Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente
Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

Melissa Ortiz: sobre vivir y sentir el fútbol

Conoce a la ex-atleta olímpica colombiana, que pasó de las canchas a ser la voz de los torneos de fútbol más importantes del mundo

agosto 14, 2024

Cortesía FOX Sports

El mayor logro como deportista de Melissa Ortiz, lo alcanzó fuera de la cancha. Nacida en Florida, pero criada por su sangre colombiana, Ortiz, desde muy pequeña, desarrolló su amor por el fútbol influenciada por sus hermanos mayores. En las calles de su barrio, en las comunidades e incluso entre su familia, siempre era la única niña jugando fútbol. Así fue como descubrió un talento, que no solo la llevaría a representar a su país, sino a convertirse en la voz de mujeres y niñas soñadoras.

Cada gol era una promesa de grandeza, incluso en las canchas más pequeñas, donde Ortiz pulió sus habilidades. Aunque ser profesional nunca fue una realidad posible para ella, su talento la llevó a obtener una beca universitaria que cambió su destino. Y el resto, es historia. Pues luego de llegar hasta el Mundial Sub20, la Copa América y los Juegos Olímpicos, Ortiz se dedicó a vivir el fútbol de una manera diferente. 

Aunque entonces su vida estaba en la cancha, Ortiz sabía que era mucho más que un deporte. Durante sus mejores años como futbolista, se enfrentó a la realidad inequitativa dentro de la industria, que la llevó a cuestionarse sobre su valor y su papel como mujer en un entorno a menudo predominado por hombres. Así fue como alzó su voz para denunciar la falta de apoyo a las deportistas femeninas, renunció a su carrera como futbolista y desarrolló su marca en búsqueda de “inspirar a una generación”.

Y no le fue mal. Ortiz, se unió a Warner Bros Discovery como reportera de campo y analista en TNT, cubriendo partidos de las selecciones nacionales femeninas y masculinas de Estados Unidos. Su conocimiento del deporte le hizo un espacio como presentadora en U.S. Soccer Stories en TruTV y cubrió dos Copas Mundiales de la FIFA con Fox Sports, donde se hizo con un premio Webby.

Ahora, Melissa se ha construido todo un nombre como analista de fútbol, cubriendo los torneos más importantes alrededor del mundo. Sin embargo, su faceta como atleta olímpica no ha quedado del todo atrás, pues Ortiz fue partícipe de la Marathon Pour Tous en los Juegos Olímpicos de París 2024, representando a Colombia de la mano de Nike.

¿Cómo recuerdas tus primeros acercamientos al deporte?

Mis comienzos se debieron realmente por mi familia y mis hermanos mayores. Yo nací en West Palm Beach, Florida, que está como a una hora y media de Miami, y a lo largo de mi vida, mis hermanos mayores siempre me tenían activa, jugando todos los deportes, pero yo me enamoré del fútbol. Por ellos dos empecé a jugar mucho en el barrio, en la comunidad, pero siempre era la única niña jugando fútbol. Ahí fue donde encontré mi talento. Yo jugaba en Sub 14, cuando yo tenía 12 años o en Sub 16 cuando yo tenía 14 años. Sin embargo, en esa época no existía la oportunidad de jugar de manera profesional. No fue mi primer plan, pero gracias a una beca universitaria descubrí la posibilidad de convertirme en una deportista de alto rendimiento. Allí un técnico me vio jugar, él sabía que venía de una familia colombiana, se interesó en mí y me puso en contacto con el técnico de entonces de la Selección Colombia. Probé, logré entrar al equipo, entrené en ligas mayores y llegué hasta el Mundial Sub20, donde llegamos a las semifinales en Alemania. Ahí fue cuando dije: “quiero ser futbolista, quiero ser profesional y representar a Colombia”. Nada fue planeado, nunca tuve esa meta, pero con el trabajo y la dedicación, todo llegó a mi camino y estoy muy agradecida por ello.

¿Qué otros momentos te impulsaron a esa decisión de hacer del fútbol tu vida?

