Con la reciente victoria electoral de Donald Trump, Estados Unidos se enfrenta a un futuro incierto. Las implicaciones de su regreso a la Casa Blanca plantea interrogantes sobre las políticas nacionales, pero también por su impacto en el mundo.
Cabe recordar que Trump tiene activos 34 procesos judiciales y en 2023 fue encontrado responsable del delito de abuso sexual contra la columnista E. Jean Carroll. Eso, sumado a una campaña con enormes cuestionamientos, no fue suficiente y el voto popular le dio la victoria, aunque, como veremos, ese voto no fue homogéneo y dice mucho del proyecto político que representa.
A partir de sus propuestas de campaña y lo más destacado de su primer periodo presidencial, en ROLLING STONE en Español desglosamos las principales implicaciones de su reelección.
1. El temor por las deportaciones masivas: un golpe a las comunidades migrantes
La política migratoria de Trump fue uno de los pilares de su primer mandato y de su campaña. Ha reiterado su intención de llevar a cabo la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos, con estimaciones que sugieren la expulsión de millones de personas. Además de una evidente violación a los derechos de las personas migrantes, esta promesa es logística y financieramente difícil de cumplir. No por eso es menos amenazante. Entre las medidas que contempla se incluyen la restauración de la política “Permanecer en México” que mantiene a los solicitantes de asilo en ese país para demorar sus procesos de entrada a Estados Unidos, así como la aplicación de leyes de inmigración más estrictas. Las comunidades migrantes, especialmente aquellas sin estatus legal, podrían enfrentarse a un clima de persecución más intenso y a una mayor militarización de la frontera, lo que definitivamente no disminuye la migración, pero sí la vuelve más peligrosa.
2. Derechos de las mujeres y derecho al aborto: una amenaza inminente
Uno de los primeros campos de batalla podría ser el derecho al aborto. Aunque en los últimos meses mostró cierta ambigüedad, durante su primer mandato Trump y su administración lograron una victoria significativa al lograr que la Corte Suprema derogara el derecho constitucional al aborto en 2022. Esto dio pie a la proliferación de leyes restrictivas a nivel estatal. Además, en su segundo mandato, Trump buscaría debilitar aún más la Ley de Tratamiento Médico de Emergencia y Parto (Emtala), que actualmente protege el acceso al aborto de emergencia. Asimismo, se anticipa que impulsará políticas contra los derechos reproductivos de las personas con experiencias de vida trans y podría recortar los fondos destinados a organizaciones internacionales que promuevan los derechos sexuales y reproductivos. Las mujeres, especialmente aquellas en situaciones vulnerables, podrían ver sus derechos aún más restringidos bajo su administración.
3. Poderes extralimitados y democracia debilitada
La victoria de Trump no solo fue en el voto popular, sino en lo que se espera sea el control del Senado y la Cámara de Representantes. Es importante recordar que Donald Trump enfrenta varios procesos judiciales y que en 2023 se le encontró culpable de abuso sexual. Además, se encuentra como delincuente convicto esperando sentencia en un caso relacionado con el pago de dinero a cambio de silencio en Nueva York, mientras trata de eludir otras persecuciones legales. Trump ha afirmado que pretende despedir al fiscal especial Jack Smith y poner fin a los casos federales en su contra, aprovechando la inmunidad que le otorga su figura como presidente para retrasar los procesos judiciales, lo que podría ocurrir al influir en la designación de un fiscal más afín a sus intereses. Si se suman los dos hechos, el resultado puede ser fatídico para la confianza e independencia de las instituciones, que quedarán con un débil contrapeso.
4. Desastre climático: la retirada de la agenda ambiental
Uno de los aspectos más preocupantes de un segundo mandato de Trump es su enfoque sobre el cambio climático. Lejos de reconocer la urgencia de la crisis climática, Trump ha sido un negacionista reconocido. En su primer mandato, retiró a Estados Unidos de los Acuerdos de París, un movimiento que fue ampliamente criticado por su impacto en los esfuerzos globales para frenar la crisis climática. Estados Unidos se caracteriza por no comprometerse en temas ambientales, pero la postura de Trump intensifica las políticas pro-petróleo, gas y carbón, que se suman a la posible desfinanciación de agencias como la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) y a la no adhesión a esfuerzos internacionales.
