En la actualidad, muchos músicos y artistas dependen en gran medida de las giras para generar ingresos, algo que conlleva un alto consumo de gasolina en autobuses y numerosos viajes aéreos. Ahora, los actos se enfrentan al reto de embarcarse en giras que sean lo más verdes posibles.
Es un gran desafío ya que todos los aspectos de una gira implican un costo ambiental muy importante en términos de transporte, alojamientos, y energía para luces y el sonido, entre otros factores. Además, cuando se trata de conciertos, los actos no son los únicos con un impacto ambiental significativo. El público que asiste a los shows también genera sus propias emisiones al viajar para poder ver a sus artistas favoritos, utilizar vehículos particulares para llegar al recinto o generar desechos de plásticos de un solo uso.
Un estudio de 2023 de Payless Power reveló que la huella de carbono que producen muchas bandas en sus giras es muy significativa. En 2022, las giras de cinco géneros musicales distintos —country, rock clásico, hip hop/rap, metal y pop— fueron responsables de casi 45.000 toneladas métricas de emisiones de dióxido de carbono (CO2) en Estados Unidos. En el Reino Unido, tan solo el turismo relacionado con la música representa 85.000 toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero anualmente.
Pero los amantes de la música no se han quedado de brazos cruzados; los usuarios de redes sociales han prestado mucha atención a los hábitos de viaje de las celebridades. Taylor Swift, la artista musical que más ingresos generó en 2023, ha sido objeto de mucha crítica por su uso habitual de aviones privados. Otros intérpretes como Jay-Z, Blake Shelton y Travis Scott también han sido señalados por sus emisiones anuales de CO2 provenientes de viajes.
Aún así, existen múltiples bandas y artistas que están tomando acción para reducir el impacto ambiental de sus giras.
La agrupación inglesa Massive Attack ha alzado la voz sobre temas medioambientales durante años. Recientemente, ha fijado la mira en la industria musical con un espectáculo innovador que ha sido el show con la menor huella de carbono en la historia, en comparación con otros de su tamaño. El festival llamado Act 1.5 fue alimentado por energía renovable, incluyendo el uso de camiones eléctricos para instalar la infraestructura. Todos los puestos de comida ofrecieron alimentos basados en vegetales adquiridos a través de cadenas de suministro locales, y se minimizó el desperdicio con el uso de platos y utensilios compostables y la redistribución de alimentos excedentes.
En el 2022, el Happier Than Ever Tour de Billie Eilish ahorró 8.8 millones de galones de agua al ofrecer comidas basadas en plantas para su equipo. También evitaron el uso de más de 114.000 botellas de plástico gracias a contenedores de agua en los shows y neutralizaron 15.000 toneladas de emisiones de CO2. Pero esto no es todo, ya que Eilish alentó a 132.000 de sus admiradores a apoyar causas ambientales y reunió casi un millón de dólares en favor de estas.
En su gira europea del 2022, Bring Me The Horizon redujo sus emisiones un 38 %, evitando generar 27.97 toneladas de CO2, a través de cambios como utilizar combustible renovable para sus autobuses, seguir una dieta basada en plantas y reducir el uso de plástico y desperdicio de comida. También eliminaron el uso de más de 3300 botellas de plástico al instalar contenedores de agua para ellos mismos y todo su equipo.
Desde hace más de una década, Radiohead ha hecho un esfuerzo para que sus giras sean lo más ecológicas posible. Además de utilizar biocombustible para sus autobuses, transportan su equipo por barco en lugar de transporte aéreo, utilizan botellas de agua y animan a su audiencia a elegir el transporte público para asistir a sus conciertos.
Sin duda, Coldplay está a la vanguardia de la sostenibilidad en la industria de conciertos. En junio, el grupo compartió una actualización de su gira mundial sostenible, Music of the Spheres, declarando que lograron reducir sus emisiones de carbono en un 59 %, superando su objetivo de reducción del 50 %. Las acciones de su plan incluían desde una pista de baile que genera electricidad cuando los fans bailan sobre ella, hasta la reducción de sus viajes en avión. También han plantado siete millones de árboles como parte de su compromiso de crecer un árbol por cada fan que asista a los conciertos.
Con su gira histórica, Coldplay ha establecido un nuevo estándar de sostenibilidad para las giras, motivando también a su audiencia a formar parte del cambio.
La preocupación por el cambio climático es evidente, y las estrellas de la música no permanecen ajenas ante la amenaza y están dispuestas a dar la batalla. Si los artistas practican lo que predican, sus admiradores tendrán cada vez mayor interés en sumarse en favor del planeta.
