Durante años, Julieta Díaz transitó como una reconocida actriz por el prime time, en programas icónicos como Campeones, Verdad Consecuencia y Mujeres Asesinas, entre muchos otros. Pero en el último lustro, se volcó a la música. Fue durante la pandemia de 2020, quienes, en medio del encierro y la incertidumbre, conectó con el guitarrista uruguayo Diego Presa, uno de los fundadores, en los 90, del grupo Buceo Invisible, todavía vigente y del trío arrabalero El Astillero, junto a Garo Arakelian (La Trampa) y Gonzalo Deniz (o su alter-ego Franny Glass).
Fue en ese contexto distópico, que Díaz y Presa encontraron una forma de conectar creativamente a través de la música. Con su dueto han logrado combinar sus talentos y experiencias para crear una propuesta musical que se distingue por su profundidad lírica y riqueza sonora. En 2021 lanzaron un EP, El revés de la sombra, y el año pasado llegó el primer disco: Río. Este viernes 12 se presentan en La Plata (Casa Suiza) y sábado 13 en Morán, Pedro Morán 2147, CABA.
Hace 5 años que están haciendo juntos este dueto. ¿Cómo surgió?
Comenzamos a colaborar en plena pandemia. Yo conocía a Diego por El Astillero, una agrupación tremenda a tres voces y tres guitarras. Siempre me encantó su trabajo, así que un día decidí acercarme a él a través de Spotify. Compartí su música en mis redes sociales, y así comenzó todo. Empezamos a trabajar de manera remota, compartiendo ideas y colaboraciones. Alguien me sugirió prestar atención a Diego en específico, y así empezamos a enviarnos poesías y textos. Fue un proceso creativo muy dinámico, y nos hicimos amigos rápidamente.
¿Cómo fue el primer encuentro físico después de trabajar de manera remota durante la pandemia?
Ya teníamos como siete canciones cuando decidimos hacer un EP. Diego me propuso presentar el material a Bizarro, la discográfica más importante de Uruguay, y les encantó. Así lanzamos nuestro primer EP en 2021 y lo presentamos en La Trastienda de Montevideo. Fue una experiencia increíble, con la participación de los músicos uruguayos que grabaron el disco. Desde entonces, hemos formado una banda argentina para nuestras presentaciones en vivo, con músicos talentosos como Carolina Flechner y Juan Ravioli.
La letra de “Luz de río” dice “si no le pongo el cuerpo no lo entiendo adentro/ si no lo vivo no lo puedo amar/ Hay mil razones para dudar pero no sirven y no me voy a amarrar.” ¿Cuánto hay de teatral en tu performance musical?
Cuando actúo, me convierto en el personaje, y con la música es similar. Cuando canto mis propias canciones, las siento profundamente porque vienen de mis propias experiencias. Por ejemplo, “Desafina” surgió de una ruptura amorosa que me destruyó un poco el ego, pero también me ayudó a crecer. Cantar estas letras es una forma de vivenciar y comprender esas emociones. Es un proceso muy personal y, al mismo tiempo, una forma de conexión con el público.
Ustedes son un dúo rioplatense, pero sus canciones tienen una impronta que pareciera venir de David Bowie, Leonard Cohen y Janis Joplin. ¿Cómo fue la búsqueda de su identidad sonora?
¡Qué bueno que se escuche esa impronta! No buscamos imitarlos, pero somos grandes admiradores de David Bowie y Leonard Cohen, y sus influencias están presentes en nuestra música. Y bueno, qué decirte de Janis, la amo, y me ha influenciado muchísimo, su energía y autenticidad me afectan profundamente. En muchas canciones le digo a Diego que cante más adelante, que la voz prime a lo Cohen. Eso nos encanta. Con Diego queríamos que nuestras voces se sintieran cercanas al oyente, como si le cantáramos al oído. Trabajamos mucho en los arreglos y la producción para crear un sonido auténtico y rico en matices. Diego tiene una gran capacidad para darle espacio a cada instrumento y voz en nuestras canciones, creando una experiencia sonora envolvente y potente.
¿Cómo fue el proceso creativo a la distancia, durante la pandemia?
Al principio, todo era virtual. Diego y yo intercambiamos ideas, textos y música a través de mensajes y videollamadas. Fue un proceso muy enriquecedor porque nos permitió experimentar y desarrollar una dinámica de trabajo muy fluida. Cuando finalmente pudimos encontrarnos en persona, ya teníamos un material sólido y una conexión artística muy fuerte. El primer encuentro físico fue increíble, poder tocar y cantar juntos después de tanto tiempo trabajando a distancia fue muy emocionante.
¿Cuáles son las principales influencias musicales que los han inspirado?
Diego tiene una gran admiración por músicos uruguayos como Eduardo Mateo, y creo que esa mezcla de influencias se refleja en nuestra música. Nos encanta explorar diferentes géneros y sonidos, siempre buscando algo que se sienta verdadero y significativo.
¿Cómo definirías la conexión con Diego?
Tenemos una química muy especial. Desde el primer momento, sentimos una conexión profunda tanto en lo artístico como en lo personal. Nos entendemos muy bien y tenemos una forma de trabajar que es muy complementaria. Diego es un músico increíblemente talentoso y tiene una visión muy clara de lo que quiere lograr con nuestra música. Yo aporto mis letras y mi voz, y juntos hemos encontrado una sinergia que creo que se refleja en nuestras canciones. Es un proceso de colaboración muy enriquecedor y creo que eso se siente en el resultado final.
¿Preparan algo en especial para los próximos shows?
Además de las canciones de nuestros dos discos, tanto en versiones acústicas íntimas, como con la fuerza de nuestra banda completa, armamos un homenaje a Gabo Ferro y Alfredo Zitarrosa. Y también presentaremos algunas canciones nuevas. Es un show que mezcla rock, poesía y una conexión profunda entre nosotros y el público.
