Con el eco de las inolvidables canciones de Joe Cocker, se está preparando una película biográfica que arrojará luz sobre la vida y obra del ícono británico del blues-rock. Esta nueva propuesta cinematográfica se basa en la biografía, próxima a estrenarse, escrita por Mark Bego, Joe Cocker: With a LOT of Help from His Friends, y promete un retrato íntimo del ascenso de Cocker y su influencia en la industria musical.
La noticia llega luego de que se diera a conocer que la productora Lisa Saltzman, adquirió los derechos de la obra de Bego, que tiene previsto estrenarse el 16 de noviembre.
Desde su actuación en Woodstock en 1969, hasta sus baladas en las listas de éxitos y su emblemática versión de ‘With a Little Help from My Friends’ de los Beatles que lo catapultó al estrellato, este nuevo proyecto pretende encapsular los altibajos de la extraordinaria vida de Cocker.
Mientras tanto, te dejamos cinco datos que reviven a la leyenda del blues como un abrebocas de este anticipado proyecto.
1. Su nombre artístico nace de un juego de su infancia
Antes de convertirse en Joe Cocker, el también conocido como Soul Shouter de Sheffield nació como John Robert Cocker en 1944. El apodo de “Joe” surgió de “Cowboy Joe” un juego del cual disfrutaba en su infancia.
Las raíces de su trayectoria musical se remontan a los 12 años, cuando apareció por primera vez en un escenario con el grupo del género skiffle de su hermano mayor. En el Reino Unido, el skiffle evolucionó hasta convertirse en un género que mezclaba blues, jazz y folk, y el joven Cocker encontró su primera inspiración en los sonidos de Ray Charles, Lonnie Donegan y leyendas del blues como John Lee Hooker, Muddy Waters, Howlin’ Wolf y Lightnin’ Hopkins. Esta mezcla de influencias marcó el inicio del viaje musical de Joe Cocker y sentó las bases de una carrera que abarcó más de cinco décadas.
2. Vance Arnold, el hombre antes de Joe
En 1961, Cocker adoptó el nombre artístico de Vance Arnold. Este alias surgió de una confusión entre el personaje de Elvis Presley en Jailhouse Rock (Vince Everett) y el cantante country Eddie Arnold. Bajo el nombre de Vance Arnold and the Avengers, su segunda banda después de su paso por The Cavaliers, Cocker empezó a tocar en pubs de Sheffield para perfeccionar sus habilidades.
Par de años después, en 1963, Vance Arnold and the Avengers se aseguraron su primera actuación importante, nada más y nada menos que como teloneros de los Rolling Stones. Este primer hito marcó el comienzo del ascenso de Cocker en la escena musical, presagiando la extraordinaria carrera que seguiría.
3. Su carrera como solista fue impulsada por los Beatles
La relación de Cocker con los Beatles se remonta a 1964, cuando grabó su canción ‘I’ll Cry Instead’ como primer sencillo en solitario para Decca Records. A pesar del revés inicial que supuso el fracaso del tema y la posterior disolución de su grupo Joe Cocker’s Big Blues, la perseverancia de Cocker le llevó a formar la Grease Band en 1966.
En 1968, Denny Cordell, productor de Procol Harum y The Moody Blues, se dio cuenta del potencial de la Grease Band y ayudó a Cocker a conseguir un contrato con A&M Records. Esta colaboración dio como resultado el álbum de debut de Cocker, With A Little Help From My Friends, que incluía una interpretación del tema homónimo de los Beatles.
Impresionados por la interpretación de Cocker, los Beatles le animaron a grabar temas adicionales para su segundo álbum, Joe Cocker!, en 1969. Este álbum incluía versiones más atrevidas de clásicos de la banda británica como ‘She Came In Through The Bathroom Window’ y ‘Something’. La voz de Cocker y su apasionada interpretación dotaron a estas versiones de una calidad distintiva, lo que le valió el reconocimiento por su capacidad para reinterpretar y añadir una nueva dimensión a clásicos de una de las bandas más grandes del momento.
4. Cocker odiaba sus reconocidos movimientos de mano
Las actuaciones de Joe Cocker eran tan famosas por su voz como por sus infames movimientos de mano. Esta expresión física se convirtió en su marca personal y una constante durante sus actuaciones. A pesar de que sus seguidores le atribuían estos movimientos como algo muy propio de Cocker, el intérprete albergaba un sentimiento diferente.
En conversaciones con The Guardian en 2013, reveló que se sentía “horrorizado” por sus movimientos cuando veía videos de sí mismo, en particular durante una actuación junto a Eric Clapton. Aparentemente, el origen de sus gestos provienen, en sus propias palabras, “de la frustración por nunca haber tocado el piano o la guitarra”.
5. Sus adicciones y abuso de sustancias lo llevaron a perder habilidades con su voz
El éxito de Joe Cocker en la industria musical estuvo acompañado por las sombras de la adicción a las drogas y el alcohol, que tuvieron un impacto significativo en su vida y, sobre todo, en su voz. A principios de la década de 1970, tras realizar giras con figuras legendarias como Jimi Hendrix y Janis Joplin, Cocker se vio sumido en una depresión que le llevó a consumir heroína. Aunque en 1973 consiguió recuperarse, la batalla contra la adicción persistió a través del consumo excesivo de alcohol.
Años más tarde, Cocker habló sobre los estragos que el abuso de sustancias causó en su destreza vocal. Aparentemente, en el punto más alto de su adicción, fumaba unos 40 cigarrillos al día. Las consecuencias se evidenciaron en su habilidad para cantar. “Hay partes de mi falsete que nunca recuperaré”, comentó en 2013.
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