Yo creo que en ese Mundial Sub20, que fue mi primera experiencia representando a la Selección Colombia y también estando un torneo FIFA fue donde me di cuenta que quería ser futbolista profesional. Pero eso ocurrió en 2010, cuando el fútbol femenino no era nada de lo que es hoy en día. Yo sabía que iba a ser muy difícil, yo sabía que no era un deporte que se podía decir que era bien pago. Yo no sabía, ni pensaba tanto en esos factores, yo estaba enfocada en ser futbolista profesional, pero no sabía cómo iba a lograrlo. Afortunadamente hoy día hay mucho más apoyo y desarrollo al fútbol femenino, pero entonces no sabía qué pensar en aquel momento.

Estamos viviendo una realidad en donde las mujeres están recibiendo mucho más reconocimiento pero, hablando desde tu visión como mujer, ¿cómo experimentaste apostarle a esta industria y a este medio predominado por los hombres?

Hay que agradecer mucho a las redes sociales, por ejemplo. Porque hay muchos deportistas, incluso futbolistas, que han podido crecer su propia marca utilizando su voz, su contenido. Hoy en día es mucho más fácil exponer tu talento, qué haces en tu día a día, cómo estás representando al país en comparación a hace diez años. Desde mi punto de vista falta mucho para llegar a esa igualdad, especialmente en Suramérica o en Colombia. Pero por mi parte, yo Melissa Ortiz y una de mis mejores amigas y colegas, Isabella Echeverry, hemos dado todo para que las jugadoras hoy en día puedan tener más apoyo, más consistencia, y más consideración dentro de la Federación. Hoy en día estamos viendo un poco de los resultados de nuestro enfrentamiento con la Federación desde 2019, y sacrificamos todo para que niñas y mujeres puedan tener nuevas oportunidades.

Participaste en el Mundial Femenino, también en las Olimpiadas. ¿Qué recuerdas de estas experiencias?

En el 2012 fueron mis primeras olimpiadas y fue una experiencia increíble. Fue en Londres, pero jugamos en Escocia y también en Inglaterra. Llegar a ese punto de mi carrera fue un sueño hecho realidad, porque es algo a lo que cada deportista aspira, el representar a su país a nivel mundial. Y yo me acuerdo cuando pisé esa cancha y ver a las jugadoras, a mi familia, los aros olímpicos… para mí fue impresionante. Cuando me dieron la noticia de que sería parte del equipo, la primera persona a la que le dije fue a mi abuela. Ella es de Bucaramanga, mis padres emigraron muy jóvenes, pero mi abuela duró casi la mitad de su vida en Colombia. Entonces cuando la llamé por teléfono, empecé a llorar porque sabía lo importante que también era para mi familia. Son aquellos momentos que te hacen sentir agradecida y recompensada por el trabajo que has hecho. 

¿Cuál consideras que fue tu mayor logro como deportista? Incluso más allá de que hayas podido ser partícipe de estos grandes eventos a nivel mundial.

He tenido tantos momentos. Además de representar a Colombia en las Olimpíadas, anotar un gol contra Alemania en Alemania, en el Mundial Sub20. Todos esos momentos para mí obviamente fueron increíbles, pero cuando yo pienso en el impacto a largo plazo, yo siempre pienso en el 2019, cuando hicimos el movimiento, cuando peleamos por nuestros derechos como mujeres, como deportistas. Y creo que en ese momento fue más de tener el coraje de ir contra la Federación, de poder hablar en mi segundo idioma en público, en televisión, en vivo, en Bogotá y pelear por, no solamente por las 23 que éramos parte de la Selección Colombia, sino también por todas las mujeres y todas las niñas que siempre han soñado con ser deportistas. Entonces puedo decir que goles, los reconocimientos y las victorias, pero realmente, ese movimiento fue el partido, o la pelea más importante para mí y seguramente para muchas. 

Sé que parte de tu decisión de retirarte del fútbol se debió a tus enfrentamientos con la Federación, pero seguramente hubo más razones. Quisiera que nos contaras tu lado de la historia.

