La represión en Venezuela ha aumentado tras las elecciones presidenciales del mes pasado. Sin embargo, hay una situación preocupante en el país, más allá de la censura, las protestas y la violencia: la detención de menores. Según algunas organizaciones de derechos humanos, más de 120 niños, algunos de tan sólo 13 años, han sido encarcelados desde la jornada electoral, y muchos siguen detenidos semanas después.
Según The Guardian, más de 1.600 personas han sido detenidas hasta la fecha, muchas de ellas sin orden judicial, ya que las fuerzas de Maduro no sólo persiguen a los manifestantes, sino también a cualquier sospechoso de ser opositor. Esta ola de represión sin precedentes, supera incluso las duras medidas que se tomaron entre 2014 y 2017 en el país. Los grupos de derechos humanos han expresado su alarma, señalando que las detenciones forman parte de una estrategia más amplia para disipar cualquier crítica al gobierno.
La oposición venezolana, junto con líderes internacionales y defensores de los derechos humanos, han condenado las acciones de Maduro, acusándolo de fraude electoral. El análisis de los datos electorales sugiere que su principal rival, Edmundo González, obtuvo en realidad más del doble de votos en las recientes elecciones. A pesar de ello, el régimen de Maduro ha procedido a ejecutar represalias a todos los menores detenidos por supuesto terrorismo.
Como si esto fuera poco, las condiciones en que se encuentran los menores son aún más preocupantes. Algunas familias revelan que los detenidos están confinados en centros de menores bajo un estricto control de tipo militar. Como reportó el Washington Post, los niños han sido obligados a realizar actos de lealtad al régimen, como saludar a un retrato de Maduro y honrar al ex presidente y fundador del Estado socialista de Venezuela, Hugo Chávez. Las familias también han denunciado que a sus hijos se les niegan necesidades básicas, como alimentación adecuada y atención médica, además de sufrir abusos físicos por parte de las autoridades.
Te puede interesar: La crisis de derechos humanos en Venezuela se profundiza
Y a pesar de que la situación en Venezuela no ha sido fácil durante varios años, durante el último mes, la represión ha alcanzado nuevos niveles. Además de contar con un gran número de presos políticos, el número de niños detenidos en el país supera a la dictadura militar argentina, que detuvo a 151 niños durante siete años, mientras que el régimen chileno de Augusto Pinochet detuvo a 956 niños entre 1974 y 1990. Sin embargo, tras una misión de la ONU en el país a principios de agosto, se confirmó que el gobierno de Maduro ha detenido al menos a 120 niños en menos de un mes.
Recientemente, 17 agentes de contrainteligencia militar entraron por la fuerza en la casa de una familia donde, armados con fusiles, aterrorizaron a una mujer de 40 años y a su hijo de cinco, mientras detenían violentamente a su hijo de 15 años. El muchacho fue esposado, abofeteado y golpeado hasta revelar información de un allegado, presuntamente opositor, y luego se lo llevaron en una furgoneta. Durante su detención de 20 días, fue sometido a graves abusos físicos. Su madre denunció esta situación al Washington Post a través de Organizaciones de Derechos Humanos de manera anónima, como consecuencia a las constantes amenazas de muerte en contra de su hijo.
Muchos de los menores detenidos proceden de barrios de clase trabajadora, zonas en las que en algún momento apoyaron a Chávez y Maduro. Sin embargo, parecen haber redireccionado su apoyo en las recientes elecciones. Aparentemente, ninguno de los menores detenidos ha tenido acceso a representación legal privada, y varios han permanecido detenidos durante largos periodos de tiempo y sin contacto con sus familias. Grupos de asistencia jurídica gratuita como el Foro Penal informó que sus intentos de representar a estos menores se han visto obstaculizados por graves restricciones y amenazas.
Tras el anuncio de la victoria de Maduro por parte del consejo electoral controlado por el Estado, Venezuela ha estado viviendo de protestas generalizadas en todo el país, sembrando miedo y caos en la región. Maduro, quien ya había amenazado con el uso de fuerza en caso de no ganar, respondió ordenando detenciones masivas, incluidas las de miembros de la oposición y presuntos manifestantes. La situación se ha vuelto cada vez más preocupante, con informes de al menos dos docenas de personas muertas durante los disturbios, entre ellas un joven de 15 años.
Te puede interesar: OEA se queda corta en votos para instar a Venezuela a verificar resultados electorales