5. El peligroso uso de la militarización contra el “enemigo interno”
Trump ha amenazado con usar el poder del gobierno federal para intervenir en ciudades gobernadas por demócratas, a lo que se ha referido como la amenaza del “enemigo interno”. Su propuesta incluye el despliegue de la Guardia Nacional para reprimir protestas y así echar mano de la militarización para tener un control más autoritario de las protestas sociales. Dada la historia de este país y el movimiento por los derechos civiles, así como el racismo sistémico, esta combinación puede ser extremadamente peligrosa para la población no blanca.
6. Derechos LGBTQ+
El nuevo presidente también ha sido un firme opositor de los derechos de la población LGBTQ+. Durante su primer mandato, prohibió a las personas trans ingresar al ejército, y en su segundo mandato promete llevar más lejos sus ataques. Su administración podría recortar financiamiento a hospitales que brindan atención de afirmación de género, prohibir la transición de género en menores y eliminar las políticas federales de no discriminación LGBTQ+. De hecho en su campaña difundió bulos sobre supuestos cambios de sexo en niños en las escuelas públicas, que se demostró no eran ciertos. Si estas medidas se concretan, representaría un gran retroceso para los derechos civiles de esta población.
7. Libertad de prensa
La relación de Trump con los medios de comunicación ha sido siempre conflictiva. Los ha acusado de difundir “noticias falsas”, cuando es él quien de la mano de medios conservadores y poderosas redes sociales como X (del magnate Elon Musk), protegen sus intereses a costa de la veracidad. El ahora presidente ha insinuado la posibilidad de revocar licencias de medios que no se alineen con su visión, como ocurrió recientemente con CBS News, y podría buscar modificar las leyes de difamación a su favor. Un segundo mandato podría significar una amenaza real a la libertad de prensa en Estados Unidos.
8. Políticas de armas
Aunque la administración Biden aprobó importantes leyes de seguridad de armas, la llegada de Trump al poder podría revertir rápidamente estos avances. Trump ha apoyado a la industria de las armas y es probable que si regresa a la Casa Blanca, el cierre de la Oficina de Prevención de la Violencia con Armas y el nombramiento de funcionarios afines a la NRA (Asociación Nacional del Rifle) se conviertan en prioridades. Las leyes de verificación de antecedentes y otras políticas de control de armas podrían ser fácilmente anuladas.
9. Inestabilidad Internacional
En política exterior, Trump ha sido un presidente impredecible. La fórmula parece sencilla, pues abandera un nacionalismo donde el “Estados Unidos primero” será el protagonista. Eso no es una sorpresa en la política estadounidense, pero esta vez puede aumentar su distanciamiento de aliados tradicionales y moverse según sus intereses internos. Frente a la guerra en Gaza, por ejemplo, durante la campaña fue ambiguo para buscar el voto árabe, pero su apoyo irrestricto a Israel es lo más probable. Por su estilo de gobierno se esperan tensiones internacionales que podrían aumentar los peligros en zonas conflictivas como Medio Oriente y Ucrania.
10. Un espaldarazo a la desigualdad, la masculinidad tóxica y el racismo
Los personajes que rodean a Donald Trump son variados, pero tienen algo en común y es que representan valores radicalmente conservadores frente a la igualdad social. Sus propuestas económicas de reducción de impuestos afectan la seguridad social que es vital para los más desfavorecidos. Por otra parte, su discurso de hipermasculinidad cala profundamente en hombres que celebran los roles de género tradicionales, que se sabe fomentan la discriminación y las violencias contra las mujeres. Si se revisa, sus mayores votantes fueron hombres blancos, mujeres blancas y hombres latinos. Las mujeres afrodescendientes y latinas, así como los hombres de población negra, votaron por Kamala Harris. Esto nos presenta una sociedad dividida, pero con un gran porcentaje que favorece o al menos no le parece importante que Trump represente el racismo, el machismo y la desigualdad social.