó mi gran amigo y compositor Cristóbal San Juan, y me dijo que tenía unas canciones inéditas, que me las aprendiera, y me llevó a la disquera donde gustaron mucho, grabamos el primer trabajo y de ahí hasta hoy ahí vamos. Uno siempre tiene un ángel que lo ayuda en su carrera.
Tenemos que hablar de Julio Jaramillo, para mí el mayor exponente que ha tenido Ecuador musicalmente, ¿cómo fue grabar con él?
Para empezar a hablar de él toca recalcar que yo desde muchacho y hasta el sol de hoy, he sido un gran fanático de Julio Jaramillo, entonces, cuando llegó el momento en que me ofrecieran grabar con él una serie de lo que antiguamente se llamaba long plays, yo no lo pensé dos veces, era un sueño que este servidor cantara y grabara al lado de Julio Jaramillo, es un recuerdo que me llega con mucha alegría y orgullo.
Hicimos tres LP, siento que en ese trabajo llegamos a ser amigos, trabajamos más que todo en Medellín, y después yo me fui a Ecuador a trabajar por allá. Un tiempito después él también volvió a Ecuador, pero ya ahí estaba enfermito, y al poco tiempo de regresarme a Colombia fue que falleció.
Pero te puedo decir que en el poco tiempo que nos conocimos, yo creería que tuvimos una amistad muy honesta, muy bonita, y lo que hicimos fue algo que de verdad es muy maravilloso.
“Yo no lo pensé dos veces, era un sueño que este servidor cantara y grabara al lado de Julio Jaramillo”
Dentro de los boleros y sus más grandes éxitos, hablar de la tristeza, el desamor y sucesos trágicos es lo más común, ¿a qué cree que se deba eso?
Es algo raro de verdad, fíjate el éxito que ha tenido ‘El último beso’, una canción bastante trágica que seguro le saca lagrimas a la mayoría; yo digo que el caso de los boleros es algo insólito. Pero, así como hay canciones trágicas, también hay canciones muy bonitas, mira que la canción mía ahorita que más le gusta a la gente es ‘No renunciaré’, que tiene un contenido bien bonito, así que hay canciones de todo tipo, la música es para las emociones de la gente.
‘El último beso’ despierta muchos sentimientos en mi interior, porque me recuerda a mi esposa y mi hija Yaneth, que fallecieron.
¿Hubo alguna canción que siempre quiso cantar o grabar y nunca ocurrió?
No, fíjate que no, yo conté con la suerte de que las canciones que me escogían para interpretar siempre iban muy con mi estilo, y yo la verdad nunca rechacé ninguna.
Retomando esa versión de la canción ‘Amor gitano’ junto a Andrés Cepeda, ¿le hubiera gustado haber colaborado con más personas?
Pues te cuento que, además de Julio Jaramillo, que ya es lo más importante, tuve la suerte de también grabar junto a la Ronca de Oro, Helenita Vargas. y también junto a Darío Gómez. Además, se viene también Alci Acosta entre amigos, una producción que vamos a hacer junto a algunos compañeros cantantes, hombres y mujeres, el próximo año, año en el que ya dejaré por completo el piano, los escenarios y la música…
Siento que después de usted el bolero colombiano prácticamente desaparece, y no solo eso, también la música que antiguamente era la “popular”, Helenita Vargas, Las Hermanitas Calle… ¿Cómo lo ve usted?
Si, desafortunadamente ahora tenemos una invasión de música mexicana… Ojalá el bolero vuelva a aparecer, no quiero decir que haya desaparecido, pero ojalá las nuevas generaciones se vuelvan a interesar de verdad en este género, ese es un sueño y una petición a los nuevos artistas que espero ver cumplido.
Y también tenemos el reggaetón, que yo creo que para los que sabemos de música es algo un poquito triste, los boleristas tenemos algo especial, un canto bonito y romántico, algo completamente distinto y atípico con los artistas de hoy en día. Para mí el reggaetón es algo netamente comercial, que lógicamente se vuelve pasajero, algo que no tiene un sentimiento perdurable, no tiene un sentimiento que se pueda guardar en el corazón.
Entonces sí, es triste que este tipo de música sea la que invada a la gran mayoría de gente, pero bueno, entre gustos no hay disgustos… Lo importante es que el bolero que canto yo, y que antes cantaron un montón de artistas, ya se volvió algo atemporal, que jamás pasará de moda.
“Para mí el reggaetón es algo completamente comercial, que lógicamente se vuelve pasajero, algo que no tiene un sentimiento perdurable, no tiene un sentimiento que se pueda guardar en el corazón.
Hace no mucho estuvo en el festival Estéreo Picnic, con un público que seguramente era menor de los 30 años, y su show fue uno de los mejor valorados y también fue muy bien recibido por la gente, ¿qué significó ver a un público tan joven cantando a todo pulmón sus canciones?
La mamá y uno de los dueños del evento son fanáticos míos, y les dio la locura de incluirme en uno de los días. Gracias a Dios todo salió muy bien, porque yo iba asustadísimo. Jamás me esperé esa cantidad de cariño y aplausos de la gente que estaba en este evento, de verdad que yo iba con mucho susto. Pero ahí está la muestra de que el bolero jamás pasará de moda.
¿Hay algún consejo que le daría a los artistas jóvenes, para alcanzar la grandeza de ser una leyenda de la música?
Lo más importante es el cariño por lo que uno hace, y nosotros los artistas debemos tener un profundo respeto por la gente, trabajar con todo el corazón porque gracias a lo que hacemos despertamos muchas emociones en el público. Entonces, el consejo principal es el cariño por la música y también por el público; sin el apoyo de la gente nosotros no somos nada.
Ya es justo y necesario este retiro, que me retire feliz por todo lo que he hecho estos años dejando un legado musical muy bonito.
La música atemporal está en vía de extinción, pero usted ya logró que la suya trascendiera a nuevas generaciones, ¿cómo describiría su legado?
Bueno, yo pienso que le dejé a este mundo bonitos recuerdos con mis canciones, ser amable con la gente, con el público, ser uno más de ellos, ser accesible al público, ganarme la simpatía del mundo, especialmente de Ecuador, Perú y Centroamérica.
Entonces más que dejar un legado, yo también me lo llevo, que durante tantos años la gente me haya querido, y hoy en día lo siga haciendo. Todavía hay gente que me dice, “Alci, todavía no te retires”, pero bueno, ya es justo y necesario este retiro, que me retire feliz por todo lo que he hecho estos años dejando un legado musical muy bonito.