Sí, fueron varios factores. Inicialmente, me lesioné cinco días antes del Mundial en el 2015 y me recuperé en un año para poder estar en las Olimpiadas de 2016. En ese momento, que fue tan estresante mental y físicamente, yo no sentía el apoyo de la Federación. Hubo muchos problemas con el el técnico de ese entonces y yo sabía que yo tenía un plan B para mi vida. Yo no vivía de fútbol, aunque yo quería seguir representando a Colombia. Pero sentí que no nos estaban valorando como mujeres, como deportistas, como profesionales. Y después de tener problemas con el técnico, por faltas de respeto, yo dije: “¿Sabes qué? El fútbol no es 100% Melissa Ortiz. Soy más que una futbolista”. Y así decidí darle una pausa a mi carrera deportiva, porque en ese momento no me sentía cómoda. Me alejé un tiempo, pero cuando regresé a Colombia, volví a la liga profesional. Pero ya las lesiones no me daban. Y después de un par de años de reflexionar por qué fue así, yo creo que fue consecuencia del estrés. Gracias a Dios, la vida me abrió otros caminos. Ahora sigo viviendo el fútbol pero desde otro ángulo.

Cortesía FOX Sports.

¿Cómo llegaste a ser comentarista de fútbol?

Nunca estudié comunicaciones, de hecho tengo una maestría en Negocios Internacionales y Mercadeo, pero cuando yo estaba jugando muchos medios solían invitarnos al estudio y desde ahí lo empecé a considerar. Además del fútbol, yo aprovechaba mis semanas libres para ir al estudio y hacer unas prácticas de aprendizaje para ver cómo era. Y un día estaba con mi papá viendo un programa de fútbol y había mujeres cubriendo un partido, pero no conocían a fondo el tema y mi papá lo sugirió. Pero no fue nada fácil entrar a la industria, pues no representé a Estados Unidos, sino a Colombia, y en ese entonces no había mucho cubrimiento de fútbol femenino y menos Latinoamericano. Entonces empecé a crecer mi propia marca, con contenido en redes, yendo a partidos y dando mi análisis. Y poco a poco logré llegar a nuevos lugares, llegaron nuevas oportunidades y afortunadamente me he convertido en una voz importante en Estados Unidos del fútbol, masculino y femenino. 

¿Crees que ha cambiado tu perspectiva frente a esta disciplina? Pues una cosa es estar en la cancha y otra cosa verla desde un estudio.

Como todo, creo que uno se va adaptando y pensando más allá de lo que estoy viviendo. Cuando estaba en la cancha solo pensaba en los entrenamientos y en los partidos, pero no mucho sobre lo que pasaba a mi alrededor. Y cuando ya eres comentarista, presentadora o analista, te das cuenta de muchas cosas. Como yo trabajo mucho cubriendo la selección de Estados Unidos y las jugadoras son las mejores del mundo, me he dado cuenta de todo lo que tienen. El apoyo detrás es increíble. Nutricionista, entrenadores, analistas, todo. Mucho apoyo. Poder ver el deporte desde este ángulo y comparar qué puede mejorar en Colombia y en diferentes países, me ha dado como un plus. Es la gran oportunidad de conocer qué han hecho las grandes selecciones del mundo para llegar a donde están. Y también el poder compartir con otros conocedores del medio. He trabajado con Carli Lloyd, Heather O’Reilly, y muchas ex jugadoras con las que competí alguna vez, pero ahora las puedo llamar amigas. Creo que desde este ángulo he aprendido mucho más de lo que aprendí en la cancha.

¿Cómo ves el futuro del fútbol femenino en Colombia?

Yo creo que la Selección Colombia tiene mucho potencial, mucho futuro. El año pasado en el Mundial, llegaron lejos, ganaron contra Alemania y este año en las Olimpiadas, de estar muy cerca de casi ganarle a España. Falta muy poco para llegar a las grandes ligas, pero estoy muy orgullosa de quienes nos representan ahora. Yo quisiera que a nivel local, en Colombia, quisiera que las siga apoyando, que sigan creciendo. Hay mucho talento, pero hay que seguir apoyándolas completamente.

CONTENIDO RELACIONADO